Historias cortas de los personajes de la serie/manga Jujutsu Kaisen. ˎˊ˗
━Clasificado con contenido adulto debido a que se presentará material que puede ser perjudicial para algunos, sólo en ciertos capítulos.
━Sin presencia de oc, personaje respect...
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─Señorita, (Nombre)
Tu dedo índice se detuvo sobre la cabeza de la pieza del caballo, deteniendo el movimiento en el tablero de ajedrez.
El director frente a tí permaneció estoico y con su atención frente al tablero, esperando por tu próximo movimiento.
Con lentitud y algo de curiosidad tu dedo se levantó de la pieza, prestando atención al recién llegado quién dio una reverencia a los presentes, consciente de su abrupta aparición.
─Ijichi ─con un leve asentimiento diste el permiso para que continuara con el asunto que tenía entre manos.
─Nanami acaba de informar sobre el avistamiento de la maldición especial. Dijo que iba a ir tras él, aunque me temo que se encuentra herido. Y me preguntaba ─sus ojos oscuros se cruzaron en los tuyos con toda su atención puesta en ti─. Si podría ir en su ayuda.
Apoyaste tu codo sobre la mesa en el frente, llevando el dedo índice al mentón con una expresión de indiferencia contraria a tus verdaderos sentimientos.
Por el rabillo del ojo observaste al director Yaga cruzarse de brazos, aclarando su garganta.
─Él es muy capaz de lidiar con una maldicion especial aún en su estado. Deberías confiar en sus habilidades, Ijichi ─expresó el director Yaga.
─Yo... Lo lamento... Es sólo que pensaba en... ─el hombre acomodó sus anteojos con nerviosismo.
─Lo entiendo, y tus intenciones son buenas ─prosiguió.
─¿Y Gojō? ─preguntaste de forma vaga.
─De viaje ─respondió Ijichi.
Al no trabajar directamente en esa escuela, desconocías el paradero del peliblanco, no obstante, por tus constantes visitas para impartir algunos consejos a los alumnos o ir a jugar ajedrez con el director Yaga, ya conocías la jerarquía del lugar y a todos los que trabajaban en el.
El que Gojō se encontrara de viaje seguramente era la razón por la aparición de Nanami en la escuela y la renuncia a su actual estilo de vida.
Habían pasado unos cuantos años desde que Nanami Kento abandonó el camino de las maldiciones, conformándose con vivir de forma pacífica con los humanos normales, e incluso teniendo un trabajo de oficinista.
Pero por más que anhelaras tener ese tipo de vida tranquila, las maldiciones siempre iba a ser parte de tu día, razón por la cual tu camino se había separado del rubio.
Ahora que Kento estaba de vuelta, no podías rechazar la oportunidad para verle otra vez, curiosa por como sería su reacción... o tal vez la tuya.
─No te preocupes, Ijichi ─te pusiste de pie, colocando una de tu mano sobre su hombro─. Iré a ver a Nanami.
