𝟎𝟐: 𝐏𝐫𝐢𝐬𝐢𝐨𝐧𝐞𝐫𝐚.

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POR LARGAS NOCHES SUS SUEÑOS ATORMENTARON su alicaído cuerpo presa de pesadillas que parecían nunca terminar. Soñaba con destrucción, muerte y devastación. Su corazón acelerado le provocaba despertar de golpe teniendo que poner las manos sobre su pecho, como si con esa acción pudiera evitar que su órgano vital saliera disparado de su interior. La indiferencia de la noche pacificaba su pánico y podía regresar a dormir, temiendo que volviera a suceder luego de un rato.

Pero mientras pendía del torso de quien había provocado ira y confusión en su ser, se dió cuenta de que, lo que por muchas noches le atribuló, estaba a un paso de convertirse en una catastrófica realidad.

Zeke caminaba con seguridad, importándole poco las protestas ininteligibles que salían de la boca de Maerion a punto de ser vencida por el sueño pesado y la sangre agolpada en su cabeza. Su determinación era inconmovible, y muy poco podría influenciar en él la opinión de la chica que vio crecer hasta convertirse en la mujer que ahora parecía querer estorbar su confabulación.

Poco a poco el silencio reinó, y mientras los demás tomaban sus posiciones, Zeke se tomó la libertad de ordenar a Pieck llevar a Maerion dentro de la muralla, lejos de Shiganshina y del desastre en el que se convertiría el perímetro de este distrito.

Su corazón se estrujó al verla en ese estado. El viaje había sido mas o menos largo, pero el cansancio mental pasó la factura de lo que hubiese sido un camino de varios días. La muerte de Wyatt ciertamente también hirió al rubio de anteojos, no obstante, sabía que las personas que quedaran en el camino, se regocijarían al encontrar el propósito de su muerte, una vez todo hubiese rendido su fruto. Estaba seguro de ello, y eso mismo le motivaba a continuar, dejando el duelo para después.

—Volveré en cuanto le encuentre un lugar seguro. —musitó Pieck mientras tomaba a Maerion entre su grande hocico. Zeke asintió, contemplando como emprendía el viaje lejos de él, donde no la podría proteger más, donde tendría que dejar todo en sus manos, confiando en que se mantendría con vida hasta que pudiera regresar por ella.









Una gran explosión provocó que Maerion se sentará de golpe en el mismo lugar donde su cuerpo descansaba

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Una gran explosión provocó que Maerion se sentará de golpe en el mismo lugar donde su cuerpo descansaba. Pensó que era una más de sus espantosas pesadillas, sintiéndose justo como cuando despertaba de una de ellas. Estaba en una casa abandonada, destruída por la mitad de su estructura; repetidas vibraciones cimbraban debajo de ella, comprobando que no era un sueño, que el terror que su subconsciente siempre creaba por las madrugadas, estaba materializándose frente a sus ojos.

Agitada, se puso de pie, tratando de mantener el equilibrio mientras reunía las fuerzas que le quedaban para salir de allí. No sabía si peligraba, no sabía a dónde debía ir, pero su instinto rogaba por buscar la manera de llegar a un lugar a salvo.

Comenzó a caminar entre los escombros de aquella casa para darse cuenta de la devastación que azolaba aquella ciudad: grandes bloques de concreto, restos de muralla y polvo se esparcían a cada paso que daba. Toda huella de civilización había quedado borrada por el tiempo y el desastre. Las plantas comenzaban a hacerse lugar entre el concreto, y la naturaleza era lo único que se escuchaba, a pesar de haber despertado a causa de un gran estruendo. A cada paso que daba, su miraba viajaba alerta de lado a lado, rogando desde su fuero interno no toparse con ningún titán.

 𝙋𝘼𝙍𝘼𝘿𝙄𝙎𝙀  ▬▬  𝘓𝘦𝘷𝘪 𝘈𝘤𝘬𝘦𝘳𝘮𝘢𝘯.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora