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🪐🪐🪐

—Aléjate. —pide JiMin con voz ronca.

No hacían ni dos minutos que había despertado y ya YoonGi le estaba regalando besos profundos en la boca.

JiMin admitía que tenía miedo, ya que se negaba a manejar una tercera erección en casa de sus suegros en menos de veinticuatro horas de conocerlos.

—¿Por qué quieres que me aleje? —pregunta el menor, volviéndole a comerle la boca y trasladar sus manos al pecho de este para apretar su camiseta, gustándole despertar con su novio a su lado y demostrarle el amor que sentía por él en ese momento.— ¿No te gusta lo que hago?

—Claro que me gusta. —susurra, viéndole a los ojos.— Pero se me va a parar y no quiero eso. No ahora. No aquí.

—Amor. —llama, gustándole la idea de una tercera erección, pero esta vez mañanera, por lo cual no duda mucho cuando se sube encima de su cuerpo y comienza a repartir besos por la curva de su cuello, haciendo que el cuerpo bajo suyo se estremeciera debido al placer.— Tengo hambre, ¿sabes que me gustaría ahora?

—¿Starbucks? —pregunta, ya que tenía antojos de desayunar allí.

YoonGi detiene sus besos y levanta su rostro para mirar al contraria con cara de: ¿En serio?

—Ya se me quitó las ganas. —dice, rodando hacia el lado izquierdo y salir de encima del mayor.— Gracias. —termina diciendo, antes de volver a taparse con los cobertores y darle la espalda.

—¿Por qué? —chilla sin poder creer lo que acababa de pasar.

JiMin entonces se sienta en su lugar, llevándose consigo los cobertores para revelar la bolita que YoonGi había hecho de su cuerpo, mientras que con sus manitas se rehusaba a dejar ir la parte que le cubría la boca y, con cada tirón que el mayor hacía, este daba saltitos que le parecían adorables ante sus ojos.

—Eres un bebé. —comenta, haciendo que YoonGi frunciera el ceño al no saber si le estaba dando un cumplido o si se trataba de una queja.

—Pero así me quieres. —dice, antes de cubrirse más y pensar un poco antes de preguntar: —Jim, ¿hasta ahora no hay algo de lo que te hayas arrepentido?

—Sí. —responde, arrancándole del todo los cobertores para acostarse de cuchara y abrazarlo desde atrás, regalándole un beso en el hombro.— Me arrepiento por no haberte esperado un día más. Pude haber sido tu primer novio.

El menor no puede evitar sonreír, pensando en que hubiese pasado si eso hubiera ocurrido.— En vez de cuatro años desde que no nos viéramos, estaríamos cumpliendo tal vez cuatro años de novios, ¿te lo imaginas? —le pregunta, acariciando los brazos de su novio.— Mi mamá ya me habría cambiado por ti y te hubiese dado mi cuarto, mientras que mi papá se dedicaría a escucharte y aconsejarte.

—Oh, eso me gusta mucho. —confiesa, ocultando su bostezo en la espalda de YoonGi.— Posiblemente también viviríamos juntos y te hubiese llevado a Italia más pronto.

—Eso también me hubiese gustado. —confiesa de igual manera.— Nieves también hubiese sido mi hijo y Seis también, aunque prácticamente lo será cuando me lo lleve, por ahora tú estás a cargo de cuidarlo mientras yo arreglo algunas cosas. —susurra, sintiendo cómo el mayor comenzaba a llenarle de besitos en su nuca y cuello.— Amor.

—¿Sí? —susurra, dejando de darle besos para pasarle la pierna por la cadera y esconderse detrás del cuello del menor, deleitándose con lo bien que olía.

—Ya tengo un nombre para Seis. —responde con una sonrisa.— ¿Quieres saber cuál es? Se me ocurrió anoche luego de que nos acostáramos a dormir.

짐슈 Amantes » jimsu. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora