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No entendía por qué quería que fuera tan tarde a el gimnasio, a esa hora entrenábamos de vez en cuando cambiaba de horario en el trabajo, no había nadie a esa hora.

Iba en autobús mirando a la calle, pensando en la pequeña discusión de hace unas horas, él realmente es tan testarudo y gruñón, no entiendo por qué me gusta. O tal vez sí, esa es parte de su esencia, ser de esa manera era lo que te hacía tener respeto por él, es parte de su encanto, nunca sabes cómo pueda reaccionar y eso es lo que lo hace misterioso e irresistible. Parece que conozco a dos Louis y por eso es tan intrigante, no sabes con cuál de los dos estás hablando.

Al llegar por segunda vez en el día a el gimnasio el miedo me comenzó a carcomer, no sabía qué podía pasar si entraba ahí, solo y con un enano gruñón. Entré después de unos segundos de meditar si era conveniente.

-¿Hola? -me sentía en alguna película de miedo donde, probablemente, acabaría muerto.

-Por aquí -oí la voz de Louis casi al fondo de el gran gimnasio, lo vi en una sección especial, nunca fuimos ahí antes. Era parecido a un ring, pero sin cuerdas o altura, era alrededor de 20 cm de alto. Me dirigí ahí, Louis tenía sus vendas y guantes puestos -. ¿Crees que eres lo suficientemente valiente para retarme como lo hiciste frente a todos?

De inmediato supe lo que pasaba. Tenía un semblante molesto, pero pude notar algo de diversión en él.

-¿Te herí el ego? -sonreí con algo de burla en su dirección, sonrió de la misma manera de vuelta.

-Veamos si eres tan valiente en el ring, conmigo -hizo una posición de guardia, rápidamente me puse las vendas y los guantes, calentamos antes de que la diversión comenzara.

Comenzamos con algunos cuantos golpes, admitía que era el doble de bueno que yo, la mayoría de veces él hacía que cayera dolorosamente al suelo, algunas otras yo lograba derribarlo. Sin darme cuenta, comenzó a lanzar patadas para alejarme. (no se pueden usar patadas en el box)

-¿Vamos a seguir las reglas? -sonreíamos de manera divertida.

-Creo que hace mucho dejé de seguirlas -después de eso todo se volvió un verdadero desastre, no había orden o golpe que se impidiera, nos jalábamos, empujábamos y golpeábamos como niños pequeños jugando. Todo era muy divertido e infantil.

Bueeee acá empieza lo bueno, el próximo capítulo les prometo algo bueno.

Espero que les esté gustando la historia. Besos y amor a todos.

BOXING • LarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora