TENTACIÓN [+18]

CAPÍTULO 13

🌟Capítulo editado🌟

Dedicado a yirabel gracias por tan lindos mensajes🤗❤ no sabes lo que me emociona cada que me dicen cuánto les gusta lo que escribo con tanto esfuerzo, cariño y dedicación para ustedes. Disfruten el cap.😉😊

Luego de concentrarme todo lo que pude en mi faena, logré al fin terminar mi maquillaje. Encontré una secadora de pelo dentro del armario así que pude acomodarme un poco las ondas por las que se conformaba mi cabello. Embadurné mi cuerpo en una deliciosa crema hidratante con olor a cacao. Ya lista me dispuse a vestirme. La ropa seleccionada para la ocasión era un precioso vestido negro con una apertura en el lado izquierdo, no demasiado grande, que deja ver hasta medio muslo, sencillo y elegante y que ya disponía sobre la cama para que no tuviera arrugas a la hora de ponérmelo junto a unos zapatos de tacón a juego, muy finos. Selecciono una minúscula tanga negra junto a unas medias de igual color con liguero, el sujetador es parecido a un top, sin tirantes, pero sumamente sexy. Al ya tenerlo todo decidido llevo mis manos al nudo de la toalla que cubre mi cuerpo pero un carraspeo de garganta me detiene y me giro hacia el responsable del sonido.

-¿Qué? -pregunto con inocencia y realmente confundida.

¿No que debemos apresurarnos?

-No, nada... -dice terminando de abrocharse los gemelos de la camisa blanca, se ve sumamente guapo con esa prenda marcando absolutamente todos los músculos de su pecho, torso y brazos, una total delicia; un pantalón negro de fina tela lo acompaña junto a unos relucientes e impolutos zapatos de vestir del mismo color que su pantalón y mi vestido. Me encojo de hombros restándole importancia a su comportamiento y vuelvo a la intención de comenzar a vestirme. Pero su voz vuelve a detenerme. Bufo algo frustrada antes de volver a verlo. -¿no prefieres vestirte en el baño o, no sé, en el espacio que hay en el armario? ¿Acaso las mujeres no son algo recatadas a la hora de vestirse para dar la sorpresa de su apariencia ya arreglada en su totalidad?

Sonrío mientras lo miro con ternura, en momentos así me recuerda a un inocente niño, y es que él aún sigue creyendo que soy igual a las demás. Pobre iluso.

Mantengo mi sonrisa mirándolo a los ojos a la vez que dejo caer al suelo, finalmente, la toalla que cubría mi cuerpo. Sus ojos no pierden tiempo en recorrerme y me enciendo solo de imaginar lo que estará pasando por su nada inocente mente justo ahora.

-Creo que va siendo hora que entiendas que no soy como las demás mujeres. A mí me gusta que me vean, así, cuando ya esté vestida, arderán en deseos de arrancarme la ropa porque ya saben lo que hay debajo, y lo mucho que lo disfrutarán.

Mi voz sale seductora pero no pierdo tiempo y comienzo a colocarme prenda por prenda, y por último el vestido. Al terminar me posiciono frente a él, quien se mantuvo todo el rato con los brazos cruzados sobre su pecho y recostado a la pared, sin perderse ni un movimiento mío. Vuelve a recorrerme con la mirada y esta vez su lengua hace un recorrido por todo su labio inferior en un lento movimiento que me mantiene hipnotizada.

-¿y bien? -pregunto luego de recomponerme.

-Confirmo lo que dices, me han dado deseos de arrancarte la ropa. -es lo único que dice con su voz ronca.

Su dedo pulgar se desliza, delicadamente, por mi labio inferior previamente pintado de un rojo vino mate, de esos duraderos. Luego su índice traza un recorrido por mi mandíbula, luego el cuello, la clavícula, hasta llegar al escote del vestido, donde es bastante notorio el inicio de mis pechos. Entra el dedo haciéndolo desaparecer entre estos e inhala aire con fuerza dejándolo ir lentamente.

-Vamos, antes de que me arrepienta de salir en vez de tomarte y darte una lección por estar provocándome siempre. -me dice sacando su mano del escondite y caminando hacia un lado de la cama donde reposaba su saco y una pequeña corbata, ambos igualmente del mismo color de mi vestido. Lo ayudo a colocarse bien las dos prendas. Me agradece como todo buen caballero y me ofrece su mano para salir de la habitación e ir rumbo al elevador para llegar al restaurante que, según tengo entendido, queda en el primer piso.