You're my hope (HopeV)

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Había respondido como un tonto -esas eran las palabras que se repetían en la mente de Taehyung una y otra vez luego de ver su respuesta en su chat con el mayor-... ¿Hoseok? ¿Qué tipo de respuesta había sido esa? ... realmente actuó como un tonto -pero no fue del todo culpa suya- el mayor lo había tomado por entera sorpresa. Nunca esperó que le enviara una foto de la nada... Así que eso excusaba su actuar, pero de todas formas deseaba escribirle algo más.

Sin embargo, ya no podía, los minutos habían avanzado demasiado rápido. Responder ahora podría parecer algo forzado -lo que estaba completamente alejado de la realidad- Hoseok era realmente atractivo. Sus facciones eran totalmente bellas y no era solo eso, su pequeña sonrisa lo hacía parecer demasiado adorable. El menor no había podido evitar sonrojarse al verlo -el peli rojo era demasiado lindo y no podía negarlo-. Se había quedado tan absorto mirando cada detalle de aquella imagen que cuando volvió a la realidad y vio la corta palabra que había escrito, se sintió un idiota.

Taehyung cubrió su rostro con una almohada, mientras pataleaba sobre el colchón. No le había dado ni siquiera las gracias. Realmente era un tonto... -pero fue su culpa por hacer lo que hizo cuando él tenía su guardia baja-.

Una cosa sí estaba clara, Hoseok había logrado su cometido. ¿cómo podría no haber subido su ánimo con aquella foto?

Claro que lo había hecho. Después de días al fin lo había visto y eso había cambiado por completo las cosas. Taehyung ya no podía sentirse igual que hace un par de horas atrás porque el mayor había dejado de ser solo el Hobi que le escribía. Ahora sabía cómo lucía y eso lo hacía sentir mucho más cercano.

Suspirando volvió a sentarse.

No quedaba más remedio que esperar a que volvieran a hablar para comentarle algo al respecto. No sacaba nada haciendo pataletas solo. Esperaría a que terminara con su trabajo y le hablaría... o lo esperaría hasta que él lo hiciera, tampoco quería interrumpirlo.

El estómago de Taehyung rugió de repente. Ya pronto serían la una y no había comido casi nada en su desayuno... Esperaba que su cocinera estuviera terminando el almuerzo.

Dando un suspiro se levantó de la cama y se dirigió al baño para tomar una ducha. Sabía que era muy temprano para que estuviera lista su comida y el baño era una buena forma de matar el tiempo. Quería distraer a su estómago, pero no fue tan difícil hacerlo al recordar lo ocurrido minutos antes. El peli rojo era en lo único que podía pensar en ese momento.

Negó con su cabeza, en un intento por cambiar el rumbo de su mente, pero era imposible.

Sonriendo agregó sales a la bañera mientras esta se llenaba de agua. En tanto lo hacía se deshizo de su ropa y cuando finalmente las burbujas llegaron a su límite, metió su cuerpo dentro de la tina de baño y se relajó en su interior. Estuvo en las aguas burbujeantes por muchos minutos, perdido en sus pensamientos, pero su sonrisa nunca abandonó su rostro.

Descansó en su interior por un buen rato, hasta que notó lo arrugadas que estaban sus manos. Sabía que era peligroso estar tanto tiempo en el agua y no quería tener dolores de cabeza nuevamente. Así que quitó el tapón de la bañera y dejó el agua correr para enjuagar su ahora relajado cuerpo.

Solo le tomó unos cuantos minutos el salir del lugar y secar su cuerpo, y fue mucho menos el tiempo que ocupó para colocar su bata. No se vestiría aún, primero iría a preguntarle a su cocinera cómo iba el almuerzo -tal vez para poner un poco de presión-.

Era lo que tenía pensado el castaño, pero eso quedó en nada al abrir la puerta del baño. Su burbuja de felicidad explotó en un segundo, Jun-in estaba sentado en el borde de la cama mirando hacia su dirección.