Ella iba tan emocionada corriendo por los pasillos de la escuela, queriendo llegar de una vez a su salón y mostrarle a sus nuevos amigos lo que había conseguido. Algo muy lindo y que le hacia mucha ilusión, como a toda niña a esa edad. Al llegar al salón, su maestra aún no estaba, por lo que supuso que estaba hablando con el sub director, ella nunca llegaba a tiempo y más de una vez encontró a la omega hablanco con ese hombre. Rápidamente se acercó a la mesa que le tocaba junto a los lobitos, el hada y el vampirito.
Ella era la única niña de ese grupo, cosa que le gustaba porque se llevaba mejor con los chicos que con las chicas. Según su madre, debía ser al revés, pero qué importaba, tenía amigos.
-¡Chicos, chicos, chicos! ¡Adivinen lo que tengo! -dijo con emoción apenas llegó, captando la atención de todos. Se quitó la mochila y dentro de ella buscó lo que traía.
-¡¿Chocolate?! -exclamó Jihoon ilusionado, viendo lo que hacía.
Jennie, ese era el nombre de la pequeña, lo miró con seriedad unos segundos. Jihoon tenía una rara obsesión por los dulces. Era lo primero que pensaba.
-No -dijo simplemente antes de sacar lo que buscaba y esconderlo en sus pequeñas manos.
-Entonces no me interesa. -Perdiendo toda emoción, volvió al dibujo que hacia para matar el tiempo.
-Amargado. -Puchereó.
-Molesta.
Al escucharlo, Jennie puso la expresión más dramático y ofendida que tenía, completamente molesta con el tonto de su compañerito.
-¡No lo soy!
-¡Sí lo eres!
-¡Los que se pelean se aman! -gritó Jaebum cuando iban a comenzar a discutir.
-¡Qué asco! -dijeron, más bien gritaron, los dos al unisono.
Los demás en la mesa comenzaron a reír por las caras de sus compañeros, Jabum sintiéndose orgulloso de sí mismo. Eso siempre funcionaba. Menos con JK y Tae, ellos se seguían peleando hasta que Tae lo pateara o Jungkook lo ignorara. Eran un caso perdido.
-Ya. ¿Qué tienes, Jennie? -preguntó Jungkook luego de que las risas terminaran.
-¡Esto! -Abrió su manito en el centro de la mesa, mostrando los dos anillos que tenía.
Los cuatro niños ahí presentes, se asomaron más sobre la mesa para ver qué era y porqué su compañera estaba tan emocionada.
-¿Qué es eso? ¿Se come? -preguntó Jihoon curioso.
-Jihoon, ¿Puedes dejar de pensar en tu estómago un segundo?
-Dejame pensar... -Hizo una mueca de estar pensando.- Uhm, nop.
Jennie rodó los ojos rendida y suspiró aceptandolo, su amigo era un glotón.
-Como sea. Son anillos de casados. -Finalmente dijo con una sonrisa, cosa que confundió más a los niños.
-¿Por qué tienes eso? -preguntó Jungkook. Sus padres también tenían unos, pero nunca se los sacaban.
Y si su padre lo hacía, su mamá se enojaba mucho.
-Mi mamá los tiró, no le gustaban más. -Se alzó de hombros, restándole importancia.
-¿Los tiró a la basura? -Abrió su boquita sorprendido.
-No. A la cabeza de mi papá. -Ella rió ante el recuerdo. Se le hizo chistoso la cara que puso su papá cuando sucedió.
-¿Por qué hizo eso? -preguntó nuevamente el vampirito. Era muy curioso, quizás de grande fuera un gran chismoso.
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Garritas y colmillitos •ᴷᵒᵒᵏᵛ•
FanfictionLos vampiros y lobos jamás se han llevado bien desde que ambas especies nacieron y eran enemigos por naturaleza. Siglos de guerra para determinar quién era la especie dominante, una pelea estupida a decir verdad pero necesaria para ellos. Todo este...