Okkotsu Yūta

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"En problemas"
Advertencias: no.
Contiene una ligera mención del capítulo 137 del manga. Leer con precaución.

Desde que tenías uso de razón, veías cosas que tal vez no estuvieran allí

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Desde que tenías uso de razón, veías cosas que tal vez no estuvieran allí. Seres de diferentes tamaños, colores y formas, pero todos con la misma presencia maligna.

Cuando niña pensabas que eran esas típicas cosas que decían los adultos, en donde los niños veían cosas que no estaban allí debido a su mente inmadura. Eso asociado a la pérdida temprana de tus padres, reforzo aquel ideal en el que tal vez veías cosas que no estaban allí debido a la ausencia de una figura adulta que velara por ti de una manera que necesitabas.

Aunque nunca dejabas de preguntarte que si aquel era el caso, ¿por qué veías cosas tan horrendas? Esas mismas cosas que a veces encontrabas aferradas en las personas, como si estuvieran a punto de ser devoradas.

Al momento de crecer y alcanzar la madurez que tenías ahora, te diste cuenta que nada de eso era inventado por ti como te lo hicieron creer. Siendo esos seres lo bastante reales y poderosos como para acabar con la vida de alguien. Eso lo aprendiste por las malas, al ser testigo de la muerte de una de tus compañeras de clase, la que días antes de su muerte llevaba sobre su cabeza un monstruo con sus garras enterradas en sus sienes, motivo por el cual se quejaba del dolor de cabeza.

Intentaste seguir adelante, expresando que la muerte de la joven no era culpa tuya. Sin embargo, el recuerdo de ella sonriendo en el puesto a tu lado, con la maldición a unos centímetros de ti, te dio a entender la mentira de eso y en lo fácil que hubiera sido si simplemente en ese momento sacaras el cuchillo que llevabas en tu mochila para apuñalarle, y el que descubriste mataba a esos seres luego de cubrirlo por accidente con una clase de luz que salía de tus manos.

Esa misma culpa era la que ahora atenazaba tu corazón al ver a una niña pequeña, la que te recordaba a ti hace unos años atrás. Viéndose tan solitaria e ignorante a su alrededor.

En cambio tu percibias el peligro en el aire, el mismo que ahora bañaba las calles debido a la gran cantidad de seres monstruosos inundando la ciudad de una forma repentina y tenebrosa.

No sabías que diablos pasaba y eso te llenaba de miedo e incertidumbre. No te creías capaz de librar batalla contra todos los monstruos, mientras que al mismo tiempo no eras capaz de quedarte de brazos cruzados otra vez.

¿Es que acaso soy la única que los ve?, te preguntaste mentalmente, mientras apretabas la mochila entre tus brazos, sintiéndote reconfortada por el filo dentro, en caso de que algo pasara.

La pequeña, abrió la puerta de la tienda en la calle del frente, dejándote sentir el aire. Y a pesar de la distancia, tus terminaciones nerviosas se pusieron en alerta ante el peligro en el cual se estaba internando.

─¡Espera! ─gritaste como llamado, ante el vacío de las calles─. ¡No entres allí, niña!

Estiraste tu brazo, como si con eso lograras atraer a la pequeña desde lejos. No obstante, la infante ignoró tus palabras o simplemente no las escuchó porque entró de todas formas.

CURSED TALE ─jujutsu kaisen one shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora