KNIGHT: TRAVESÍA HACIA UN NUEVO DESTINO

Capítulo 37

Yong Sun quería vomitar. Se quedó quieta mientras los sirvientes preparaban cada centímetro de su cuerpo. Dentro de dos horas estaría de pie en el altar, frente a Eric, diciendo las dos palabras que sellarían su futuro con él para siempre. Ella nunca pensó que llegaría este momento. Ella siempre asumió que terminarían la misión mucho antes de este día, que ya estaría de regreso en Knight, pero estaba dispuesta a hacer esto por ellos. En todo caso, había aprendido tanta cantidad de secretos reales que podrían derribar la corte desde adentro, con suerte exponiendo al rey por lo que es.

Ese era el único arrepentimiento que tenía Yong Sun. Se las arregló para adentrarse en todas las mentes de la corte, excepto la que más importaba. Intentarlo solo la dejó postrada en cama, demostrando que no tenía el nivel de habilidad adecuada. Había algo muy oscuro sobre el rey, algo que necesitaba ser detenido. Tal vez si ella terminara casándose con Eric pudiera usar eso como su oportunidad para fortalecerse y revelar la intención oscura del rey.

"¿Mi señora?" Yoo Jin interrumpió sus pensamientos. "Le pregunté si estaba lista?"

Yong Sun aclaró su mente agitando su cabeza levemente, necesitaba estar aquí, no podía permitirse el lujo de perderse en sus pensamientos. Necesitaba estar alerta y consciente. "Sí." Ella respondió.

El grupo de sirvientes la condujo a su cuarto de baño. Su tina estaba llena de un líquido blanco lechoso, una especie de purificación para la boda. Un tipo de símbolo que representaba su espíritu puro, lavándolo en preparación para la consumación. No pudo evitar enorgullecerse del pequeño hecho de que ella no era un alma "pura", Byul se aseguró de eso.

Le dolió el corazón al pensar en la guerrera mientras la sumergían en el baño caliente. Estaba segura de que ya la volvería a ver, a estar con ella. Aún había tiempo... o al menos esperaba que lo hubiera. Apenas había hablado con Tae Oh en los últimos días, lo más probable es que ayer fuera el último encuentro hasta después de la boda, no podían arriesgarse, no ahora. Deseó que anoche la hubiera despertado, diciéndole que todo había terminado, que podían escapar. Pero Yoo Jin la despertó antes del amanecer y escuchó que los sirvientes la sacaban de la cama y comenzaban los preparativos.

Desde entonces, Yong Sun había entrado en un estado sin emociones. Dejó que le hicieran lo que quisieran, convirtiéndola en la novia que no quería convertirse, pero este era parte de su misión, ella sería la distracción que necesitaban. Luego vendrían por ella, se aferró a eso mientras retrocedía en sí misma. Necesitaba seguir adelante.

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Tae Oh esperó toda la noche. No podía permitirse dormir y permaneció alerta toda la noche asegurándose de que, si escuchaba un susurro de un ataque, estaría en la habitación de Yong Sun, sacándola de este lugar. Sin embargo, toda la noche pasó sin noticias, lo que era una buena señal. Todavía tenía que mantener las apariencias hasta que hubiera alguna señal de los demás. Todo tenía que estar seguro antes de que huyeran o no tendrían éxito.

Tae Oh esperó con anticipación toda la noche y hasta que la luz de la mañana comenzó a aparecer en el horizonte. No quería nada más que subir a la habitación de Yong Sun ahora mismo y llevarla lejos de aquí porque en dos horas estaría atada a Eric en algo más que una promesa. Sabía que Yong Sun haría cualquier cosa para cumplir con la misión, incluso lo que continuaba después de la boda. No quería eso para ella, ninguno de ellos lo quería. Había una cosa que podía hacer ahora mismo. Pasó trabajando toda la noche en eso, algo que podía hacer por Yong Sun.

Jin esperó fuera del cuartel, tal como Tae Oh le pidió. Tae Oh conocía a Jin desde hacía muchos años, se unió después de que Tae Oh y Byul volvieran del frente. Se convirtió en informante de Henry, dándole todo tipo de detalle sobre su hogar natal. Lo cual le ayudó a tener un lugar en el castillo y no en las líneas del frente de batalla. Tae Oh intentó odiarlo al principio, por salirse con la suya con tal privilegio, pero Jin era todo menos un chico engreído. Luchó duro por su puesto, convirtiéndose en el tercero al mando luego de Moon Byul. Todas estas memorias eran difíciles de creer ahora. Habían pasado tantas cosas desde que murió el padre de Yong Sun que todo parecía eventos de otra vida y Tae Oh sabía que no había sido un gran líder desde su regreso.