YSBLF_ El Matrimonio (Parte II)

CAPÍTULO XVIII

CATALINA ÁNGEL 

En Ecomoda todo se había desarrollado con normalidad en las últimas dos semanas, Berta era la testigo más fehaciente que se podía encontrar en todo Bogotá. No obstante, había un rumor circulando sobre una persona que todos apreciaban, en especial Beatriz, pero como Berta era enemiga de los chismes sin confirmar, prefirió esperar que la persona en cuestión se confesara con Beatriz y así obtener la confirmación de primera mano. El resto del cuartel, que eran menos chismosas o tal vez menos descaradas para admitirlo, se lo preguntaron a la salida de la oficina de su querida amiga y presidenta.

--Me sorprende Berta, cómo es que se tragó la curiosidad de preguntarle a Betty si es verdad que doña Catalina tiene novio –Dijo Sandra—

--Fue difícil, muchachas, pero hasta para conseguir un buen chisme, hay que emplear estrategias. Mi instinto me dice que todavía Betty no está al corriente de que su mejor amiga tiene un tinieblo. ¡Si Betty llegó hace unos días! ¡Esperen que se sienten a hablar y seguro se ponen al corriente esas dos! –Dijo Berta frotándose las manos—

--De algo sí estoy segura, y es que ese triple papito gusta de ella. ¿Si vieron muchachas, cómo la miraba y le sonreía? ¡Papito! –Dijo Sandra, con una leve cosquilla en el estómago de la emoción porque era el tipo de hombre que ella le pedía al cielo—

--Eso es cierto, muchachas. Ese tipo se deshizo en miradas y atenciones a doña Catalina, pero yo a ella la vi como que ni mu ni fa—Dijo Sofía—

--Sí, es que doña Catalina es una dama, es seria, no va andar coqueteando con un desconocido solo porque es guapo –Dijo Inesita—

-- ¡Cómo vamos asegurar que es del todo desconocido! ¿Ah? Yo vi que había cierta familiaridad—Dijo Mariana—

--Ser amable y atenta no quiere decir que haya familiaridad o algo más: un romance. Además hay un interés en hacer negocios con Ecomoda, así que tiene que tratarlo bien, atenderlo, para que el señor regrese— Dijo Inesita--

--Va regresar – Dijo Mariana, como si pudiera ver el futuro sin las cartas-- ¡Estoy segura! ¡Raro es que doña Catalina lleve tanto tiempo sola, siendo ella tan bonita, de clase, inteligente, con plata! –

--Según tengo entendido, no le ha ido bien en el amor, se ha llevado sus fiascos ¿cómo la ven? ¡Toda bonita e independiente, pero todavía no se encuentra un gordo como el mío! –Dijo Berta—

El cuartel en pleno se echó a reír.

Después de la junta directiva, Beatriz y su amiga Catalina Ángel, se despidieron con un abrazo caluroso y un "nos vemos luego". Doña Catalina había cumplido su misión en Ecomoda por el momento, y hasta que no se tuviera un poco más avanzado el asunto de la próxima colección, ella no tenía mucho qué hacer en dicho lugar. Sin embargo, no era por eso que doña Catalina se fue esa tarde apenas terminó la junta, sino porque tenía otros compromisos con otros clientes que también requerían sus servicios profesionales.

El cuartel se había armado toda una historia de romance entre Catalina y un empresario español que había visitado Ecomoda por asuntos meramente de negocios. Los detalles de cómo habían parado las negociaciones se mantenían en total misterio todavía, ya que ninguna del cuartel se atrevió a preguntárselo directamente, aunque sí utilizaron una de sus fichas (Sofía), para averiguar dicha información, pero en este caso viniendo del primero a bordo en aquel momento: Nicolás Mora.

--Vean, yo con mi jefe no pude averiguar nada. ¡Tenía que ser hombre y para colmo amigo de Betty, porque es igualitico a ella, no suelta ni una palabra! Yo traté de hacer preguntas discretas, ya saben, pero lo que me gané fueron miradas torcidas y que me llamara chismosa –Dijo Sofía—