XVII

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El Alfa gruñe con satisfacción. Mueve sus dedos con habilidad haciendo que el Omega gima.

—Más… Ahí, ah…

El Alfa besa los labios del Omega, quien sólo miraba sonrojado al mayor.

—Más adentro, Alfa-.

Pide entre ligeros jadeos.

—Tenko, no.

El Omega frunce el ceño.

—No te lo pido, te lo ordeno.

—Pero-.

El Omega alza sus brazos hacia el cuello del mayor, enreda sus brazos por la nuca, se tira de él haciendo que se levante y el Alfa baje un poco para poder besarlo.

—¿No quieres hacerme sentir bien?, Alfa… Solo un poco más… —susurra en la oreja del mayor.

—Mierda—gruñe. El pelirrojo se sienta haciendo que el Omega se acomode sobre él— Tu lo pediste—señala.

Tenko se acomoda encima del pene del mayor, dejando que la meta poco a poco.

—Ah…

El azabache besa al pelirrojo con pasión, juntando sus lenguas, separándose  un poco dejando un fino hilo de saliva uniendolos.

El pene del mayor entra casi complemente, el Omega se hace un poco para atrás, lo suficiente para que se vea como el miembro del ojiturquesa se adentra en él.

—Alfa… Lléname—susurra. Se acerca y vuelven a juntar sus labios, la mano de Touya se dirige hacia el pene del Omega, dónde lo toma y empieza a masturbar.

—¡Ah!—gime exaltado al sentir una mano rodeando su miembro.

—Tu querías más, tendrás más—susurra para volver a juntar sus labios.

Su mano se mueve de arriba hacia abajo, una y otra vez, el cuerpo del menor reacciona crispando su espalda, acción que hace que la polla del Alfa se mueva dentro de él, su respiración se volvía agitada, su aliento era interrumpido entre cada beso robado por el mayor de ambos.

...

El Omega aprieta las sábanas de la cama, su cara pegaba contra la almohada llena de feromonas de su Alfa, se crispaba con cada roce que hacía el mayor hacia su piel, pequeños besos, lamidas y chupetones que dejaba en su blanquecina piel.

Touya lame la nuca de Tenko haciendo que el pelinegro sintiera terror.

—¡Ah-!.

Su cara estaba enrojecida.

«No, no, no, no, no, no, todavía no estoy listo

»¿Va a marcarnos…? ¿Hoy? ¿Ahora?, ¿Y si luego se arrepiente

—No, Alfa.

Interrumpe el Omega.

—Perdón—susurra.

El Alfa se separa.

El Omega se da la vuelta dejando ver su cara.

—Lo lamento. Sigamos—susurró el azabache.

.
.
.

Tenko aspiraba el olor a canela que desprendía el Alfa.

Touya acariciaba la cabeza de Tenko, quien usaba de almohada el pecho del mayor y abrazaba la cintura.

Touya chateaba con su madre.

~°~

Mamá

Estúpida Herencia (DabiShiga) /Omegaverse\Donde viven las historias. Descúbrelo ahora