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El castaño había despertado desnudo y sin compañía nuevamente, pero a diferencia de la vez anterior, en la cama de Hoseok. Había estirado su mano aún entredormido para tocar el lugar del peli rojo notando pronto su ausencia. Sin embargo, los sutiles ruidos desde el primer piso lo hicieron sonreír. No estaba solo.

Taehyung se destapó viendo que aún tenía restos de semen seco sobre su cuerpo, los cuales tocó sin pudor, haciendo que los recuerdos de unas horas atrás se volvieran más nítidos. Su sonrisa se amplió todavía más, todo realmente había pasado.

Con su mente perdida en sus pensamientos se levantó y dio una ducha rápida antes de ir y tomar lo primero que encontró en su armario para bajar e ir a la cocina. Se había quedado de pie recargado en el marco de la puerta viendo cómo Hoseok preparaba el desayuno con suma dedicación mientras su hermosa sonrisa no se apartaba de él. Pero en algún momento, al sentirse observado, se giró haciendo que sus miradas se encontraran.

- Tae... ¿Cuánto tiempo llevas ahí?- habló con nerviosismo en tanto dejaba de hacer su labor.

- Un minuto más o menos- le respondió intentando no verse del todo tímido mientras caminaba a paso lento hasta él- No esperaba que estuvieras en casa.

- Este sábado lo tengo libre...- comentó intentando mantener conectadas sus miradas- Pensaba llevarte el desayuno a la cama, pero despertaste antes... Buenos días- le dijo cuando estuvo a su lado.

Sin embargo, Taehyung no respondió de manera verbal, su impulso lo había hecho tomar la iniciativa de abrazar su cuerpo por la cintura para pegarlo al suyo antes de besar sus labios.

No quería volver hacer como si nada ocurrió, ya no había excusas, lo de anoche había sido completamente consciente. No quería volver a limitarse con él.

Hoseok jadeó en sus boca por la sorpresa, pero su cuerpo había correspondido al instante, dejándose llevar por el ritmo del contrario mientras se sostenía de sus hombros, aferrándose fuertemente de ellos.

- Buenos días para ti también- dijo en un susurro cuando al fin se separaron.

Ambos se veían levemente sonrojados y ninguno sabía qué decir o qué hacer, no obstante, no apartaron sus miradas.

Hoseok fue finalmente quien habló segundos después pidiéndole al menor que se sentará mientras él servía sus desayunos, recibiendo un asentimiento un tanto avergonzado por parte del menor, el cual de inmediato lo hizo. Momentos después, y con todo ya servido, se unió el peli rojo.

Su desayuno comenzó en silencio, pero no uno incómodo. Se sentía extraño, por supuesto, pero no de una mala manera, solo que el no saber cómo llevar las cosas limitaba sus formas de actuar.

- ¿Cómo estás, Hobi? ¿pudiste dormir bien?- le preguntó el castaño intentando volver a retomar su conversación. El mayor asintió sonriendo sin poder evitarlo.

- Estoy bien, y sí pude dormir más que bien a tu lado, gracias... ¿tú?- preguntó viéndolo fijo mientras daba un sorbo a su café.

- También- le respondió soltando un suspiro antes de devolver su taza de chocolate caliente a su lugar-... ¡ahh!... no puedo con esto, Hobi- soltó de pronto apoyando su frente en la mesa evitando la mirada del nombrado- Eres tan hermoso.

El mayor casi se atraganta con su café, provocándole una leve tos.

- No me mientas, no lo soy- le respondió cuando pudo controlarla, haciendo al castaño volverlo a verlo.

- ¿Acaso estás ciego? Por supuesto que lo eres.

- Por suerte no, o sino no podría haber visto lo hermoso que eres tú- comentó llevando un nuevo trozo de su sándwich de mantequilla, huevo, tocino y mermelada a su boca.

You're my hope (HopeV)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora