TENTACIÓN [+18]

CAPÍTULO 15

Anna abre los ojos sorprendida.

-Kal era un hombre de unos 30 años, fue entrenador de Fútbol de mi hermano cuando él estaba en el 3er año de la universidad. Iba a verlo a diario, lo aprendí a seducirlo. Aún no había desarrollado por completo pero al menos no era una tabla. Aprendí a usar mis escasos atributos y, después de tanta insistencia, lo conseguí. Duplicaba mi edad y también mis espectativas...

Subo y bajo las cejas en un gesto sugerente que entiende al momento riendo con ganas.

-Fue increíble todo, tanto, que ya no pude dejar de hacerlo, estuve unos 3 meses con él, me enseñó todo tipo de posturas, fetiches, fue un gran maestro. -bajo la vista con nostalgia por los recuerdos que me inundan. -luego desapareció un día sin decir nada. No sé que pasó ni lo he vuelto a ver. Pero tras él llegaron muchos, y no exagero cuando digo muuuuchos. Siempre me protejo, -aclaro con velocidad al ver la cara que pone. -siempre he sido en extremo cuidadosa con la higiene e ITS (Infecciones de transmisión sexual). Podría decirte que busco al hombre de mis sueños pero, para qué engañarte, me gusta lo que hago, lo disfruto como no tienes idea. Pasaban los años y creo que llegó un punto en que me obsesioné. Mi hermano se metía en peleas para defenderme, empezaron a llamarme con todo tipo de ofensas pero, mientras a mi me daba igual todo, mi hermano vivía a los puños. Por lo que fui a ver a varios médicos y poco a poco me he ido controlando.

Concluyo la historia con un encogimiento de hombros.

-Intenso. -es lo único que dice antes de dar un largo sorbo a su trago.

-¿Es todo lo que dirás? -inquiero alzando una ceja, sé que tiene preguntas y no me molesta responderlas.

-Fuiste una niña muy fogosa.

Río

-lo sé

-Ese tal ¿Kal?, pudo haber ido preso. Y a mi entender, era un pedófilo, eras una niña. -voy a interrumpirla para defenderlo pero me interrumpe haciendo un gesto con su mano restándole importancia. -Pero eso no es importante, pues fue bueno contigo, te ayudó en lo que querías y lo importante es que es pasado. Ahora bien, mi pregunta... ¿Qué hay con el hombre sexy, fogoso y suculento que está aquí esta noche, babeando por tus tetas y devorandote el culo con la mirada.

Las dos nos giramos a la vez para comprobar lo expresado y encontramos a un muy tranquilo Daniel recostado con un brazo en el espaldar del sofá y sus piernas cruzadas observándome el culo con descaro mientras asiente a algo que le dice Gonzalo. Sonrío y, para provocarlo, tomo la mano de una sonriente pero dispuesta a jugar Anna, y la poso sobre una de mis nalgas. Miro a la chica que sonríe en mi dirección y le guiño un ojo para que me siga en mi juego de seducción, al cuál ella no tarda en incorporarse. Nos ponemos de pie, aún con su mano en mi trasero y nos acercamos una a la otra, con parsimonia acercamos nuestros rostros sin llegar a tocarnos, nuestras miradas provocadoras tienen un mismo objetivo: volver locos a esos dos hombres que, por el rabillo del ojo, veo como nos observan con atención, cesando su conversación. La mano de Anna hace una lenta caricia en forma circular. Se ponen de pie mientras Gonzalo se acomoda su pene en un gesto para nada disimulado y Dan empieza a caminar sin importarle que haya una carpa muy pronunciada en sus pantalones. Un ligero azote me toma por sorpresa y le muestro una sonrisa coqueta a la causante de tal acto. Gonzalo se posiciona detrás de ella, hundiendo su rostro en el cuello de la morena aspirando con fuerza su aroma mientras toma la mano que esta mantenía en mi culo cuando Daniel envuelve sus brazos en mi cintura girandome para quedar frente a él. Escucho la voz de Gonzalo susurrarle a Anna, estamos tan cerca que lo escucho a la perfección.

-Tranquila nena, tendremos que esperar hasta mañana. Dan quiere ser todo un egoísta hoy y disfrutarla para él sólo.

Ella suelta un gemido al sentir el aliento del semental tras ella en su oído a la vez que muerde el lóbulo de su oreja. Dejo de prestarles atención cuando comienza mi propio show.