BOXING • Larry

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La gran pelea final estaba dando inicio, todos aquellos contrincantes que pude derrotar, unos con facilidad y algunos otros que me dieron batalla, todos aquellos ahora no importaban, solo importaba el presente.

Cabe mencionar que estoy más nervioso que nunca en mi vida, después de las palabras de Louis que tenían como único objetivo motivarme, me di cuenta que este es el momento donde mi futuro se define, aquí es donde se decide quién voy a ser en la vida, y me inquieta aún más que todo depende de mí.

Calentaba en mi camerino cuando escuché la puerta sonar, al levantar mi vista hacia esa dirección, noto a Louis, sonriendo de manera forzada, odio que haga eso, significa que no se siente cómodo, que hay algo que lo incomoda, por lo que le doy una sonrisa cálida.

-Es tu gran día -soltó suave en un suspiro.

-Estoy malditamente nervioso -reí y levantó sus cejas con asombro.

-¿El dulce Harry Styles maldiciendo? Eso es nuevo -reímos sin decir nada más.

Nos miramos a los ojos sabiendo todo lo que podía pasar a partir de este momento, se acercó y tomó mi mejilla con delicadeza. apenas rozándola.

-Da lo mejor de ti, ¿bien? -asentí cerrando los ojos ante su toque, tratando de que se quedara grabado en mi cabeza cada uno de los relieves de su palma acariciando mi mejilla -. Este es tu sueño, se que vas a lograrlo y yo estaré ahí para verte triunfar.

Sus labios se unieron con los míos en un beso suave y se fue, dejándome solo para poder terminar de prepararme. Antes de salir a la pelea llamé a el señor Thompson, con el que nunca perdí contacto y estaba al tanto de todo lo que pasaría, me deseó suerte y salí al ring.

Tenía ya a mi contrincante en el suelo sometido con una llave, estaba tan agotado, pero no era momento de rendirse, no cuando ya era el último round y tan solo faltaban algunos segundos para que terminara. Todo indicó que había llegado a su fin cuando la campana sonó ruidosamente que en mis oídos solo se oía el eco de este y de las personas gritando, solté a mi contrincante y una vez estuvimos de pie vi a mi alrededor, las personas en las gradas, los flashes de los mismos que indicaban fotografías o videos eran dirigidos hacia mí y las heridas en mi rostro, los golpes en mi cuerpo palpitaban, sentía el sudor recorriendo mi cuerpo.

Buscaba a Louis con la mirada, no podía encontrarlo.

De pronto, una mano se posó en mi hombro, dirigí mi mirada hacia esa dirección, encontrándome con él, su sonrisa era tan radiante y hermosa, sus ojos apenas visibles se encontraban brillantes y casi se podía leer en ellos un lo lograste. Nos abrazamos y seguido nos tomaron algunas fotos con los organizadores que estaban perfectamente vestidos en trajes y con los premios que se nos dieron.

Una vez de vuelta en el camerino terminaba de cambiarme después de una ducha cuando nuevamente vi a Louis entrar sonriendo, esta vez su sonrisa era verdadera, le devolví la sonrisa.

-Sabía que lo ibas a lograr -se acercó a mí dándome palmaditas en la espalda.

-Todo es gracias a ti, Louis -lo abracé recargando mi frente en su hombro.

-Claro que no, tú eres brillante, Harry, lo mereces -respiraba su aroma, olía tan bien, esperaba poder recordarlo para siempre y que se quedara grabado en mi memoria, así cuando lo extrañe, puedo imaginarlo y sonreír al recordar que él también me quiso -. ¡Hey! Sí que no pierden el tiempo, tu vuelo es mañana.

Suspiré agotado, era nuestro último momento juntos y no quería solo hablar de lo que venía a continuación.

¿Qué se les viene a la mente cuando escuchan sexo de despedida?

Porque eso era, tan lento, tan triste, tan lleno se sentimientos encontrados, con besos tan lentos y salados que dolían en el alma, con caricias tan autodestructivas y con palabras que se graban en la memoria.