Capítulo ocho
Después de la fastidiosa clase de química en la que no presté atención por estar pensando en que podría suceder con Austin.
Me encuentro saliendo del aula de clases luego de que sonara el último timbre acompañada de Theresa quién va diciéndome lo fácil que se le hizo la clase y otras cosas más, pero realmente no le estoy prestando atención porque mi mente está con Austin, pensando en todo lo que puede pasar en ese momento cuando nos vayamos a ver, en si seguiremos en lo que estábamos o si dejaremos todo hasta aquí, no me quiero aferrar a la primera opción ya que no quisiera decepcionarme si eso no sucede.
—¿Me estás oyendo? —agita su mano delante de mi rostro— Te estoy diciendo que ahí está Austin —señala al frente de nosotras y efectivamente ahí está Austin en su motocicleta.
Ni cuenta me di cuando nos desplazamos hasta la salida del instituto.
—A sí... Él vino por mí, vamos a hablar.
—¡Eso es estupendo! Realmente espero sigan como estaban, pero nos vemos ahora en tu casa, Dylan me dijo que fuera a pasar la tarde, ¿No te molesta verdad?
—Por supuesto que no, me alegra ustedes vayan bien les deseo lo mejor.
Realmente me agrada la relación que están comenzando ellos dos, no tendría por qué molestarme, después de todo a ambos les tengo aprecio, y encajan bien juntos.
—Vale, mejor ve, no le hagas esperar más —me da un empujón.
—Adiós.
Me acerco a la motocicleta donde está Austin, se ve hermoso encima de su moto, con el casco, su pantalón negro con huecos en las rodillas, un suéter negro y de donde sobre sale una camisa negra, simplemente está hermoso.
—Hola Hai... ¿Cómo estás? —Saluda mientras termino de acercarme.
—Hola Austin, cuanto tiempo... Estás muy lindo... —siento el calor subir a mis mejillas.
Volvemos a donde me hace decir cosas sin pensarlas, sin duda sólo él puede conseguir que yo diga las cosas así, no me molesta por que eso hace que Austin sea especial para mí.
—¿De nuevo nerviosa preciosa? Pensé ya habíamos pasado esa etapa —comenta mientras ríe, lo acompaño en su acción mientras estira un casco para mí, lo tomo me lo coloco y subo a la moto acomodando la falda escolar para que no me deje al descubierto en el camino.
—Bueno... tú sabes que me pones así... —el continúa riendo y yo siento como me coloco más roja— bueno... ¿A dónde vamos?
—No lo sé... Tú dime a donde quisieras ir.
—La verdad quisiera cambiarme la ropa primero, ¿estaría mal ir a mi casa?
Estoy observando su espalda y puedo notar como se tensa ante mi pregunta, sé que le recuerda eso porque a mí también me lo recuerda, pero realmente necesito cambiarme antes de ir a cualquier otro lugar con él.
—Vale... Vamos.
Me sostengo fuertemente a sus costados mientras el enciende la moto y la echa a andar, las sensaciones siguen siendo las mismas, la adrenalina de ir en una moto y con Austin es alucinante.
Tener que abrazarlo y sentir su abdomen es tan caliente, que solo puedo sentir claramente ese cosquilleo que va por todo mi cuerpo y que hace que mis cabellos se ericen con tan solo tocarlo por encima de la ropa.
El camino a mi casa es corto, así que al llegar me bajo de la moto quitándome el casco y entregándoselo.
—¿Quieres entrar y esperarme en la sala? —pregunto mientras busco las llaves en mi mochila.
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La otra cara del amor
Teen FictionTodo lo que conocemos por amor es aquello que leemos de libros, de eso que vemos en películas y series; soñamos con tener, conseguir y vivir ese amor que hemos visto/leído anteriormente, ese amor lleno de pasión, aventura, locura, drama y sobre todo...