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"Lo siento, Tae. No volveré a casa hoy, no me esperes a cenar".

Ese corto mensaje hizo que el corazón del castaño se contrajera, otra vez lo dejaba solo... Porque sí, esta no era la primera vez que sucedía.

Hoseok se estaba alejando, pero era su culpa, él era el causante de esto al evitar a Yejin, lo sabía... pero dolía, dolía mucho. El mayor era quien lo hacía sentir a gusto y en calma, él era quien lo hacía calmar su soledad, pero con esto repitiéndose Taehyung se sentía cada vez más solo y vulnerable.

Todo marchaba bien hasta hace nada, su cercanía cada vez se intensificaba más. Él ya no se negaba a mostrar su afecto hacia Hoseok y el peli rojo le correspondía del mismo modo. Taehyung en esos momentos juntos, se sentía feliz.

¿Cómo fue que todo cambió tan rápido?

La primera vez lo tomó por entera sorpresa, el peli rojo había vuelto a casa solo para disculparse apenado antes de volver a partir. Sin saber cómo reaccionar Tae le había dicho que no se preocupara por él, aunque por dentro deseaba decirle que no lo dejara solo. La segunda vez había sido una llamada, dando como excusa que su pareja no se sentía bien. La tercera tal y como ahora le había escrito... pero esta vez solo había dejado ese corto mensaje. Sin excusas ni pretextos.

Hoseok lo dejaría, por supuesto que lo haría. Él no era más que un simple amigo, sin dudas el mayor se cansaría en algún momento y lo dejaría. Él ya era feliz y tenía a quien amar.

Las lágrimas, sin poder evitarlas, comenzaron a surgir.

Olvidando la cena que había pedido, el menor tiró su celular al sofá y corrió hasta su cuarto liberando ahí toda la pena que lo inundaba.

Sin dudas odiaba las noches, era cuando más vulnerable se sentía. Para Taehyung ya era común llorar en su habitación cuando la oscuridad lo atormentaba, era normal que se sintiera solo en esos momentos, pero era ahora cuando se daba cuenta de lo que era realmente la soledad. Taehyung sentía que no pertenecía a ese lugar.

Las horas pasaban y su llanto no cesaba. La angustia no parecía darle tregua. Aunque intentaba controlarlo, no podía. Fue entonces cuando pensó en Hye, ella era quien lo consoló en aquellos momentos duros, cuando más lo necesitó y sin dudas lo ayudaría a calmar su pena en este momento. Taehyung necesitaba soltarlo todo y sabía que no habría nadie que lo escuchara y ayudara como lo haría ella... pero lamentablemente la mujer se había mudado a Busan por trabajo, hace una semana se habían visto por última vez antes del viaje. Y pese a que la mujer le pidió que la llamara y que contara con ella cuando lo necesitase, el menor no quería preocuparla al encontrarse a horas de distancia.

Su congoja a pesar del tiempo cada vez se volvía más intensa y dolorosa haciéndolo entrar en un completo desconsuelo. Sin poder calmar su angustia al encontrase solo entre esas cuatro paredes, Taehyung en un intento desesperado, se levantó de su cama y corrió al primer piso tomando sus llaves antes de salir con prisa del lugar. En ese momento no lo pensó, simplemente se encaminó con prisa por las oscuras calles. Ni siquiera tomó un abrigo antes de marcharse, había salido de casa solo con su pijama.

Las calles se encontraban totalmente deshabitadas, pero el menor no le prestó ninguna atención a su entorno, solo siguió con sus pasos apresurados a la vez que intentaba controlar sus lágrimas.

Su camino, luego de unos minutos, se vio interrumpido al llegar a una entrada. Entre sollozos tocó el timbre, pero pasaron los segundos y nadie apareció. Lo volvió a intentar tocándolo ahora con más impaciencia, hasta que en un momento la puerta se abrió haciéndolo ver una mirada molesta desde el interior, pero esta cambió en un segundo al verlo a él parado en la entrada.

You're my hope (HopeV)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora