Historias cortas de los personajes de la serie/manga Jujutsu Kaisen. ˎˊ˗
━Clasificado con contenido adulto debido a que se presentará material que puede ser perjudicial para algunos, sólo en ciertos capítulos.
━Sin presencia de oc, personaje respect...
"Escape" (Parte 1 de 2) Advertencias: lenguaje vulgar y violencia. Historia narrada en tercera persona.
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─Cállate, maldita sea ─murmuró aquel joven de hebras rosadas con el dorso de su mano en la frente, haciendo presión.
Ya era casi una costumbre para Itadori escuchar la voz dentro de su cabeza procedente de la maldición dentro de él, quien no dejaba de hacerse notar ya sea para hacer mostrar su frustración por no poder salir, u ofreciéndole alguno que otro comentario hiriente, buscando jugar con las emociones del joven.
Eso era nada en comparación a lo que ahora estaba sintiendo.
Habían momentos en los que podía controlar a Sukuna sin problema alguno, mientras que otros días, se le complicaba tanto, al punto de encontrarse temeroso por soltar aquella violencia acumulada dentro de él sin su consentimiento.
Hoy era uno de esos momentos difíciles.
Desde hace unos días, lo que era una voz lejana, como el ruido de una estática a un volumen moderado, se volvió lo bastante ruidosa como para pensar en nada más que las palabras y quejas de aquella maldición, volviendo voluble su humor y complicado de contenerle.
El muchacho volvió a trastabillar con sus propios pies al tratar de permanecer erguido, al mismo tiempo que la maldición con voz grave y urgencia le gritaba que necesitaba salir para satisfacer sus deseos. Deseos a los que sólo llevarían a la tragedia y desgracia. Porque si aquella maldición salía sin algún tipo de control de la forma en la que estaba, no quedaría nada más que destrucción y lamentos.
─¡HAY QUE ACABAR CON TODOS! BAÑAREMOS AL MUNDO EN UN RIO DE SANGRE. ¡OH, CUANTO ANSIO ESO! PUEDO SABOREARLO ─las estrepitosas carcajadas resonaron en su mente.
El cuerpo del chico chocó contra la pared, lo suficientemente fuerte para desorientarlo por unos breves segundos. Buscó apoyo en ella para volver a suprimir aquella alma que competía contra sus instintos y fuerza.
Los dedos apoyados sobre el concreto se flexionaron, aferrándose a algo desesperadamente.
Las risas de la maldición comenzaron a aumentar en fuerza y volumen, como un eco.
─NECESITO A UNA JODIDA MUJER AHORA MISMO. QUIERO TENER ENTRE MIS MANOS AQUELLA MISERABLE VIDA Y QUE ME SUPLIQUE CLEMENCIA.
─Ne-Necesito llegar... El pro-profesor ─balbuceó Itadori, abriendo sus cuencas con horror al ver el leve indicio de las marcas negras alrededor de sus muñecas, asomándose bajo la tela del uniforme.
Su plan era llegar cuanto antes con su profesor, para que mantuviera a raya aquella maldición antes de que todo saliera mal y luego nada ni nadie fuera capaz de detenerlo.
─¿Itadori? ¿Estás bien? ─la dulce y melodiosa voz de aquella muchacha a su espalda, fue lo suficiente para llevar al nombrado en un espiral de miedo y anhelo.
