Capítulo Diecinueve

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Semana 3.
Día 16.

El sol entra a través de la abertura que hay entre las cortinas de mi ventana, no me molesta ya que no que he pegado un ojo en toda la noche, tampoco es como sí la falta de sueño pesara ya que no he sentido la necesidad de cerrar los ojos en varios días. 

—Un capítulo más y me voy a dormir, solo uno más —me susurro mientras no despego los ojos del télefono. 

Desde que Henner se fue, y me costé llorando esa noche, comencé a buscar alguna distracción en mi celular ya que mi primo tenía razón, necesitaba darle alto, por qué sabía que él no se estaría dando mala vida por mí, y que yo estuviese dandome mala vida por él, sólo demostraba mi falta de amor propio, de que siempre coloqué a otros antes que a mi, cuando debo ser yo, luego yo, y por ultimo yo. 

Pasé de ver sus fotos con nostalgia y alguna que otra con rabia, a revisar nuestra conversación hasta odiarme por ser tan tonta, luego a estar despierta hasta las tres de la mañana recordando nuestros momentos juntos; en una de esas noches de recuerdos llegué a tocarme al recordar sus caricias, como sus labios encajaban con los míos y sentía que acajaban a la perfección, como si estuviesen el uno para él otro, ya en ese punto lloraba por que sabía que no era así, que eran solo ideas mías y que ya debía dejarlo ir. 

A Austin, le respondí aquel mensaje después de limpiar mis lágrimas y lograr tranquilizarme un poco, diciendole que lo entendía y que en parte me dolía no haberle correspondido de la misma manera, que siempre tendría un espacio en mi corazón como un buen amigo, le deseaba mucha suerte en la Universidad y que no me olvidara. Le comenté como me iba en esos días que llevaba lejos de mi familia, mis amigos y de él, las noches donde más lo extrañé le escribí, él estuvo allí para apoyarme, y brindarme consejos. 

Y entre esas noches —especificamente dos noches atrás a esta—, me recomendó una app donde se leen libros de manera virtual y a la que en los siguientes días me he vuelto adicta, llevo dos días sin dormir ya que encontré una historia que me enganchó y no puedo dejar de leer. 

Trata de una chica adolescente enamorada de un chico mayor, que estudia en su mismo instituto, que ella llegó casi a acosar, las actualizaciones son diarias y me fascina, su manera de pensar y de ver la vida, la forma soñadora en la que se ve a los dos —a ella y al chico del que está enamorada—, y sus escenas un poco subidas de tono que le dan ese toque picante que suelen tener todas las vidas adolescentes. Y leerla me trae algunos recuerdos que me encharcan los ojos, y es por todos los sentimientos que aparecen, él... 

Me pregunto constatemnte si en algún momento llegaré realmente a superarlo, o si viviré toda mi vida restringida a que solo sea él, que no habrá otro chico que me haga sentir así, llego a cuestionarme también mi manera de quererle y quererme... 

¿Realmente quiero olvidarlo? 

¿Estoy realmente lista para hacerlo? 

¿Me veo sin él en un futuro cercano? 

¿Realmente puedo estar segura de que el amor es para mi? O solamente estoy estancada en esa conformidad que me brindaba su cercanía y la paz que me daba por momentos donde sentía que no podía más.

Por que no mentiré, él estuvo en etapas donde me sentía perdida, y su apoyo me hacía levantarme para luchar por un día más...

Mis ojos comienzan a cerrarse solos,  mientras leo unas líneas de la ultima actualización del libro, hasta que caigo en un sueño profundo, pero lleno de muchas emociones.

***

Semana 4.
Día 32.

—¡Hailey baja rápido que ya es tarde!

Termino de guardar la ropa en el closét en mi habitación, tomando mi télefono el cuál estaba tirado en la cama, que está desordenada «debo arreglarla» pienso lo hago cuando regrese, salgo de mi habitación y corro a la planta de abajo donde me espera Henner para irnos a la fiesta. Sí, mi primo logró que accediera a ir a una fiesta con él.

Ya ha pasado un mes desde que me vine a casa de mis tíos, huyendo de todos esos sentimientos arrolladores que surgían cada que me encontraba con ... No quiero ni decir su nombre, por los momentos.

Me he mantenido en contacto con Dylan y con mis amigas, estás últimas están ansiosas por que regrese, mi hermano también ansía que regrese, al igual que mi mamá y mi padre, el cuál a tenido una buena recuperación luego de su accidente.

—¿Estás ahí? Te he repetido lo mismo más de tres veces, abrochate el cinturón Hailey — me reprende mi primo y le hago caso. 

—Lo siento estoy algo... distraída —admito.

—Te necesito estés con la mente en blanco, vamos a una fiesta a distraernos no a pensar en los errores del pasado, vamos ¿sí? —asiento en respuesta y él saca el auto de la acera donde estaba estacionado, abriendo paso a la avenida mientras coloca musica en la estereo.

Lo miro y realmente parecemos familia con los rasgos tan parecidos que tenemos, entre él y yo, la diferencia más allá del género, sería la altura, Henner me sobre pasa por apróximadamente unos diez o quince centimetros de diferencia. Mi primo es realmente apuesto, no lo negaré y él lo sabe por la forma que tiene al vestirse. Por ejemplo hoy optó por una camisa de mangas recogidas en los codos, negra y un pantalón pegadito del mismo color, el cabello color chocolate lo lleva peinado hacía un lado dejando que varías hebras se le escapen y caigan en la frente, a su oufit hay que agregarlo unos lindos zapatos que combinan con el pantalón y la camisa, y en de esta ultima sale el olor a perfume varonil y totalmente delicioso que se echó antes de salir de casa.

Yo a diferencia de él, decidí usar colores vivos que me ayudaran a sentirme más alegre es por ello, que llevo un vestido sin mangas, con corte corazón en mi pecho color lila y piedrería delicada y sencilla en la parte superior la cual se ajusta a mis pechos y cintura, haciendo que desde allí caiga suelto hasta un poco más arriba de mis rodillas, dandome un aire juvenil y refinado, acompañado por unos tacones no tan altos color blanco, delicados que cuentan también con algo de piedrería. Mi cabello lo llevo suelto, dandole ese aire coqueto y aniñado a mi atuendo, que con el maquillaje sencillo y de sombras claras que elegí me hacen verme con alguien refinado pero sin perder mi aire aniñado. Me siento conforme con mi look.

Henner estaciona el auto frente a una casa donde se escuha musica a todo volumen y se pueden apreciar varios adolescentes y algunos ya adultos (entre los veinticinco y veintiún años) en el jardín, hablando y riéndose.

Mi primo apaga el motor del auto y los nervios por entrar me invaden y comenzo a respirar hondo mientras cierro mis ojos, dandome aliento... Todo estará bien, es una fiesta nada más, estoy divina y podré con esto... Me repito una y otra vez...

—¿Hai? —coloca su mano en mi hombro— tú puedes, todo va a estar bien.

—Sé que va a estar bien, pero... Tengo miedo —confieso mientras abro los ojos para verlo— ¿De qué? no lo sé, sólo sé que tengo miedo...

—Tranquila, es normal que sientas miedo, pero no puedes dejar que él pueda contigo, tú eres más fuerte que el, vas a superarlo Hailey, eres fuerte ¿vale? Yo creo y confío en tí.

Las palabras de mi primo me terminan de dar el aliento que necesito y, con los ojos lenos de lágrimas lo envuelvo con mis brazos, acto que el no tarda en corresponder.

—Ahora, sal de ese auto sin lágrimas, y demuestrame a cuantos babosos les partiré la cara hoy, por creer que pueden salir contigo.

Suelto a reir, y procedo por abrir la puerta del auto, saliendo y caminando del brazo de mi primo, entrando a la casa.

Yo puedo con esto... Por qué este es solo el principio...

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Holiiiis, sí sé que está actualización se espera de hace mucho.
He tenido varios problemas personales los cuales no me dejaron escribir y traerles este capitulo algo... ¿Controversial? o ¿Interesante? No sé, como lo vean ustedes.

Besitos a todos, y gracias por la paciencia a los pocos que me leen.

Traeré actualizaciones más seguido, gracias a los que me apoyan.

¡Chauuu!


La otra cara del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora