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En la oscuridad de su auto, Hoseok dejó salir toda su tristeza y dolor. Toda la felicidad efímera que había sentido ese día no era más que una ilusión, Taehyung no lo amaba, sus sentimientos no eran realmente correspondidos. El castaño seguía sin sanar y su plan solo era una muestra de aquello. En su cabeza no vio otra solución a su posible "alejamiento", que no midió las consecuencias de sus actos, ni mucho menos pensó en cómo le afectaría a él ni lo que sentiría. Aquello que decía sentir estaba muy alejado del concepto amor, realmente no lo amaba, lo que sentía por él era dependencia al igual que la que tuvo antes con Jun-in. Eso lo destrozó aún más, pues no se había dado cuenta de ello hasta ahora. Todo su esfuerzo no había servido de nada, no había podido ayudar a sanar a Taehyung.

El peli rojo sentía dolor, pero también molestia, por eso no quería estar cerca del menor, pues no quería arruinar todo al sentirse de ese modo. Parte de su decisión de mandarlo con su amigo fue por eso, pero también lo era por su enojo, no podía evitarlo al ver a lo que había recurrido el castaño para tenerlo consigo. Sin embargo, a pesar de eso, le había roto el corazón escuchar su llanto desesperado, pero no podía estar a su lado, por mucho que lo hubiera prometido y lo destrozara el pensar el cómo se sentiría Tae sin su compañía, lo sucedido fue más de lo que podía soportar.

Hoseok volvió a llevar su mano al volante luego de secar las lágrimas que no paraban de caer en tanto continuaba su viaje hasta la casa de Yejin. Intentaba no pensar nada, pero era imposible, se sentía destrozado por lo sucedido, mas no era lo único, pensar en vivir alejado de Taehyung solo le generaba una angustia todavía mayor y realmente lo veía casi imposible. Sin embargo, no era por el hecho de haberlo corrido de su casa, sino porque todo parecía haberse roto entre ellos. Se habían perdido el uno al otro y ese era el motivo de peso.

Totalmente abatido, Hoseok terminó su recorrido hasta la casa de la mujer, pero al llegar no encontró a nadie. Había entrado con la llave que aún guardaba, pero Yejin no estaba ahí. Eso lo preocupó, en el estado que estaba la mujer nada le aseguraba que no pudiera tener un accidente, por eso intentó llamar a sus más cercanos al tener ella su teléfono apagado, pero ninguno sabía nada. 

Sin más que hacer, esperó por su regreso, pero tiempo más tarde recibió un mensaje con noticias de la peli negra por parte de Namjoon.

"¿Qué demonios hiciste, Hoseok? Ye llegó destrozada aquí. Te lo dije desde un comienzo, que todo acabaría mal, intenté aconsejarte de una y otra forma, pero no me escuchaste, ni a mí ni a Yoongi. ¿puedes entender cómo me siento por eso? Puse tu amistad por sobre la de ella. Sabes cuánto la quiero, pero aun así me callé todo esperando que solucionaras las cosas. Jodidamente no la mereces. No debí presentártela nunca".

Hoseok dio un suspiro pesado, entendía el enojo de Nam, ellos eran amigos desde mucho antes de que él comenzara una relación con Yejin. Además, se lo merecía, le había roto el corazón a la mujer.

Con la culpa y dolor pesando en sus hombros caminó hasta su auto, Yejin estaba en buenas manos y estaba seguro de que, si volvía, lo menos que querría sería encontrarse con él.


(...)

Namjoon al igual que sus dos amigos, tampoco pasaba por el mejor momento de su vida, pero a diferencia de sus amigos lo había callado por completo, no quería molestarlos con sus inquietudes viendo lo que pasaba con ambos, pero más que eso, la realidad era que no podía hablarlo.

Hacía un par de semanas muchas cosas venían rondando por su cabeza, pero intentaba no pensar en eso. Quería seguir con su vida tranquila junto a su pareja, dedicarse de lleno en su trabajo y volver a rutina de diversión con sus amigos el fin de semana. Sin embargo, no se podía, todo parecía ir decayendo de mal a peor y con sus pensamientos inundándolo todo parecía desmoronarse aún más.

You're my hope (HopeV)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora