CAPÍTULO XLII

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A GRANDES MALES, GRANDES REMEDIOS. PARTE I

Hermes Pinzón y Roberto Mendoza, en efecto, se habían vuelto amigos. ¿Cómo es que dos seres en edad contemporáneos, pero de caracteres y de procedencias tan diferentes, en la distancia y en tan delicadas circunstancias, se habían amistado?

La simpatía mutua se fue dando naturalmente y, con el transcurso de los meses, estrechándose una amistad a raíz de la unión en matrimonio de sus respectivos hijos. No podía afirmarse que eran íntimos amigos, pero sí encontraban placer en hablar de temas triviales o en común durante sus conversaciones telefónicas, después claro, de agotar el tema principal que les acometía: ECOMODA y su recién rescatada situación financiera, y todo lo referente al trabajo que Hermes venía desempeñando desde el principio por solicitud del propio Roberto. Sin embargo, aquella incipiente relación amistosa no le gustaba del todo a Margarita, principalmente, porque había notado que Roberto dedicaba demasiados elogios para referirse a Beatriz, mientras que de su propio hijo seguía guardando recelos.

--Estás dejando en manos de los Pinzón todo el poder de decisión sobre nuestro patrimonio. ¿No crees que te estás excediendo, Roberto? –Le dijo Margarita a su esposo una tarde nublada, mientras tomaban el té sentados bajo la pérgola de su nueva casa en la campiña inglesa, cuyos pilares de madreselva estaban forrados del verde de las plantas trepadoras. —

--Betty ya es una más de la familia, es una Mendoza. Además, Margaret, te recuerdo que todos estuvimos de acuerdo en que su gestión durante la crisis fue mejor de lo esperado y que, por tanto, merecía ser ratificada en el cargo. Todos votamos a favor de ello, incluso tú, mi amor. –Le recordó Roberto. –

Margarita no le gustaba contradecir a su esposo si no contaba con buenos argumentos para ganar su pequeño debate. En el momento en que se efectuó dicha votación en junta directiva, no hubieron muchas opciones: o era Betty, que había hecho un trabajo impecable y eficiente, o era Daniel, que todavía no desterraba de su mente la idea de vender su parte.

Margarita se quedó pensativa. Roberto continuó.

--¿Qué es lo que te preocupa? ¡Dime! ¿Acaso piensas que voy a volver a cometer el error de no cerciorarme que cada cifra en los informes que me envían es la real? ¡No te preocupes, tengo a gente de mi confianza auditando, supervisando el trabajo que viene haciendo la doctora! ¡Estoy haciendo lo que debí haber hecho durante la gestión de Armando!–Dijo Roberto. –

Cuando Roberto dejó la presidencia de ECOMODA, tuvo la intención de supervisar y auditar las gestiones de su hijo, como ahora lo hacía con su nuera, al menos por el primer año. Ya que dichas intenciones estuvieron motivadas por la desconfianza hacia el proyecto osado de su hijo y no por un problema de desligamiento con el trabajo, como a otros en edad de retiro les sucede, se sintió entonces preocupado y triste. Finalmente, Margarita se encargó de convencerle de que se tomara el retiro como algo completo y no parcial.

--No me preocupa eso. Yo sé que Armando nunca más volverá a defraudarte. –Dijo Margarita, negando con la cabeza --La gente de confianza a la que te refieres no es el señor Hermes Pinzón, ¿verdad? –Se percibió la incredulidad en el tono de su voz. --

--Si no le tuviera cierta confianza, no le hubiera pedido que permaneciera en el puesto contable aún después de salir del embargo. Digamos que don Hermes es... un garante para mantener saneadas las finanzas de ECOMODA. Sin embargo, también tengo empleados externos supervisando su trabajo; un auditor y, por supuesto, un abogado, que nos asesora constantemente...-- Roberto hizo una pausa mientras escrutaba el rostro de su esposa, que seguía manifestando preocupación. --

--Desde un primer momento ese señor se ganó tu confianza, no creas que no me di cuenta. ¡Solo espero que no te contagie esos modales toscos y poco gentiles con los que trata a su esposa! –Dijo Margarita, sin realmente considerar aquello como una posibilidad.--

YSBLF_ El Matrimonio (Parte II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora