Die For You (HERMIONE y HARRY)

Capítulo 38

La noche procedió según lo habitual, el clima continuó absolutamente espantoso. A Harry le parecieron borrosos los acontecimientos de ese día. Hermione lo había defendido, por fin dijo que lo amaba frente a sus amigos. Eso le mostró que Hermione estaba dispuesta a estar con él sin importar lo que pensaran las personas.

Después de unos minutos, el clima no había amainado, la lluvia continuaba a cántaros y el viento seguía arrasando la zona. Luna y Neville se marcharon tan pronto no pudieron convencer a Hermione de que estaba completamente loca por quedarse con Harry, incluso Neville ofreció conseguirle una habitación en su residencia para evitar que continuara perdiendo el tiempo en casa de Harry.

Hermione disminuyó la velocidad de su paso, mientras se acercaba a Harry y sintió una pequeña parte de ella entristecerse al verlo, mientras la culpa la golpeaba con fuerza en el estómago. Tratando de tragarlo, se dirigió al sofá frente a Harry.

—Harry —dijo en voz baja, tomando asiento.

Harry se sobresaltó un poco y la miró, obviamente se había perdido en sus pensamientos y no la había oído acercarse.

—Hermione —respondió, más alegre de lo que esperaba. —¿Todo bien ahora?

Ella resopló y le sonrió.

—Sí, todo bien ahora —dijo Hermione con cierta tristeza mientras miraba a Harry.

—Por supuesto —. Su voz era tranquila y trató de mantener el tono ligero e incuestionable —. Es extraño, pero no debemos explicaciones a todos.

—Lo sé —respondió Hermione, asegurándose de mantener las manos quietas, resistiendo el impulso de estirarse y tomar su mano. —Lamento que no hayas peleado con Ron, con Neville, con tus amigos por mi culpa.

Sus palabras fueron sinceras. Hermione realmente lo decía en serio. Realmente se sentía muy mal porque la relación de Harry y ella entorpeciendo su amistad, su amor estaba manchado por la situación en curso con Harry. Parecía que su romance era la razón por la que todos se comportaban alrededor de Harry como una absoluta mierda. Destruyó todo lo bueno que podían pensar de Harry y no le gustaba.

—Yo también, pero sinceramente no debes culparte por todo lo que me pasa, yo me gané a pulso la mala fama —dijo Harry, levantando los ojos para encontrarse con los de ella —. Sé que te sientes mal por haber peleado con Neville, Luna y todos los demás. Sin embargo, estas aquí, conmigo y no puedo evitar sentirme más que afortunado.

La mente de Harry comenzó a deambular de nuevo, Hermione realmente parecía triste por estar separada de sus amigos, pero no con la misma sensación que esperaba. Hermione debió haber visto la confusión en su rostro, lo reflejó solo brevemente hasta que su cerebro se dio cuenta de por qué estaba confundido.

—Ellos no deben juzgarte, no te conocen y su enojo es un bajo precio por estar contigo —dijo Hermione, un tanto avergonzada cuando un rubor se formó en su rostro.

—Sí —dijo Harry, mientras miraba a Hermione con genuina curiosidad, pero trataba de parecer indiferente.

Hermione se movió torpemente en su asiento, completamente desconcertada por el tono que acababa de emanar. Harry se enderezó y arqueó una ceja ante su comportamiento.

—Eres mi primer amor, y si las cosas funcionan entre nosotros como hasta ahora, serás el único —continuo Harry.

Ella había pensado que él quizá había amado a alguien antes, pensó que era Ginny Weasley. La hermana de Ron era perfecta en cualquier sentido. La relación que mantuvieron Harry y Ginny fue intermitente, y Ginny se mofaba de decir que siempre estarían juntos porque él la amaba, pero basándose en la postura, el tono y las expresiones incómodas de Harry, sintió que se estaba perdiendo la mitad de una historia que no sabía que existía.