Los jóvenes caminaron pocos minutos hasta que se encontraron de frente con un señor que sostenía un cartel con el apellido de YoonGi. Al instante, éste supo que se trataba del chofer que Seojoon había contratado, por lo que le mostró a JiMin antes de acercarse y saludar al hombre.
El chofer se presentó de forma amable, ofreciéndose a llevar el equipaje y preguntándole a los jóvenes a dónde querían ir. JiMin fue el primero en negarse cortésmente en cuanto al equipaje, ya que tenía dos brazos funcionales, y le pidió que los llevara directo al hotel.
De esta manera, el chofer asintió antes de emprender rumbo al auto o, más bien, limusina que Seojoon había seleccionado para su pareja. YoonGi no pudo evitar sorprenderse, ya que sería su primera vez viajando el limusina y tras haber acomodado su equipaje, se subió a la misma con ojos expectantes.
JiMin no pudo evitar sentir una pizca que no le agradó en ese momento. Estaba claro que él nunca podría proveerle una comodidad así a YoonGi, pero decidió disimular por acomodar su equipaje y subirse de igual manera.
El trayecto fue silencioso por parte de JiMin, ya que no quería arruinar la emoción de su amigo con algún comentario fuera de lugar. Ambos miraban por la ventana y tomaban fotos, siendo YoonGi quien soltaba «ah»s y «wow»s de vez en cuando.
Cuando llegaron al hotel, los jóvenes se bajaron y entraron con sus respectivos equipajes en mano. YoonGi dio su nombre en recepción y la mujer le entregó su llave con sus indicaciones.
A todo esto, JiMin no podía evitar sentir que no pertenecía en ese lugar. Él no tenía dinero ni la reputación que se requería para entrar a esos lugares. JiMin sentía la necesidad de salir de ese lugar rumbo a donde había hecho su reservación inicial, dejando a YoonGi atrás por la vergüenza que lo seguía consumiendo.
Pero antes de que pudiera hacerlo, YoonGi lo tomó de la mano y lo llevó directo a su piso. Una suite con vista a la ciudad que, ante los ojos de JiMin, estaba repleta de cosas que no podría comprar ni aunque estuviera trabajando toda su vida. Porque él tenía cuentas, gatos y una familia que ayudar — y apenas le alcanzaba para darse el capricho de viajar.
—Jim. —le llama el menor, poniendo su maleta encima de la cama y abrirla para sacar su cámara y dejarla en la mesita de noche.— ¿Qué ocurre? Te veo un tanto... ¿pensativo? —susurra, mirándole.— ¿Sigues molesto por lo qué pasó en el aeropuerto?
—No estoy molesto. —response. «Sólo avergonzado».— ¿Está bien si voy al baño?
El menor duda un poco antes de asentir, no gustándole ver a su amigo así. YoonGi quería decirle muchas cosas, pero no estaba seguro si era el momento.
—¿Estás bien? —pregunta, viendo cómo este caminaba en dirección al baño privado que tenía la habitación.— ¿Te duele algo?
—Quiero mear. —responde desde adentro, sacándole una sonrisa de alivio al menor mientras negaba con la cabeza.
—Mea tranquilo entonces. —le responde de vuelta, sacando su cargador y dejarlo de igual forma en la mesita de noche, antes de sacar un cambio de ropa y cerrar su maleta para dejarlo a un lado.
Es en ese momento cuando YoonGi decide sentarse en la cama, apoyando su espalda en el respaldo que esta tenía y mirar las notificaciones que tenía su celular.
Ninguna había sido de su pareja, pero decidió escribirle de igual forma y hacerle saber que había llegado bien a Italia y que ahora se encontraba en la habitación del hotel que le reservó.
Poco más tarde, JiMin aparece en su campo de vista. Este se sube a la cama con una sonrisa y gatea en su dirección. Al llegar, lo toma del rostro para darle un suave beso en los labios.
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짐슈 Amantes » jimsu.
Fanfiction❝YoonGi sólo quería sentirse amado y deseado por su pareja, pero esto se fue desvaneciendo con el tiempo y la chispa que existía entre ellos se fue apagando, dando paso a que nuevos sentimientos comenzaran a florecer por su compañero de trabajo. Ent...