Estúpida Herencia (DabiShiga) /Omegaverse\

VI

Tenko se levanta frustrado por el repetitivo sonido de su teléfono.

De mala gana extiende su mano para tomarlo y atender la llamada.

—¿Quién y qué?—pregunta de mala gana.

—Tomura-Kun, lamento llamarte a esta hora pero me temo que estás despedido.

Un silencio se hace presente.

—¿Qué?—pregunta parándose por completo en la cama.

—Estás despedido. No necesitas volver aquí al club, tu cuenta será denegada, mentiste sobre tu subgénero, eres Omega. Podría dejarse pasar pero alguien insistió en despedirte, aparte de que dieron una gran cantidad de dinero por ello; lo lamentamos, Shigaraki Tomura-Kun.

La llama finaliza y el teléfono se le resbala de la mano.

¿Cómo pagará los inhibidores ahora?.

Toma el teléfono de vuelta para volver a llamar –eran las doce de la noche–, a cambio de eso un mensaje le llega.

Pedimos perdón, Shigaraki
Tomura-Kun. El señor
Shimura nos dió mucho dinero
a cambio de despedirlo.
Lo sentimos.

—Shimura… —susurro. Frunce el seño, estaba enojado—¡Hijo de puta!—grita.

Se levanta bruscamente de la cama, tira las cobijas al suelo y se sale de su habitación. En la oscuridad de su casa se dirige al único cuarto con luz, abre la puerta y ve a su padre despierto.

—¡Tu…!.

Apunto de decir algo su padre lo mira, sonríe.

—Te estaba esperando.

Tenko no pensaba con claridad, camina rápidamente hasta estar frente a su padre. Él no dejaba de sonreír.

—¿Qué es lo que quieres?—pregunta de la manera más calmada que puede, aunque sintiera que en cualquier momentos su mano sangraría debido a la presión de sus uñas en su piel.

—Hablar contigo—admite.

—No tenemos nada de que hablar, ¿Sabes cuánto me costó hacerlos creer que era un Beta?, ¿Qué me dejarán pasar?—silencio—, ¡A ti no te importo ni un poco!, No me das una tarjeta como la de Hana, no me tomas en cuenta como mi madre, al parecer aquí solo mis abuelos son conscientes de todo… Hasta cierto punto, creo que ni ellos.

—¿Es todo?.

—… No. Solo dime lo que tengas que decir y ya.

Ambos se quedaron mirando el uno al otro. Un choque entre ojos negros y ojos rojos.

—Si no te quisiera, no hubiera hecho esto por ti—agrego.

—¿Por mi?, Puras palabrerías. Yo me largo.

Tenko se da la vuelta y se encuentra con su hermana mayor inmediatamente.

—Solo escúchalo.

Únicamente dijo eso para posteriormente cerrar la puerta.

—Traicionera—añadió en un susurró. Volteo a ver a su padre y se sentó en la silla que tenían aun lado de él—Tienes dos minutos—dijo.

Kotaro suspiró. Jamás pensó que tendría que decirle a su hijo la verdad, pero ya casi tiene dieciocho y no tenía pareja.

—Escucha. Hace años, tu abuela se había metido en un problema con unos mafiosos, el día en que tú naciste me había enterado. Mi madre me abandonó para que no me hicieran daño, relativamente matarían a tu abuela Nana dando aviso que vendrían por nosotros, cualquier persona aliada a nosotros, para cuando me enteré Hana ya había nacido por consecuencia que ella ya estaba en la mira-.