Historias cortas de los personajes de la serie/manga Jujutsu Kaisen. ˎˊ˗
━Clasificado con contenido adulto debido a que se presentará material que puede ser perjudicial para algunos, sólo en ciertos capítulos.
━Sin presencia de oc, personaje respect...
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No era la primera vez que pisabas aquel recinto escolar, pero si había pasado bastante tiempo desde la última, trayéndote recuerdos que era mejor dejarlos atrás.
Creías que una vez que te graduarías nunca volverías a cruzar aquellas puertas, pero sabías que eso era imposible desde que tus padres decidieron colocar a tu hermano menor en ese lugar. Es por ese motivo que ahora te encontrabas allí, esperando poder encontrártelo.
Nunca pensarías que tu madre te obligara a venir para dejarle su almuerzo, sólo porque tu hermano salió de la casa de forma apurada dejando la comida en la mesa.
Seguías refunfuñando sobre lo injusta que era la vida, mientras agarrabas la bolsa con el almuerzo, y con tu mano libre mirabas el celular, pendiente en los mensajes de texto de tus compañeros preguntando por tu paradero.
El propio almuerzo que tenías planeado junto a ellos, se vio retrasado por aquella obra buena del día. Y no ayudaba que tu estómago doliera levemente, pidiendo algo de comida. Si no fuera porque recibirías una buena reprimenda, abrirías la comida que llevabas para tu hermano y te la comerías gustosa.
─¿Por qué estás tan callado de repente? ¡Que me mires!
─¡¿Qué hiciste?! ¡¿Qué es lo que hacías?!
La voz de dos jóvenes se escuchó a escasos metros de ti, logrando que levantaras la vista del celular que llevabas en la mano.
Tus pasos se detuvieron bruscamente al ver la escena frente a ti.
Una joven de cabello marrón claro estaba tirando de la mejilla de un joven, mientras que por el otro lado un joven de cabello rosa tiraba de la mejilla por el lado contrario. Y a pesar de lo graciosa que podría ser la situación, no podías dejar de mirar al muchacho del medio, quien sufría por los jalones de ambos.
Aunque estaba de espaldas a ti, estabas totalmente segura de que aquel hombre era el mismo que hace unos escasos años atrás era tu compañero. Reconocías ese cabello negro a la perfección. La visión de su espalda, hombros y cabello por la parte posterior era una que tenías de forma seguida, recordando como aquel muchacho se posaba delante de ti buscando protegerte de todo y todos.
Definitivamente Fushiguro Megumi era alguien imposible de olvidar.
A pesar de los nervios que sentías por verlo de forma tan repentina, te decidiste a abrir la boca esperando que aquella no fuera una broma creada por tu mente. No era la primera vez que creías haberle visto por la calle, y a la segunda mirada que dabas resultaba en nada más que una mentira.
─¿Megumi?
Ante tu voz repentina, los dos jóvenes que se encontraban tirando de sus mejillas, le soltaron de forma brusca logrando que aquellos cabellos oscuros saltaran levemente por el movimiento. El cuerpo de Fushiguro pareció tensarse levemente, antes de dar la vuelta de forma leve para girar en tu dirección.
