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El invierno es una hermosa estación, cae la nieve la cual adorna todo con un precioso color blanco, muchos animales caen en un profundo sueño, pero en Narnia llevaban un siglo sin ver más que el invierno.

Andrómeda se hospedaba en el campamento de Aslan ya no era una niña como cuando apenas llego, tenía quince años, en esos años no hizo más que entrenar, se preparaba nunca estaba satisfecha con su trabajo, un día estaba entrenando hasta que recibió una agradable visita.

-Santa, tiempo sin verte- Dijo la muchacha mientras guardaba su espada en su vaina.

-Lo mismo digo la última vez que recibí una carta de tu parte me pedías que el invierno terminara- Dijo santa logrando que la joven riera levemente.

-No quiero sonar grosera ni nada, pero ¿Qué haces aquí?- Dijo la muchacha recostándose en el rojo trineo.

-Hace años me fue asignada una misión, cuando la leyenda del hijo de Adán se cumpliera mi responsabilidad es darle a cada uno de los reyes un regalo, y como sabes estás destinada a ser la reina- Dijo sacando de la bolsa algo que la muchacha de pelo negro no logro ver- Esta armadura  perteneció a tu madre la cual como sabes lucho junto a Aslan, tu segundo regalo llegara pronto- Dijo dándole una armadura negra.

-Muchas gracias señor, ¿esto significa que ya estan aca los de la profecía?- Dijo con un tono de ilusión.

-Pronto llegarán prepara todo, dales un festín, recíbelos como viejos amigos y prepáralos como tú lo has hecho estos años- Dijo mientras se subía a su trineo para después irse.

La muchacha volvió al campamento, le pidió a Oreus que reuniera a todos porque les daría las buenas noticias.

-Querido pueblo esta reunión tiene un motivo en especial, placenteras noticias han llegado a mí, los hijos de Adán y las hijas de Eva están en Narnia- Dijo lo cual emociono a todos- Entiendo es una muy buena noticia, por eso necesito que me ayuden prepárenles ropa y comida.

-Como mande su majestad- Dijo una ninfa, después de eso la reunión se dispersó.

Andrómeda iba hacia su tienda, cuando vio que la nieve desapareció, dejando ver las hermosas flores nativas de Narnia, el hermoso y verde pasto, siguió hacia su carpa después se puso su nueva armadura hasta que escucho una trompeta y una voz que dijo.

-Venimos a ver a Aslan y a la reina Andrómeda- Dijo una voz que según lo que la chica escucho pertenecía a un joven.

En ese momento la joven decidió salir de su carpa, tenía su armadura puesta y su hermoso y negro cabello suelto, al salir vio a tres niños un joven rubio de azules ojos, una muchacha de castaño cabello y azules ojos y la más pequeña de pelo castaño y corto con ojos azules, iba pasando hasta que se paró junto a Aslan.

-Bienvenido Peter hijo de Adán, Bienvenidas Lucy y Susan hijas de Eva y Bienvenidos Castores y gracias- Dijo Aslan dirigiéndose a los chicos, pero un duda llego a la cabeza de la joven ¿Y el otro hijo de Adán?- Por lo que tenía entendido son cuatro, ¿dónde esta el otro hijo de Adán?

-Por eso hemos venido- Dijo el rubio.

-Él nos traicionó- Dijo uno de los castores que los acompañaban.

-Entonces nos ha traicionado a todos- Dijo Oreus empuñando su espada.

-Ya calma, debe haber aun explicación para todo esto- Dijo la joven pelinegra intentando calmar a su ejército.

-Fue mi culpa fui muy duro con el- Dijo el mayor con una mirada que conmovió el corazón de la reina.

-Fuimos todos- Dijo la mayor ayudando a la pelinegra a entender que lo que en realidad extrañaba era una familia.

-Por favor ayúdenos es mi hermano- Dijo la joven mirando a la futura reina.

-Linda me encantaría, pero el hecho de que él es su hermano hace mucho peor su traición-Dijo la joven mientras se agachaba a la altura de la pequeña.

-Será más difícil de lo que creen- Dijo Aslan con un tono de preocupación.

Instalaron a los jóvenes en sus carpas con él tal de que se cambiaran y descansaran en caso de que así lo quisieran, después de algunos momentos Peter fue con Aslan, y Susan y Lucy decidieron ir al lago con Annie.

-Esto es hermoso- Dijo Susan asombrada por el encanto del lugar.

-Gracias, es una de las muchas maravillas de Narnia- Dijo la pelinegra mientras entraba al agua.

Estaba tranquila, Annie miraba fijamente el agua hasta que algo la saco de su paz, la joven Lucy le lanzo agua a la cara, acto que ella repitió, pero esta vez mojando a Susan y así empezó un Guerra, Susan salió del agua hasta que un lobo salió de la nada y le gruño.

-No traten de huir- Dijo el lobo mientras se acercaba a la joven castaña.

-Estamos cansados de seguirlas, sería más fácil matarlas de una vez- Dijo otro lobo que salió de la nada.

En un rápido movimiento Susan toco su cuerno, rápidamente las tres chicas escalaron un árbol cercano para evitar que los lobos la atacaran, de un momento a otro llego el rey Peter empuñando su espada.

-Por favor ya nos habíamos enfrentado antes, sabes que no tienes el valor- Dijo el lobo para asustar al joven.

-¡Creo en ti Peter! ¡Has lo correcto!- Dijo Andrómeda mirando al chico con preocupación.

Peter asustado sostenía su espada con torpeza, con miedo, en un momento llego Aslan y ataco a uno de los lobos, el resto del ejército sostenía sus armas.

-Bajen sus armas esta es la batalla de Peter- Dijo Aslan a lo cual todo obedecieron.

-Quizás te creas un rey, pero vas a morir como un perro- Dijo atacando al joven, después sus hermanas y Annie bajaron a verlo.

Sus hermanas suavemente retiraron al lobo de encima de su hermano, al verlo su primer acto fue abrazarlo, lo cual causo que a Andrómeda se le aguara el ojo ligeramente, extrañaba esa sensación de una familia y los Pevensie demostraban se una increíble familia.

-Síganlo nos llevará al rey- Dijo Aslan- Peter limpia tu espada- Después de eso el joven se arrodilló frente a Aslan- Levántate Sir Peter terror de los lobos... caballero de Narnia- Dijo Aslan a lo cual Peter se levantó y miro a sus hermanas las cuales estaban muy orgullosas.

𝐂𝐨𝐧𝐬𝐭𝐞𝐥𝐥𝐚𝐭𝐢𝐨𝐧𝐬 | 𝐏𝐫𝐢𝐧𝐜𝐢𝐩𝐞 𝐂𝐚𝐬𝐩𝐢𝐚𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora