Capítulo 11

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Los siguientes días pasaron lentamente, aunque cada día su determinación se hizo más fuerte y la idea de tener la compañía de Hermione mantenía su ánimo. Decidieron que ir a Londres no era tan viable, Hermione tenía una semana cargado de tareas y reuniones, y Harry tampoco estaba muy desocupado. En cambio, harían sus compras en Oxford.

Una nueva rutina comenzó a desarrollarse entre ellos: después de la universidad Hermione leía para la escuela, tomaba notas, leía libros para memorizar hechos históricos y buscaba información que podría utilizar para su proyecto, y tomar el té de la tarde con Harry en la sala. Harry hablaba a Hermione con la esperanza de reunir nuevas formas de hacerla feliz y comenzó a leer muchos más libros para compartir tiempo con Hermione.

Por la noche siempre comían juntos y discutían sobre cualquier cosa nueva que habían aprendido durante el día. Los quehaceres parecían dividirse de manera uniforme y natural entre los dos: si Hermione preparaba la comida, Harry limpiaría después sin dudarlo. Cada día que pasaba se volvían más cercanos.

Hermione se despertó el jueves con el sonido del viento azotando con vigor y el pequeño sonido de la lluvia golpeando contra la ventana. Rodó sobre su espalda. Todavía estaba oscuro afuera, la luz que provenía de las farolas era tenue.

Era hora de mudarse, en algún lugar cerca del college, pero no sabía cómo decírselo a Harry. Hermione rodó fuera de la cama con facilidad y se volvió para mirar su cama triunfalmente, con las manos en las caderas y una amplia sonrisa en su rostro. Estaba tan complacida con su progreso. Estaba segura de que podría continuar ahora sin pensar en ser menos.

Una luz brilló sobre ella y Hermione miró hacia el frente para ver a Harry entrar en la habitación desde el baño y mirándola directamente.

—Buenos días —dijo Harry con un brillo en los ojos. La miró y una pequeña sonrisa se formó en su rostro —. Pareces muy complacida contigo misma.

Hermione se dio cuenta de que todavía estaba de pie triunfalmente junto a su cama con una estúpida sonrisa en su rostro. Se sonrojó y dejó caer las manos de las caderas, agarrándose torpemente del codo con la mano opuesta.

—Estaba satisfecha con mi progreso mental —dijo Hermione, sonando un poco avergonzada.

—¡Seguro que le enseñaste a esa mente tuya quién manda! —él le sonrió y se dirigió al armario por su ropa más abrigadora.

Hermione puso los ojos en blanco, pero no pudo evitarlo cuando una pequeña sonrisa pasó por sus labios.

—Entonces, ¿qué te puso de tan buen humor esta mañana? —ella arqueó una ceja mientras él se ponía una sudadera.

—Tu por supuesto ¿A quién no le encanta pasar tiempo contigo? —le sonrió mientras caminaba hacia ella.

—Hmm —gimió Hermione con una sonrisa —por cierto, tengo buenas noticias.

—¿Qué es eso?

Harry ya se había sentado y se estaba poniendo los zapatos, mirándola con curiosidad.

—Creo que estoy lo suficientemente preparada como para rentar un apartamento. Sé que me extrañarás, pero pensé que podríamos vernos muy a menudo —Hermione se puso muy nerviosa —. No es que ponga una distancia sólida entre nosotros.

Harry dejó de ponerse los zapatos para mirarla atentamente, con una pizca de preocupación en sus ojos.

—Sé que dormir justos apesta para ti Hermione, pero en realidad no te debe importar, esta casa es lo suficientemente grande y puedes dormir en otra habitación. ¿Estás segura de que estás bien para irte? —se había levantado y caminado para pararse frente a ella. Colocando una mano suavemente sobre su brazo —. Te ves bien, quiero decir, tu progreso definitivamente ha mejorado y te ves mucho mejor, pero no quiero que te apresures en nada, ¿estás segura?

Die For You (HERMIONE y HARRY)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora