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Después de terminar la escuela Mermista y Adora se despidieron del resto de sus amigos y se fueron a casa de Mermista, está lejos de la casa de Adora, pero tiene un chofer así que no es un problema regresar.

Se instalan en la habitación de Mermista, ya que es espaciosa, pintada en colores azul muy bonitos que podrían dar la impresión de estar debajo del agua, múltiples motivos marítimos aquí y allá, tiene también una gran ventana con un sillón muy cómodo desde el cual se puede ver los árboles y el cielo. Cuando llegaron Mermista le hizo una señal para que se siente ahí.

Después de un rato de hablar en círculos sobre quién es, jugando a adivinar nombrando a otras chicas, Adora soporta la burla de Mermista cuando dice (sin querer) quien es la persona por la cual pide consejos sobre citas, ella soporta que le reclame que habiendo tantas chicas tiene que estar atraída por la que no le habla, la que es repelente y simplemente la versión humana de un gato huraño. Mermista se toma un descanso de la risa y ve la expresión de Adora, dolida, algo agobiada y frustraba, entonces se da cuenta de que no le estaba diciendo nada que no sepa ya y que no será productivo ni adecuado comentarlo de esa manera.

Hasta donde sabe, Adora nunca ha buscado activamente salir con alguien, esto es nuevo para ella, quizás también especial. No le está pidiendo consejos para coquetear con alguna chica al lazar en una fiesta o una compañera de clase que solía ser irrelevante. Esto es importante para Adora y por mucho que quisiera burlarse de ella por más tiempo, también quiere ser empática y ofrecer toda la ayuda que pueda.

—Bien, tenemos que cambiar eso si quieres besuquearte con ella después de los partidos y esas cosas — el comentario y la perspectiva de que un futuro tan optimista sea posible sacan a la rubia de su estado de lamentación— primero, necesitamos definir la situación, ¿Quién es Catra para ti?, ¿porque quieres invitarla a salir?

—Ella es bueno solía ser mi amiga, mi mejor amiga, creo que durante mucho tiempo fue mi persona más cercana, me conoce mejor que nadie y nos conocemos desde...—Adora agacha la cabeza, parece lamentarse, suelta un suspiro y sabe Mermista tiene poca paciencia así que continúa —desde hace mucho, mucho tiempo

—Mmn ¿de cuánto tiempo estamos hablando? — comenzar una relación con alguien qué fue tu amigo por mucho es difícil, ha estado ahí.

—Ehm...— Adora comienza a contar con los dedos y en voz baja— 13, quizás 14 años, no lo recuerdo bien

Mermista está sorprendida, esperaba que fueran varios meses, quizás un año o dos, pero eso es prácticamente toda su vida, ¿Cómo era eso posible? no sabe algunos detalles de la vida de Adora, sabe que fue adoptada y que nunca conoció a sus padres biológicos, pero realmente no hablan mucho de ese tiempo de su vida, la idea de que conozca a Catra desde hace tanto tiempo sugeriría que ella vivió en una condición similar.

—Okey, ¿entonces...—Mermista busca las palabras adecuadas y se aclara la garganta— tienes sentimientos por ella, quieres invitara a salir? —la morena siente que camina sobre cascaras de huevo, pero debe enfocarse en el tema principal, Adora asiente dos veces así que continua— bien, ¿desde cuándo te ha gustado?

—Oh... no estoy segura, pero me di cuenta de que quizás sentía algo por ella desde... — Adora se detiene y aprieta los labios— desde hace un año quizás.

—De acuerdo, eso es bastante tiempo, pero está bien. Podemos trabajar con eso, aquí viene la parte incómoda, ¿Que paso entre ustedes que dejaron de hablarse? —Adora reconoce que Mermista es directa y por eso la admira un poco, no parece tener que pensar mucho en lo que quiere decir, su forma de ver las cosas es también muy objetiva la mayoría de las veces, tener esa perspectiva sobre su situación es un poco intimidante y duda en qué tanta información puede revelar y como la hará ver a ojos de su amiga.

Como yo a ellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora