TENTACIÓN [+18]

CAPÍTULO 9

🌟Capítulo editado🌟

Alisha

Llegamos al aeropuerto internacional de Madrid alrededor de las 4:00pm. Mientras hacíamos el recorrido en auto hasta el hotel, sumidos en un asfixiante silencio, mi mente hizo un viaje al pasado de hace apenas unas horas, específicamente a lo que sucedió en el avión luego de nuestro momentáneo arrebato de lujuria.

Flashback

Cuando logré recuperar un poco el aliento me puse de pie con cuidado haciendo que su miembro saliera de mi interior. Ambos estuvimos en un incómodo e inquietante silencio mientras nos limpiábamos y acomodábamos nuestra ropa.

-señori... -su ronca y aún afectada voz rompe el silencio de primero, ya cuando ambos estamos en nuestros respectivos asientos. Pero siendo yo como soy lo interrumpo y aclaro los puntos de una vez.

-señor Daniel, puede ahorrárselo, no necesito ninguna aclaración, lo que sucedió aquí, aquí se queda. -noto, por su expresión, que mis crudas palabras lo han dejado sorprendido. -ha sido asombroso, lo disfruté en demasía, no lo niego como tampoco niego que, en este caso, me encantaría repetir.

Va a decir algo pero alzo la mano volviéndolo a interrumpir y medio sonrío porque veo que lo mosquea que haga eso.

-No soy como cualquier mujer que conozcas Daniel -lo tuteo pues el momento es idóneo para intentar convencerlo de lo que quiero realmente. -si me dices que esto no puede volver a pasar lo entiendo perfectamente, al principio tampoco quería involucrar el trabajo con lo personal pero, al parecer, esta vez no pude evitarlo.

Y es cierto, aunque yo misma me imponga las reglas siempre termino rompiéndolas, y es que no puedo evitar desear a los hombres que me parecen atractivos, a los que me causan tal intriga que hasta que no descubro sus exigencias, deseos y fetiches sexuales no puedo parar. Y en eso mi querido jefe sobrepasó todas mis expectativas.

-si me dejara hablar señorita Bleir... -suelta un suspiro y cierra los ojos por un segundo, cuando los abre observo un brillo en su mirada que conozco muy bien, un brillo que también tengo yo, ahora y cada que veo a algún posible candidato: la lujuria, el deseo, la tentación de caer de nuevo en las manos del otro. -Mira Alisha... -uff que sexy suena eso. -voy a ser claro y directo así como tú. No quería que esto pasara pero... -traga saliva fuertemente mientras me repasa de arriba a abajo, sacude la cabeza supongo que para controlar sus pensamientos. Y ¡EY! lo entiendo, yo tampoco puedo evitar recordar la sensación de tenerlo dentro de mí lo que hace que me retuerza en mi asiento bajo su atenta mirada. - bueno, ya eso no es lo importante, ahora que pasó no... yo no soy hombre de aventuras de una noche Alisha, no soy como tú. Pero tampoco significa que quiera una relación contigo -aclara cuando me ve alzando una ceja. -lo que quiero proponerle es, en estos días que estaremos en España, si quieres... -lo noto algo nervioso, lo cual me extraña y me maravilla a la vez. Sé lo que quiere decir, muchos me han ofrecido más de una noche, soy yo la que no acepta para evitar complicaciones. Pero Daniel, él, es algo... no sabría explicarlo. Desde que lo vi me atrajo de una forma intensa y extraña, lo deseaba fervientemente, lo tuve y, aunque normalmente seguiría mi camino, quiero más.

Corta sus palabras cuando me vuelvo a poner de pie. Observa con atención mis movimientos mientras me acerco lentamente hasta estar frente a él. Subo mi falda hasta casi dejar al descubierto el inicio de mi tanga y coloco una rodilla a un costado de sus piernas a la vez que posiciono la otra a su otro lado quedando sentada a horcajadas en su regazo. Sé que lo tomé por sorpresa pero instintivamente sus manos se posan en mi cintura y no puedo evitar sonreírle.

-acepto señor, mientras estemos en este lugar, sin que nadie lo sepa y nos vea, -me acerco y le susurro lo siguiente en el oído- seré suya y podrá hacer lo que quiera conmigo.