Capítulo Seis

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Capítulo seis

—Hola Dylan —saluda a mi hermano con un abrazo— no esperaba verte aquí.

—Hola Jason, vine con Hailey y su amiga Theresa —voltea a ver por toda la habitación—, pero ella se fue a buscar bebidas y no a aparecido.

—Oh, hola Hailey —Jason me saludo mientras se acerca a mí, y abre sus brazos para abrazarme.

—Ahmm... Hola Jason... Cuanto tiempo sin hablar —Lo abrazo rápido, lo último lo digo con un tono de sarcasmo y molestia.

—Sí, ¿Cuánto? ¿Un mes? —su respuesta es divertida, ¿Qué carajos puede divertirle de eso?

—Bueno, yo buscaré a Theresa, me preocupa que se fue a buscar bebidas y no ha regresado —informa mi hermano alejándose de nosotros.

Eso fue raro, Dylan no se preocupa por ninguna de mis amigas, pero ahora que lo pienso desde que decidimos venir, a estado muy interesado en hablar con Theresa y sacarle conversación, además busca de hacer intentos tontos de hacerla reír o reírse de sus chistes, eso no es típico de Dylan, él es un poco reservado y odioso.

—Al parecer tu hermano quiso dejarnos solos —Señala Jason lo obvio.

—Sí, pero no entiendo para qué —espeto en un tono molesto, no puedo creer que se haya atrevido a decirme preguntarme cuanto llevamos sin hablar con un tono tan divertido como el que usó.

¿Qué diablos pasa con él?

—En fin, ¿Cómo estás?

—Bien —respondo seca.

—¿Qué tal las clases en el instituto? —insiste en sacarme conversación.

—Pues bien —de nuevo mi respuesta es totalmente seca.

—¿Tendremos una conversación civilizada o seguirás respondiéndome como si te hubiese hecho algo malo?

Definitivamente eso fue la gota que me hizo derramar el vaso esta noche.

¿Cómo se atreve?

Es todo un descarado.

—¿En serio? ¿Es en serio? —río sínicamente— ¿Cómo carajos te atreves a preguntarme semejante estupidez? Es que acaso no te diste cuenta de que llevamos un mes distanciados por ti, desde que te quedaste en mi casa y te fuiste sin siquiera despedirte de mí por un mensaje de texto no hemos hablado, me evitas e incluso dejas en visto por WhatsApp, Messenger y por los malditos mensajes de textos igual, y todavía tienes el descaro de venir a preguntarme si hiciste algo malo —siento mi cara totalmente roja ante la rabia que me invade en estos momentos.

Me acerco más hacía donde él está y su expresión facial es indescriptible, luce entre sorprendido y molesto ante mis palabras.

» ¿Sabes? Responderé tu pregunta, por que sí, sí hiciste algo malo. ¡Me dejaste de hablar en un mes y sin explicación aparente! ¿Por qué? ¿Por qué me haces esto? No es justo Jason, no es justo que seas así conmigo —siento como mis ojos comienzan a ponerse cristalinos por las lágrimas que ahora se forman en ellos—. Yo no he sido mala contigo, y recuerdo bien esa última noche que todo aparentaba ir bien, jugábamos, reíamos, vimos la película, comimos de la pizza que ordené —su rostro se tensa ante la mención de la pizza— y la pasamos bien hasta tarde, ¿Hice algo malo? —mi voz empieza a entrecortarse y siento una lágrima caer, no dejaré que me vea tan vulnerable, limpio la lágrima con el dorso de mi mano— ¿Te trate mal? ¿Qué carajos hizo que me dejaras de hablar tan repentinamente? —otra lágrima escapa, seguida de otra y sin que pueda evitarlo ya me encuentro sollozando y derramando lágrimas a moco suelto.

La otra cara del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora