-Sunoo-¿Qué era lo que acababa de pasar?
La espalda de Jay desaparecía junto con toda la marea de alumnos con el uniforme. Recuerdo que de pequeño el rubio y yo solíamos jugar a que eran robots que iban hacia el mismo lugar, nos creíamos dueños del mundo que nunca se separarían.
No pudimos estar más equivocados.
Cuando menos me había librado de tenerlo persiguiéndome por todos los pasillos o al final de las clases. Era un avance.
Aunque no me gustaba que personas que no fueran cercanas a mí me dieran muestras de afecto, y Jay definitivamente no era cercano, pues me hacía sentir incómodo.
- ¿Qué es lo que quieres a cambio?
Mi pregunta fue completamente clara hacia Park Sunghoon.
Él me sostuvo la mirada confundido; parecía como si no se recuperara de su enojo, hasta que volteó a verme.
Cuando nuestros ojos se encontraron relajó la mandíbula y quitó la presión en sus manos. Ya no lucía a punto de explotar.
- ¿Qué? ¿Algo a cambio?
Estuve a punto de rodar los ojos en su dirección; me sentía un poco cansado, todavía no bebía mi bolsa de sangre necesaria porque me levanté muy tarde y llegaría con un probable retraso a la siguiente clase.
- ¿Qué es lo que quieres a cambio por haberme ayudado?
Sunghoon tardó un momento en captar el mensaje, comenzaba a desesperarme un poco más.
Estaba balanceándome hacia adelante y atrás con la punta de mis pies, cuando me sonrió con sus lindos hoyuelos.
Comenzaba a molestarme que fuera tan atractivo.
-No tienes que darme nada, lo hice de buen corazón.
-Sabes que esa frase no aplica a la mayoría de nosotros.
-Tienes razón, pero será mi buena obra del día. -Seguí mirándolo con desconfianza, casi nadie dentro del mundo humano y vampiro hacia las cosas por buena voluntad. Era algo que ya no existía en nuestro tiempo y dudo que hubiese existido antes. – No me mires así pequeño, pareciera... que quieres que te pida algo a cambio.
Se acercó a susurrar en mi oído.
Di dos pasos hacia atrás antes de que pudiera decir algo más, su sonrisa estaba llegando a ser irritante.
-En ese caso te agradezco. Adiós.
No tenía por qué obligarme a ser amable con él.
Se despidió de lejos moviendo una mano de un lado a otro con una bonita sonrisa.
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-Olvídalo, el cuarto está demasiado lleno. Me voy a nuestro dormitorio Heeseung hyung. -Comencé a levantarme a la par que mi amigo castaño.
-Voy contigo. -Me contestó. Heeseung me cuidaba mucho, a veces se sobrepasaba y no quería que anduviera solo todo el día por la escuela.
No comprendía que todos necesitábamos un momento a solas.
Las reuniones con mis amigos eran algo muy preciado para mí, pero cierto pelinegro no me dejaría disfrutarlo. Desde esta mañana en que nos encontramos lo había estado evitando... me ponía un poco nervioso.
Era culpa de sus susurros y tipo de voz... algo grave pero no demasiado, agradable y que podría adormecerte si quisiera.
Siempre estaba susurrando en mi oído.
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Sangre fría (Sunoo x Sunghoon)
FanfictionQuien diría que aparecería en la noche. No quería verlo, no quería tocarlo..., pero era increíblemente bello. *No se permiten copias ni adaptaciones*