Historias cortas de los personajes de la serie/manga Jujutsu Kaisen. ˎˊ˗
━Clasificado con contenido adulto debido a que se presentará material que puede ser perjudicial para algunos, sólo en ciertos capítulos.
━Sin presencia de oc, personaje respect...
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Te diste la vuelta para enfocar toda tu atención a tu espalda, ante el característico ruido de la puerta al ser abierta. Una punzada de decepción hizo que borraras la sonrisa de tu rostro que sin querer se había manifestado ante la posibilidad de que aquella persona que tanto querías ver se presentara frente a ti. Sin embargo, volviste a sonreír al ver al pequeño niño de al menos cinco años de edad, acompañado de su madre, y quien sostenía en una de sus diminutas manos una pequeña bolsa con al dibujo de un dinosaurio pintado en un lado de ella.
Una de tus empleadas se acercó a los recién llegados para atenderles, mientras volvías tu atención al montón de papeles que se acumulaban sobre la mesa y que no eran más que un montón de problemas en el día de hoy.
Sabías que la idea de abrir una nueva pastelería y amasandería era difícil, sobretodo al ser una joven soltera, sin otra persona que te ayudara en el tema de los papeleos y administración del dinero, no obstante, eso no te detuvo de abrir las puertas de tu nuevo negocio. No esperabas que en poco tiempo, aquel negocio que comenzó como algo para probar suerte, se convirtiera en algo mucho más grande, llevando a expandir tu local y contratando a alguien te ayudara a cubrir aquella clientela que se volvió más extensa y leal.
Pero aunque tenías a una persona que ayudara a cubrir los pedidos, no tenías gente de confianza que te ayudara en el tema contable.
Las hojas con los cálculos del mes, más los contratos, te recordaban la parte dura de tener que manejar un negocio propio. Aún así no te arrepentías en ningún segundo, ni siquiera al sentir el leve indicio de jaqueca, manifestándose en la parte delantera de tu cabeza.
─¡Que tenga una buena tarde! ─el saludo amistoso de tus empleada y amiga se escuchó a la distancia.
El agradecimiento de la mujer acompañado por el leve agradecimiento de aquel pequeño fue lo último que se escuchó antes de que la puerta volviera a abrirse y cerrarse, sumiéndote en el silencio que anteriormente te encontrabas.
─Ese pequeño siempre nos recuerda lo mucho que ama las galletitas con forma de dinosaurio ─avisó ella, apareciendo a tu costado con lentitud, sin querer interrumpirte abruptamente─. Sigo pensando en lo tierno que es que usted haga galletas sólo para él.
La mano con la que estabas haciendo los cálculos, se detuvo para levantar la vista a ella.
Sabía a que se refería.
Aquel pequeño había venido por primera vez hace unos meses atrás, indeciso sobre que dulces pedir de entre todos los que estaban en el mostrador. Le ayudaste preguntándole cual era su sabor favorito de entre todos, diciéndole que al conocer sus gustos podrías distinguir cuales serían sus galletas elegidas. El infante con una sonrisa tímida te comentó lo mucho que amaba las nueces y el glaseado de chocolate. Fue en ese momento que le presentaste una de tus galletas, recordando el momento exacto en el que la mordió, y con una sonrisa brillante te expresó lo mucho que le gustaban.
