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Terminaba de desenrollar la venda de mis manos y guardando mis cosas en la maleta, pasado mañana era la primera pelea del torneo, lo cual me ponía los nervios a flor de piel, el día de mañana era descanso, no podía ir agotado a la pelea, por lo cual pasaría el día en casa o con Louis.

-Harry, tenemos que hablar -al levantar la vista pude ver a un Louis nervioso y con un poco de tristeza en sus ojos. Palmeé el asiento junto a mí dando la indicación de que tomara asiento, lo cual hizo.

-¿Quieres decirme algo? -le sonreí con calidez para darle confianza de seguir hablando. Soltó un suspiro.

-Si ganas el torneo -hizo una pausa, sabía que el día de hablar sobre eso llegaría, pero imaginarlo e ignorarlo era completamente diferente a enfrentarlo -. Te irás lejos -asentí dándole la razón -. Tú realmente me gustas, Harry -no dejé que terminara la oración que se notaba que no sabía cómo continuar.

-Desde el primer momento he estado enamorado de ti, Lou -me miró con nostalgia en sus ojos.

-A pesar de los sentimientos, ambos sabemos cuál es la decisión correcta -asentí de nuevo, pero esta vez no muy convencido -. No quiero ser la razón por la que no cumplas todos los sueños que tienes, no es justo para ninguno.

Suspiré largo y pesado, el sentimiento de tristeza invadió mi corazón, porque a pesar de todo el camino que hemos tenido para llegar hasta donde ahora estamos, él tenía razón.

-Yo tampoco quiero que abandones todo lo que has construido aquí, así que no te preocupes, Louis, sé que llegará el momento de decir adiós.

Ambos agachamos la mirada, no atreviéndonos a mirarnos a los ojos y descubrir que nuestros ojos estaban húmedos por las lágrimas que nos negábamos a dejar salir.

-Es realmente injusto -soltó algo divertido tratando de cortar el silencio que se había formado.

-¿Por qué lo dices?

-Porque hace poco me di cuenta que me gustas, ni siquiera me dejaste disfrutar de mi enamoramiento -hizo un puchero falso pero tierno y reí al verlo.

-Bueno, al menos tú no sufriste por semanas mi rechazo, en cambio yo sí -carcajeó un poco, el ambiente se aligeró de sobremanera, era algo que solo nosotros lográbamos.

-Bueno, tú me follaste y ahora me vas a abandonar -fingió sollozar a lo cuál reí con ganas, me golpeó suave el brazo mientras decía fingiendo llorar -. ¿Eso querías de mí cierto? Querías quitarme la virginidad y luego largarte como todo un bastardo.

Comenzamos a reír de nuevo llamando la atención de algunas personas que permanecían entrenando, claramente les parecía extraño ver reír de esa manera al rudo señor Tomlinson que acostumbraban ver.

-Louis, estamos solo hablando tomando en cuenta solo la posibilidad de que gane -solté una vez cesaron las risas, acariciando sutilmente su brazo.

-Una posibilidad muy alta, cabe mencionar.

-Si no gano, seguiré aquí para hacerte reír, sonrojar y gemir -una sonrisa de lado se asomó en mis labios al ver el nerviosismo de Louis, me golpeó la pierna sin fuerzas y volteó a los lados revisando que nadie me hubiera escuchado.

-No sueltes eso como si nada, me pones nervioso -me miró a lo ojos una vez confirmó que nadie había escuchado -. Además, vas a ganar, ¿no te das cuenta quién te entrenó? -miró sus uñas con una extremadamente exagerada expresión de superioridad plasmada en el rostro, lo cual me hizo reír con fuerza por milésima vez en el día.

BOXING • LarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora