One shot - Ben Hardy

Desconocido 🔥🌿

Me encontraba en el metro de Londres, como siempre, es un desastre. Este horario es el infierno, entran tantas personas en el lugar que a veces no te dan espacio ni siquiera para respirar.
Hoy no es muy diferente, siempre tomo el metro una parada antes de que el caos entre. A pesar de que subo antes de que el infierno comience, nunca encuentro lugar para sentarme, siempre voy de pie.

Llegamos a la parada del demonio y todas las personas entraron apresuradas, como si un grupo de zombies estuviera detrás de ellos. Me fueron acorralando contra una esquina hasta que sentí chocar contra otro cuerpo.
Levante mi mirada y encontré a un guapo chico que me miraba con una ceja enarcada.

— Lo siento — susurré tratando de separarme de él pero las otras personas me empujaban de vuelta hacia el chico.

— No te preocupes, puedes quedarte en ese lugar.

Asentí sonrojada.

El gran vehículo comenzó a moverse, las luces de pusieron tenues por ser de noche, siempre lo hacen para la comodidad de los pasajeros que llegan cansados.

El hombre delante de mi me empujó haciendo que mi trasero se pegue al paquete del chico rubio.

— Lo siento — murmure con mis mejillas rojas.

— No te preocupes.

Los minutos pasaban y en un momento sentí la mano del chico por mi cadera.

— Lo siento — susurró, no entendí a que se refería hasta que sentí su ereccion en mis nalgas.

— N-no te preocupes, es algo natural.

Asintió.

El maldito hombre de delante volvió a empujarme y esta vez mi trasero se restregó con su ereccion. Sus manos apretaron mi cintura.

Me quedé rígida sintiendo como sus manos acariciaban mi cuerpo, sus dedos bajaban hasta el final de mi falda entablada y subían hasta mi cintura.

Hacia tanto que no me acariciaban así.

— ¿Te molesta? — preguntó en mi oído.

— No — susurre.

Metió una de sus manos por debajo de mi camisa, acarició mi piel hasta llegar a mis pechos.
Sus dedos tiraban de mis pezones, mordí mi labio para evitar gemir mientras miraba al rededor para que nadie nos viera pero todos nos daban la espalda y estaba lo suficientemente oscuro.

Tire mi cabeza hacia su hombro y una de mis manos se deslizó hacia su pantalón, acaricié su gran falo. Se notaba de gran tamaño.

— ¿En donde te bajas?

— En la última parada — murmuré.

— Yo igual.

Faltaban cinco paradas para llegar.

Sus manos dejaron mis pechos y bajaron hasta el final de mi pollera, subió sus manos rozando mi piel con una malla negra.
Apretó mi trasero mientras con la otra mano estimulaba mi clitoris. Tuve que tapar mi boca con una mano para que nadie escuchara.

— Lo siento — susurro, no entendí a qué hasta que sentí como rompió mi malla.

Corrió mi tanga a un lado y tocaba mi vagina húmeda. Metió un dedo lentamente. Apreté con mi mano su camisa.

— Estas lista para mi — susurro en mi oído dejando besos por mi cuello.

— Follame — susurre. 

Sonrió malvado, escuché como bajaba el cierre de su pantalón y rasgaba el paquete del condon.

— Inclínate solo un poco.

Hice lo que me pidió, una de sus manos se encontraba en mi cadera levantando mi falda y la otra ayudaba a su pene a encontrar mi abertura. La encontró en segundos. Me pegó a su pecho mientras se movía con lentitud. Si se movía con rapidez haría que nuestras pieles sonaran al chocarse y se darían cuenta.

— Estas tan apretada — jadeo.

— Y tú estás tan grande — susurre.

Mis manos estaban en su cadera, su pelvis se movía con lentitud.
Odiaba no poder hacer ruido pero era excitante el pensar que cualquiera de estas personas podría descubrirnos.

Minutos después las luces parpadearon y él se apresuró en salir de mi, sacarse el condon y acomodarnos nuestra ropa.
Estaba enojada,¿en que momento llegamos a nuestra parada?

— ¿Quieres venir a mi departamento? Vivo aquí al frente.

— ¿En serio? Yo también, que raro que no nos hayamos visto antes y si, me gustaría ir a tu departamento.

Solamente cruzamos la calle y entramos al edificio donde Jerry estaba en la puerta como todos los días.

— Señor Hardy, Señorita Maslow.

Abrió la puerta para nosotros, nos adentramos en el adorable lobby y caminamos hacia el ascensor.

— Así que tu apellido es Maslow ¿cual es tu nombre?

— Lily ¿y tu, desconocido?

— Soy Ben Hardy.

Nos dimos sonrisas cómplices cuando llegamos al piso doce.

— Vivo en el piso de arriba, quizás por eso nunca nos hemos topado — hablé.

— No te preocupes que ahora iré a verte casi todos los días — me guiño un ojo.

Entramos a su departamento, tan solo cerrar la puerta me ataco a los labios.
Me alzó desde las piernas colocándome en su cadera, camino hasta su habitación donde me tiro sobre la cama.

— ¿Quieres seguir donde nos quedamos o quieres unos juegos antes?

— Quiero que me folles ya, tendremos otro día para juegos, quiero sentirte dentro otra vez.

Sonrió al escucharme.
Ambos nos quitamos la ropa con rapidez, tiró de mi tobillos hasta la orilla del colchón. Rasgo otro sobre de condon, se lo puso y pude apreciar  su tamaño, era de color rosa, grande y se veía algunas venas por los costados. Simplemente delicioso.

— Ben — gemí cuando lo sentí enterrarse en mi.

Jadeo tomando mis piernas y colocándolas en sus hombros.
Esta vez sus embestidas fueron bruscas y rápidas.

— Aah — gemí arqueándome — si, si, que rico.

Sus manos apretaban mi pecho, tenía su labio inferior metido entre sus dientes y el ceño fruncido. Creo que nunca veré nada más sexy que eso.

Sus manos apretaron mi cintura acelerando sus movimientos, el sonido de nuestra piel chocando se escuchaba en toda la habitación.

— Ay Ben, justo ahí — me arqueé.

Su pene encajaba perfecto en mi, como si estaríamos hechos el uno para el otro.

— Más rápido — jadee.

Aceleró sus movimientos colocando una rodilla sobre la cama. Sus jadeos me llevaban al cielo.

— ¿Estas cerca, hermosa?

— Si — gemí.

Siguió penetrandome hasta que ambos llegamos al orgasmo.

— Eso fue extraordinario, nunca hice algo parecido.

— Yo tampoco, eso de acostarme con desconocidos no es mi onda — reí.

Ben me invito a pasar la noche en su departamento y acepté.

Los días pasaron y todas las noches nos encontrábamos para coger un momento. Semanas más tarde Ben me invitó a una cita y dije que si.
Espero que logremos ser algo, me gusta este chico.