Capítulo 5

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Se repetía una y otra vez. Su padre muriendo frente a sus ojos. Un charco rojo acumulándose alrededor de su cuerpo, la expresión vacía en su rostro, la sangre en sus labios. De momento podía ver al asesino, una sombra alta junto a la ventana, con la espada ensangrentada en la mano. El rostro del asesino cambiaba en instantes. Eric, el rey Henry, la madre de Yong Sun, y la peor es la propia princesa. Se ve a sí misma con un cuchillo cubierto en la sangre de su padre, una sonrisa cruel formándose en sus labios. Ella es la razón de su muerte, fue ella quien causó todo esto y nunca podrá perdonarse a sí misma. El sueño empeora cuando ve hundir el cuchillo en el corazón del rey, una y otra vez. Mirándolo caer al suelo, ojos puestos en él mientras muere. Una mano descansa sobre el hombro de Yong Sun, arrancándola del infierno en el que se encontraba. Sus ojos se abrieron, y se encontraron con una cara preocupada frente a ella. Le tomó un minuto volver a la realidad, con el corazón retumbando en su pecho. Yul estaba arrodillado delante de ella. Yong Sun respiró hondo y se sentó lentamente. Estaban en el bosque, habían huido de su casa, su infierno no era solo un sueño, su padre estaba muerto. Esta era la segunda vez que lo recordaba luego de despertar. Al menos la última vez que durmió fue más placentero. Incluso, tuvo un sueño que no podía recordar, pero recordaba el extraño sentimiento de comodidad.

Yul todavía estaba frente a ella, mirándola como si estuviera esperando a que hiciera algo. "Al menos no te abofeteó esta vez". Tae Oh estaba cerca de su caballo, atando sus pertenencias.

Yong Sun miró entre ellos. "Estabas dando vueltas mientras dormías". Dijo Yul suavemente, ignorando a su amigo.

Yong Sun respiró temblando. "Lo siento". Susurró.

Yul sacudió la cabeza. "No necesitas disculparte". Le brindó una pequeña sonrisa. "Como dijo Tae Oh, al menos esta vez no recibí una bofetada". Le tendió el agua. "Toma."

Yong Sun iba a negarse, pero tenía la garganta tan seca que tomó un largo sorbo. "¿Qué hora es?"

"Casi puesta del sol". Respondió Tae Oh. "Te las arreglaste para dormir todo el día".

Yul lo miró con enojo, una conversación secreta que Yong Sun no pudo escuchar. "Tae Oh irá al pueblo ahora". Dijo mientras le entregaba un poco de comida seca a Yong Sun, no estaba segura de qué era, pero tenía demasiada hambre para discutir. "No es muy delicioso, pero es todo lo que tenemos".

"Y es de Yul ..."

"Suficiente Tae Oh". Yul lo interrumpió antes de que pudiera continuar.

Tae Oh rodó sus ojos. "No tardaré. Como máximo, una hora. Mientras más rápido mejor". Él cerró las cuerdas de su bolso. "Ustedes dos deben estar empacados y listos cuando regrese para seguir nuestro recorrido".

Yul se había alejado de la princesa y ahora estaba de pie, mirando a su amigo. "Conozco el plan Tae Oh".

Le dio a Yul otra mirada que Yong Sun pudiera descifrar. "No te descuides". Se echó la mochila al hombro y comenzó a alejarse antes de que Yul pudiera decirle algo. Yong Sun se sentó allí tratando de entender de qué estaban hablando, sus bromas le ayudaron a olvidar su sueño.

Ella observó a Yul mirar a Tae Oh mientras desaparecía entre los árboles. Estaba rígido, más tenso, ahora que su amigo se había ido. Yong Sun sintió que sus ojos miraban el cuerpo de Yul. Era pequeño para un hombre, no parecía un gran guerrero, pero si mirabas lo suficiente, como lo estaba haciendo Yong Sun, podías ver los músculos ocultos debajo de su uniforme. Sintió que su ritmo cardíaco se elevaba un poco y su cara se puso roja. ¿Realmente estaba mirando a este guerrero? Tenía que sacudirse los pensamientos, él pronto sería uno de sus guerreros, si alguna vez volvía a reunirse con Eric. Tal vez fue una bendición disfrazada porque ahora era libre, no tenía que regresar si no lo deseaba.

KNIGHT: TRAVESÍA HACIA UN NUEVO DESTINODonde viven las historias. Descúbrelo ahora