Capítulo 9

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-¡Jamás me atraparas con vida, rey Jeon! -decía Taehyung mientras corría por el patio trasero de la mansión.

-¡Sí que lo haré, rey Kim! -dijo esta vez Jungkook corriendo detrás del castaño.

Los pequeños corrieron por todo el patio, era plena tarde y el sol aún estaba en su punto más alto, pero gracias a un techo de vidrio negro que hacia más amena la luz del sol, por lo que Jungkook podía correr libremente por todo el lugar sin hacerse daño.

Taehyung llegó al castillo inflable y se apresuró a quitarse el calzado para entrar al inflable. Dentro de este Taehyung esperó a que Jungkook entrata, adoptando una pose de batalla. Entre sus manos tenía una espada de juguete, al rededor de su cuello estaba atada una sabana color rojo con dibujos de murciélagos que pertenecía a Jungkook, y en su cabeza reposaba una corona de papel pintarrajeada con crayones hecha por él mismo. Segundos después, Jungkook también entró al inflable, y al igual que el lobito, tenía una espada de juguete, una corona de papel y la "capa", pero esta era color azul con dibujos de cochecitos de carrera.

-¡Rindete, Kim! ¡No podrás ganarme! -exclamó el vampirito, forzando su voz para que saliera más grave y así verse más atemorizante, según él.

-¡Jamás podrás ganarme, Jeon! -contestó él, apuntando al contrario con su espalda mientras hacía su capa hacia atrás. Se veía muy épico en su cabeza.

Y así ambos comenzaron a pelear, entre saltos, golpes, risas y tirándose poderes imaginarios, hacia los efectos especiales con su boca. Se notaban cansados, pero aún así seguían peleando, saltando por todos lados y cayendo al suelo para descansar un momento, para luego volver a pelear. Llegó un momento donde ambos quedaron exhaustos y decidieron descansar, acostados boca arriba aún dentro del inflable.

-Kookie -llamó Tae luego de unos minutos de silencio.

-¿Mhm?

-Tengo hambre.

-Yo también. Vamos a dentro.

Ambos se levantaron y salieron del castillo, para luego caminar hacia la casa, sin haberse puesto las zapatillas nuevamente.

Dentro de la casa, los niños se sentaron en la mesa y comenzaron a comer de los platos llenos de comida y dulces que había allí, para así recuperar sus energías. Mientras comían, Taehyung se dedicó a mirar la casa. Esta era muy grande, con detalles elegantes y ciertamente antiguos, candelabros grandes y que parecían ser de oro colgaban del techo, ilumianndo así la mansión. El piso hecho de madera, parecía brillar con la luz, las paredes de mármol pintadas de blanco, cuadros elegantes decoraban las paredes, muebles de madera con diseños elegantes y un tanto antiguos adornaban toda la mansión. Ciertamente, el hogar de Jungkook era muy bonito.

Pero hubo algo que le llamó mucho la atención. La madre de Jungkook había vuelto hace un rato, y en ese preciso momento estaba sentada en el marco de una ventana abierta. Los vidrios de la ventana eran color negro oscuro, lo que impedía que la luz solar iluminara el interior, pero al estar abierta la ventana, la luz podía entrar.

La mujer miraba el horizonte, por donde el sol se estaba ocultando, tenía una suave sonrisa en sus labios y la luz del sol iluminaba su piel nivea que parecía brillar. Se veía hermosa.

Pero lo que le pareció curioso es que ella no se quemara como Jungkook aquella vez en la escuela. ¿Acaso habían vampiros inmunes al sol?

-Oye, Tae -llamó el azabache. Taehyung lo miró con las mejillas llenas y con migas al rededor de su boquita, mientras sostenía una galleta a medio comer.-, ¿quieres seguir jugando?

-Sipi.

Ambos bajaron de las sillas y agarraron nuevamente sus espadas de juguetes. Corrieron juntos hasta la sala, se subieron a la mesa de centro con los pies descalzos y comenzaron una pelea de espada a muerte. Todo su al rededor estaba lleno de lava y solo tenían esos muebles para salvarse. Mientras que el príncipe Cooky miraba desde el sofá la acción entre los reyes.

-¡Vas a caer, rey Jeon! -decía el lobito mientras acorralaba al contrario en el borde. Kook estaba por caerse.

-¡Jamás! -De un momento a otro, Jungkook saltó hacia el sofá blanco frente a ellos, sin tocar el suelo.- ¡Nunca me ganarás! ¡Muajajaja! -Reía el vampirito malevolamente, aun que se supone que él era el bueno.

Taehyung formó un pucherito en sus labios, ¡estaba por caer! Tomando un poco de impulso, saltó hacia el sofá también y así ambos volvieron a pelear.

El pequeño lobito tropezó con sus propios pies y terminó cayendo sobre el sofá, por lo que Jungkook aprovechó para empujarlo con sus piecitos para hacerlo caer. Taehyung se aferraba con toda la fuerza que podía en el cuero del sofá, negándose a ceder al forcejeo del vampirito.

-¡Ya caete! -se quejó Jungkook intentando que las manitos de Taehyung soltaran el sofá.

-¡Jamás!

Jungkook tomó las manitos de Taehyung entre las suyas, haciendo que lo mirara.

-Que viva el rey -dijo en un susurro y lo soltó, haciendo que cayera al suelo.

-¡Noooooo! -gritaba dramático Taehyung, alzando su mano al aire, disminuyendo de a poco su voz, hasta que dejó caer su mano y cerró sus ojitos, sacando la lengua afuera. Había muerto.

-¡Gané! -exclamó feliz el pequeño, parandose sobre el sofá, levantando sus manitos al aire.

-Solo te deje ganar por ser tu cumpleaños -decía Taehyung levantándose del suelo.

-Si, claro. -Le sacó la lengua y Taehyung lo imitó.

-Taehyunggie~ -llamó la madre de Jungkook acercándose a ellos. El menor la miró-, ¿a qué hora vendrá tu madre? Ya está anochesiendo.

-No lo sé.

-Mhm, puedes quedarte a dormir si quieres -ofreció ella, era sábado, por lo tanto no debían ir a clases al día siguiente-. La habitación de Kookie es grande y te sentirás cómodo en ella.

-Tengo que pedirle permiso a mi mami... ¿Tiene un teléfono para llamarla? -preguntó con un tono bajito, jugando con sus deditos. Le daba vergüenza perdir cosas.

-Claro, cariño. Sigueme.

Juntos caminaron hacia la siguiente sala donde se encontraba el teléfono, uno antiguo del siglo anterior. Jungkook miraba en silencio por donde se habían ido su madre con el lobito. No le desagradaba la idea de que Taehyung se quedara, pero tampoco iba a admitirlo en voz alta. No quería que su relación con Taehyung cambiara, era divertido pelear.








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Si no saben qué referencia hay en este capítulo, no tuvieron infancia ysi

Garritas y colmillitos •ᴷᵒᵒᵏᵛ•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora