Capítulo Cinco

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Capítulo cinco

La expresión de Austin es totalmente de confusión, se baja totalmente de mí, mientras yo me incorporo y trato de acercarme a él y sólo parece evitar el contacto conmigo. Aún en silencio sale de mi habitación dejando la puerta abierta, lo sigo y lo veo colocarse la camisa de nuevo.

—¿Te vas? —Le pregunto, aunque la respuesta es obvia.

—Sí, ¿Quieres que me quede y lleguemos a algo más que besos mientras tú gimes el nombre de otro? —Espeta molesto, y me duele todo lo que dice, pero tiene razón.

—Yo... Yo no quería decir eso, en serio cuanto lo siento... Yo te quiero, has sido el primero con quien he llegado a punto de intimidad... Es complicado explicar por qué lo mencioné, porque yo incluso no lo entiendo —siento mi labio inferior temblar mientras que yo veo a todos lados mientras le explico algo que ni yo sé— Pero no quiero que lo que tú y yo tenemos acabe aquí, me agrada estar contigo, sentir que me quieres y que te quiero igual —siento una lágrima caer por mi mejilla— Austin por favor escúchame... - me acerco a él y me pongo de puntillas juntando nuestras frentes— Yo te quiero.

—También te quiero Hailey, es demasiado confuso que digas el nombre de otra persona... Es alguien que no conozco, que no sé qué impacto tiene en tu vida para que lo menciones en ese momento... —se aleja y pasa una mano por su rostro— Tengo mucho que pensar Hailey, te escribo cuando tenga todo claro.

Sin darme tiempo de responder se aleja hasta llegar a la puerta e irse cerrando la misma con fuerza. Inmediatamente comienzo a llorar mientras entro a mi habitación, me quito el blazer del uniforme seguidamente de la camisa ya desabotonada, hago lo mismo con la falda y los zapatos, y sin pensarlo más me tiro en mi cama mientras continúo llorando, me envuelvo en mis sábanas.

Todo iba muy bien con Austin, él realmente me está gustando mucho, hace cosas que ningún chico había hecho anteriormente por mí, es atento, delicado, y siempre me sorprende con cada cosa nueva que hace.

Hoy cuando vinimos a mi casa no pensé que vendría y me besaría como lo hizo, que llegaríamos a donde lo hicimos, ni tampoco pensé nunca que el nombre de Jason fue lo que salió de mí.

Yo sé que amo a Jason, que me cuesta el salga de mi mente, de mi corazón y mucho más allá de mis sentimientos. Pero no creí jamás que esto pasaría y menos con Austin, me siento tan culpable porque él no merece pasar por esto, él merece muchísimo más, merece una chica que este segura al cien por ciento lo que siente por él, que todos sus sentimientos vayan hacía él, y qué en momentos calientes sólo tenga ojos para él, que no tenga una batalla mental y sentimental acerca de qué hacer con sus sentimientos, ni de a quién debe olvidar, necesita alguien seguro.

No puedo evitar llorar porque me siento tan mal conmigo misma, por qué sé que merezco mucho más que Jason, hace un mes que no sé él, desde que conocí a Austin él cambió conmigo y eso me afectó por los primeros días, pero luego ya cuando hablaba con Austin podía sentir el cambio de que ya no me sentía tan mal porque me estaba dando una oportunidad para mí.

El timbre de mi casa suena, decido no levantarme, pero vuelve a sonar y me mantengo firme con no ir a ver quién es, cuando tocan por tercera vez decido levantarme e ir a ver de quien se trata. Escojo una camisa que me llega hasta la mitad de mis muslos color gris antes de salir de mi habitación.

A paso lento camino hasta la puerta y sin ver quién es abro la puerta.

—¿Hailey? ¿Estás bien? ¿A quién debo matar? —Theresa me observa y su expresión se vuele de preocupación, sé que debo tener mi nariz roja, ojos hinchados, hace como unos treinta minutos que Austin se fue, en los cuales no he dejado de llorar, debo ser un desastre con mi cabello— Hailey, ¿Qué sucedió? ¿Por qué estás llorando?

La otra cara del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora