Historias cortas de los personajes de la serie/manga Jujutsu Kaisen. ˎˊ˗
━Clasificado con contenido adulto debido a que se presentará material que puede ser perjudicial para algunos, sólo en ciertos capítulos.
━Sin presencia de oc, personaje respect...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
─Tu hermano acaba de ser golpeado. Se encuentra en el patio trasero, donde los mayores van a fumar.
La cuchara que iba en dirección a tu boca, se detuvo a medio camino, ante el aviso de tu compañera de salón mientras tomaba asiento frente a ti de manera despreocupada.
Tus ojos se movieron por la cafetería, buscando una señal de tu tonto hermano pequeño, junto a la mesa de los que llamabas perdedores y que tu hermano te corregía diciendo que eran sus amigos.
Al no encontrarlo, lo dicho por tu compañera pasó de la sospecha a ser algo casi verídico. Tu hermano no era alguien que se saltaba los almuerzos así como así.
Con un suspiro de cansancio, y el remordimiento por ser una mala hermana al no ir de inmediato en su ayuda, soltaste la cuchara con la que tomabas tu sopa, dejándola sobre la mesa con brusquedad.
Tomaste la bandeja de comida, y con pesar la guardaste junto al resto de bandejas sucias.
─Ese idiota me debe un almuerzo cinco estrellas ─murmuraste, apretando ligeramente los puños a tus costados.
Saliste de la cafetería en dirección al patio que tu compañera había mencionado, odiando estar allí.
Ese lugar era conocido por ser el lugar que los profesores y directores iban una vez cada tres meses. Era usado como casino para los matones que se aprovechaban del dinero de los otros; o como motel para los enamorados que querían meterse mano sin pudor.
No querías ser asaltada por algún idiota y tampoco tenías novio del que aprovecharte, pero esa era la dirección que seguías, y todo para asegurarte que tu hermano estuviera bien.
Te sobresaltaste al escuchar un gemido venir a la vuelta de la esquina.
Lo primero que vino a tu mente fue que tal vez encontrarías a una pareja en pleno acto caliente, haciéndote querer huir de allí. Aunque esa idea fue borrada al escuchar otros cuantos quejidos.
─¿Orgía? ─te preguntaste en un murmullo sorprendido.
Por un momento te replanteaste si seguir tu camino, hasta que escuchaste una voz masculina por entre los gemidos.
─"Yo no los mataré, así que no me maten, por favor". Pueden cambiar "matar" por cualquier cosa. Es una regla que sirve como mecanismo para que no hagan nada para dañar la dignidad de los demás. Romper esa regla, actuar como si ustedes mandaran y ser tratados con pinzas.
Esa voz no era la de alguien disfrutando un tiempo de pasión, eso mismo te dio valentía y te motivó para caminar los pocos pasos que te quedaban y dar vuelta la esquina.
Tu boca se abrió sorpresa y puede que no te hayas topado con dos alumnos follando, pero ver a un muchacho sobre una montaña de cuerpos fue tan insólito como eso.
