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Hoseok se apoyaba en la pared cerca de la ventana mientras observaba la dormida figura del menor. Llevaba varios minutos haciéndolo desde esa posición y era mucho más tiempo antes de que se levantara, su cabeza era un caos.

Esos últimos dos días habían traído consigo una avalancha de emociones.

Todo comenzando con su salida, sin dudas el ver a Taehyung en persona había removido su mundo, eso Hoseok no podía negarlo. El solo motivo de verlo lo había hecho actuar impulsivamente, nunca se comportó así al conocer a alguien, pero no pudo evitarlo, su cuerpo parecía moverse por cuenta propia buscando la cercanía del castaño. No había dudas, se sentía sumamente atraído por él, y esto no se debía solo a su belleza, Taehyung era más de lo que nunca siquiera imaginó. Su personalidad tímida y dulce, su apariencia hermosa y elegante, sus rasgos bien definidos, su voz grave oculta bajo ese dulce rostro, su sonrisa cuadrada, su natural forma de actuar, su risa, sus miradas, eso y todo lo que representaba Taehyung hacía cosquillar su interior.

Su día juntos había sido perfecto, pero para su mala suerte había avanzado demasiado rápido. Hoseok deseaba repetirlo y vivir nuevas experiencias con el menor, un par de horas no habían sido suficiente. Su corazón y mente deseaban más -mucho más- todo había sido maravilloso a su lado.

Pero para desgracia de ambos, ni siquiera habían podido disfrutar de las emociones que el día produjo en ellos. Todo terminó en un abrir y cerrar de ojos.

Hoseok esa noche sintió un dolor que jamás experimentó, la llamada hecha por Taehyung lo hizo derrumbarse y mostrar un lado vulnerable que nunca pensó tener. Todo a su alrededor dejó de tener sentido en ese momento, solo importaba él. El peli rojo estaba aterrado, los gritos desgarradores de Tae habían devastado su corazón. No podía controlar sus lágrimas, temía perderlo. Su pecho dolía y el aire faltaba, Hoseok en ese interminable trayecto pensaba lo peor y eso desgarraba su corazón. Si Taehyung moría sin duda se rompería en mil pedazos, el mayor no se veía viviendo en un mundo en el que no estuviera el castaño, ya ni siquiera recordaba cómo lo hacía antes de que el menor llegara a su vida -independientemente de haberse visto en persona solo una vez- esos dos meses lo habían cambiado todo. Y eso era suficiente para finalmente terminar de aceptar por completo lo que sentía. Estaba enamorado de Taehyung, lo estaba. Pero la vida, tan cruda como era, se lo había hecho entender de la peor forma posible... Tal vez su discusión sería lo último que compartieron juntos -ese pensamiento lo aterraba-.


Si su corazón se sentía desgarrado en el trayecto, lo que sintió al escuchar sus gritos y luego ver su estado, hizo venir su mundo abajo. Un sinfín de emociones lo embargaron, pero uno predominó. Hoseok se sentía sumamente culpable por no haber podido evitar el sufrimiento de Taehyung, el castaño pudo haber muerto si es que no lo hubiera llamado. No había podido protegerlo, en estos dos meses no había hecho nada, hasta el final no fue más que un simple espectador pasivo, lo sabía. Sin embargo, eso no volvería a pasar, Taehyung estaba delante de él y necesitaba de su ayuda. Sí, no pudo hacer nada antes, pero eso cambiaría desde ese preciso momento. El mayor ya no sería un espectador nunca más.

La calma volvió finalmente a él cuando vio a Taehyung curado y protegido. Su corazón volvía a latir con "tranquilidad", sin embargo, estos no eran los únicos sentimientos que albergaban en su interior. El orgullo llenaba su pecho, sus amigos sin dudas eran los mejores amigos que la vida le pudo dar. A pesar de que ninguno conocía a Taehyung, habían mostrado una preocupación y cuidado único. Sus sentimientos eran genuinos, cada uno actuaba porque así lo querían, no lo hacían por Hoseok, era todo por el propio Taehyung. Ninguno se apartó de su lado en ese momento, ellos deseaban ayudarlo y eso se los agradecería eternamente.

Por desgracia no todo lo que sentía era bueno ni positivo, la culpa nuevamente lo invadía.

Los sentimientos hacia la mujer que prometió amar eternamente habían cambiado. No sabía cómo pasó, pero era un hecho, no podía seguir mintiéndose a sí mismo. Hoseok se sentía el peor hombre del mundo y más al ver la dedicación que ponía la mujer por ayudar a aquel castaño que hacía a su corazón saltar descontrolado. No era culpa de Taehyung por supuesto, sin embargo, el ver el amparo de la mujer hacia el menor, lo hacía sentir como la peor traición del mundo por su parte.

Pero no era solamente por esto que sentía dicha emoción, también sentía culpa por sentir aquellos sentimientos por Taehyung. Le había fallado al traicionar su amistad, él había dejado de verlo como un amigo, que era como el menor lo veía. Hoseok se había enamorado -por supuesto no lo había querido así, sus sentimientos habían surgido solos, pero eso no cambiaba las cosas, le había fallado de todas formas-.

Más aquello no era lo único. El castaño finalmente había sido totalmente sincero, se había abierto completamente a él, contando sus más íntimos temores. El menor había expuesto su miedo a estar solo y el anhelo que tenía por ser amado. Taehyung deseaba que alguien en su vida lo amara realmente y él lo hacía. No obstante, no podía decírselo, ni mucho menos demostrárselo -no de la forma romántica que él se merecía- aunque lo quisiera no podía, no podía fallarle de esta forma a Yejin. Aunque le doliera, no podía romper su corazón, pero al hacer esto inevitablemente le estaba fallando a Taehyung por negarle lo que él más ansiaba.


Volviendo finalmente en sí, el peli rojo caminó hasta la cama, sentándose a un lado del aún dormido castaño. Con sumo cuidado inclinó su cuerpo hasta quedar a centímetros de él, acortando lo poco que quedaba con sus labios.

- Perdóname, cariño... Lo siento mucho- dijo en voz baja, mientras alejaba sus belfos de la frente de Taehyung.

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Como quedó cortito intentaré subir otro capítulo en la semana. Espero tengan una bonita tarde/noche/día💕💕

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Skr💜💜

You're my hope (HopeV)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora