Historias cortas de los personajes de la serie/manga Jujutsu Kaisen. ˎˊ˗
━Clasificado con contenido adulto debido a que se presentará material que puede ser perjudicial para algunos, sólo en ciertos capítulos.
━Sin presencia de oc, personaje respect...
"Extraño" Advertencias: no. Continuación de "No es momento" (Episodio extra)
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─No lo entiendo ─comentó el peliblanco, alargando la última vocal con frustración.
Getō observó a su amigo quién a pesar de llevar aquellos lentes oscuros, supo exactamente que su atención estaba donde te encontrabas, por la posición de su cuerpo.
Las manos empuñadas bajo el mentón de Satoru, se movieron para aplanarse sobre sus rodillas.
El pelinegro suspiró negando con la cabeza una y otra vez, sin poder creer lo malo que a veces era Gojō para leer a la gente.
─No entiendo por qué no me dirige la palabra ─volvió a hacer la misma pregunta que le ofrecía desde hace unas semanas. Todo debido a tu silencio con el peliblanco.
─Y justamente por eso mereces que te ignore ─respondió Suguru, queriendo irse de allí para evitar seguir escuchando las quejas del oji celeste. Lamentablemente para él, eso era bastante complicado sabiendo que Satoru iría en su búsqueda para seguir con su diatriba.
─¿Ah? ─la mueca en el rostro del joven sería graciosa para cualquiera de fuera, en cambio para Suguro fue el comienzo de un dolor de cabeza.
─Hoy tendremos una misión ─habló Getō, intentando llevar la conversación por otra senda.
─¿La tenemos?
─Hay que apoyar a Utahime. Son órdenes del director.
El peliblanco, en su posición sentada, llevó su cabeza atrás, apoyando uno de sus codos en el césped.
Suguru volvió a prestar atención a sus compañeras practicando lo enseñado en clases en pleno patio al aire libre, notando por el rabillo del ojo como las manos del joven iban al bolsillo delantero de su pantalón, buscando algo en ellos.
Suguru observó con algo de curiosidad la mano derecha de Gojō, la que se cerró en puño manteniendo lo que fuera que tuviese dentro de su agarre.
─Eso no tiene nada de divertido ─comentó el oji celeste, refiriéndose a las órdenes del profesor.
Las palabras de Satoru pasaron por alto para Getō al ver el brillo dorado proviniente de un pequeño anillo por entre las falanges del joven. Siguió mirando la joya con una mirada perspicaz, aún cuando el peliblanco se colocó dicha argolla en su meñique, sin importarle el tamaño angosto, entrando apenas a la mitad de su dedo.
─Me parece familiar ─Getō expresó sus pensamientos en voz alta, sin dejar de mirar el meñique de Satoru.
─Tal vez lo viste en el dedo de una mujer irritante ─fue su única respuesta.
Satoru se bajó los oscuros lentes, posando sus ojos celestes por sobre ellos con el ceño fruncido en molestia. Su mirada nuevamente puesta en ti, viéndote ofrecerle tu completa atención al profesor Yaga, una vez finalizada tu práctica con Ieiri.
