-sere tu perdición - advierte él alejándose
-yo ya estaba perdida incluso antes de conocerte - responde acercándose
Lo que ninguno de los dos sabía era que cuando dos almas solitarias se encuentran, su colisión es inminente y no hay nada capaz de d...
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"Una madre hace cosas por sus hijos, aunque a ellos no les guste"
Varias horas atrás.
Sarahi Allen despertó dando una gran bocanada de aire mientras miraba a su alrededor algo exaltada, lo ultimo que recordaba era que estaba dando a luz, un interminable dolor y luego solamente oscuridad así que estaba bastante desconcertada al no saber en donde se encontraba, peor lentamente empezo a reconocer lo que había a su alrededor y se levantó confundida.
Pues había reconocido la habitación y era nada mas y nada menos que su habitación de la infancia, la habitación de su casa cunado era niña antes de que toda su vida se fuera por un túnel oscuro y sombrío, bajo las escaleras con un poco de miedo deteniéndose un poco en el espejo del pasillo viendo que llevaba una extraña pijama y una bata, sin darle mucha importancia a eso llega a la sala donde se queda de piedra al ver a la persona que la esperaba sentada en uno de los sillones con una hermosa y grande sonrisa al verla.
-hola, hija-
-mamá- murmura Sarahi con la mirada lagrimosa, la voz cortada y el cuerpo entero temblándole, camina con lentitud sin alejar la vista pus creía que si dejaba de verla esta desaparecería.
Pero cunado estuvo por fin frente a ella y la mano de su madre tomo la suya sobresaltándola un poco, soltó un sollozo mientras se sentaba en el lugar a libre a lado de ella mientras lagrimas bajaban de sus ojos sin su permiso y una sonrisa triste y temblorosa se formaba en su rostro.
-mama- repite abrazándola con fuerza y la mujer le corresponde el abrazo casi con la misma intensidad y fuerza que su hija se lo había otorgado, permanecieron de esa manera por algunos minutos, con ella acariciando la espalda de su hija.
Cuando Sarahi se separó, su madre tomo su rostro entre sus manos y retiro las lagrimas que en ella había, mientras le sonreía con calidez y amor.
-mi hermosa niña...mira cuanto has crecido, te has vuelto una mujer tan bondadosa y poderosa y no sabes lo orgullosa que estoy de ti-
-mama- murmura sintiendo su pecho crecer con alegría por haber escuchado las palabras que siempre había querido escuchar de su madre, pero que nunca pudo porque, bueno, su madre había muerto antes de poder hacerlo- ¿estoy muerta? - pregunta confundida y con algo de temor dentro de ella
-no, bueno aun no al menos, estas en lo que llaman la sala de espera, el limbo donde las personas que amas pueden visitarte antes de que tomes una decisión-
- ¿una decisión? -
-no todos tenemos la oportunidad de elegir si queremos volver con los vivos, pero tú, mi pequeña si puedes...solo debes quererlo-
