KNIGHT: TRAVESÍA HACIA UN NUEVO DESTINO

Capítulo 9

Ernesto era un anciano. Tae Oh también tenía razón acerca de que él parecía inofensivo, en sus ojos se podía percibir una persona amable. Aun así, Byul se mantuvo alerta y cerca de Yong Sun. Tae Oh tomó la delantera como siempre, Yong Sun estaba en el medio y Byul estaba en la retaguardia. Habían estado examinando al hombre desde una de las ventanas de su tienda durante unos minutos, incluso antes de que se acercaran a la puerta. Era una casa de dos pisos, hecho de ladrillo gris antiguo. Tenía dos puertas, una en la parte delantera, una en la parte trasera y un total de diez ventanas. Eso significa un total de doce salidas visibles, pero no saber la parte interior completamente iba a ser un problema. Al menos tenían una idea sobre un posible escape de ser necesario.

La tienda en sí era una especie de mensaje para el rey del Norte quien erradicó la magia en el sur. La herbología era visto como un tipo de magia, incluso si solo era realmente hierbas y tal, pero el hecho de que a Ernesto se le conozca como un brujo denota cierta curiosidad. Tae Oh finalmente indicó que podían entrar a la tienda y, sin pensarlo, entraron en una fila. Byul pudo ver a Yong Sun preparándose, su postura se enderezó y hubo una sensación de poder proveniente de ella, la princesa había regresado.

El interior de la tienda era similar otras botánicas a las que Byul había ido a lo largo de los años, estaba repleto de mesas, estantes y armarios, cada uno lleno de botellas, hierbas u otros objetos, por lo que no había mucho espacio para moverse alrededor. Tan pronto como la campana sobre sus cabezas sonó cuando abrieron la puerta, el hombre apareció detrás del mostrador. Les ofreció una sonrisa amistosa, pequeñas arrugas formándose alrededor de sus gentiles ojos marrones. No se perturbó cuando vio a tres personas encapuchadas entrar a su tienda. Tae Oh pensó que sería mejor si ocultaban sus rostros hasta el momento adecuado. "Hola, bienvenido a mi tienda". Hizo una leve reverencia. "Soy Ernesto, ¿en qué puedo ayudarles?"

Tae Oh dio un paso adelante y, automáticamente, Byul se acercó a la princesa, asegurándose de que estuviera protegida. Lentamente se quitó la capucha y le dio una sonrisa amigable al anciano. "Soy Jong Yoon, estas son mis hermanas. Nos enviaron aquí porque puede que usted tenga una información que necesitamos".

Ernesto lo miró detenidamente. "Le aseguro que, sea lo que sea por lo que les enviaron aquí, no tengo sus respuestas a menos que esté relacionado a hierbas medicinales". Había una fuerte advertencia en su voz, la cual obviamente entendieron que estaba tratando de decir algo más allá de sus palabras. "Ahora, si necesitan un elixir, puedo ayudarlos". Hizo un gesto alrededor de la habitación. "Pero si hay algo más que estaban buscando, lo siento, pero no puedo ayudarlos".

"Por favor, señor." Yong Sun dijo, haciendo que la sangre de Byul se enfriara y avanzó para agarrar a la princesa y evitar que cometiera un error. Incluso Tae Oh giró, pero ya era demasiado tarde, Yong Sun removió su capucha y reveló su rostro.

El rostro de Ernesto se puso blanco mientras miraba a Yong Sun por un buen minuto, todos en completo silencio. Su mano finalmente fue a su corazón y una pequeña sonrisa se extendió por su rostro. "Princesa, estoy muy contento y honrado de verla". Se veía al borde de las lágrimas. "Pensé que, con la muerte de su padre, algo terrible le había sucedido".

Byul permaneció un poco sorprendida por su reacción, ella todavía no confiaba en él, no cuando se trataba de la seguridad de Yong Sun. "Entonces, supongo que después de todo, puede ayudarnos". Tae Oh comentó.

Ernesto lo miró. "Mis disculpas, Jong Yoon, pero muchos me han buscado y la mayoría piensa que, de alguna manera, puedo despertar la magia en esta tierra. Algunos han intentado matarme por conservar viva la memoria de la magia. Nunca sé quién vendrá próximo a buscarme".

"Mi nombre es Tae Oh". Dijo educadamente con una reverencia. "Entiendo su posición y gracias por escucharnos".

"Por supuesto." Dijo Ernesto. "El día que nació la princesa hice un juramento para protegerla a toda costa".