Taehyung corría lo más rápido que daban sus piernitas de niño, estuvo por caerse en más de una ocasión, la tierra y el pasto mojado era muy resbaladizo. Pero aún así no le importaba, estaba en busca de su amigo. Le costó un poco llegar, cuando llovía era el doble de difícil caminar hasta allí. Cuando llegó al lago se detuvo, su respiración estaba agitada y pequeños mechones castaños se pegaban a su frente sudada. Pero ahí estaba él.
En la orilla del lago se encontraba el pequeño vampirito sentado en posición fetal, llorando desconsoladamente. En lo más profundo del bosque nadie jamás podría escucharlo. Todo el mundo sabía que al vampirito tenía miedo a la oscuridad y jamás podría estar solo en un lugar así, por eso mismo nadie podría buscarlo allí. El escondite perfecto para él.
Con cautela, Taehyung se acercó a su amigo, quien estaba tan centrado en su dolor que no le prestó atención.
—¿Jungkookie...? —llamó una vez que estuvo lo suficientemente cerca de él.
El mencionado levantó la cabeza al oír aquella tan conocida voz. Al verlo, sintió una rabia que nunca antes había sentido, el iris de sus ojos eran prueba de aquello.
—¿Q-Qué sucedió, Jungkookie? —preguntó con algo de nerviosismo. Jamás lo había mirado de aquella forma, ni cuando eran rivales.
Sin dudarlo, y más rápido de lo que el lobito pudo reaccionar, Jungkook lo derribó y se sentó sobre su pancita, clavando sus uñas en los hombros del mayor. Taehyung se quejó por el golpe en su cabeza, pero no salía de su asombro ante el actuar de su amigo.
—¡Ustedes malditos asesinaron a mi mamá! —gritó Jungkook casi desgarrando su garganta, mientras más lágrimas escapaban de sus ojos enrojecidos de la furia que sentía.
Taehyung abrió ampliamente sus ojitos, su rostro siendo mojado por las lágrimas ajenas. No sabía qué decir, en su poco entendimiento, sabía que "asesinar" era algo malo, o eso le dijo su mamá aquella vez viendo una película de acción.
Jungkook se levantó al ver la carita confundida de su amigo. Él no merecía que desquitara su enojo con él. Taehyunggie era buen amigo y su madre estaría molesta si lo golpeaba. Y con solo ese pensamiento, volvió a llorar sentándose en el suelo abrazando sus piernas, escondiendo su rostro para que no lo escucharan.
Era cierto, su mamá ya no estaba.
Taehyung se levantó del suelo y miró a su amigo que había vuelto a llorar de una manera tan desgarradora.
—Kookie... —llamó angustiado, pero este seguía llorando desconsoladamente. Taehyung sentía que su corazoncito se estrujaba dentro de su pecho al ver así a su mejor amigo, no sabía qué hacer para calmarlo, e inevitablemente sus ojitos empezaron a llenarse de lágrimas también—, y-yo... Y-Yo lo siento mucho, Kookie —se disculpó en nombre de su manada, derramando lágrimas también.
Pero él no tenía la culpa de nada.
—¡Alejate! ¡N-No quiero verte! —gritó con enojo, levantando su cabecita de su escondite. Su carita estaba empapada de lágrimas, sus ojitos enrojecidos e hinchados de tanto llorar, al igual que su naricita—. ¡Vete!
Taehyung quería llorar, le dolía que Jungkook le tratara así. Pero más le dolía verlo en ese estado, en lo que llevaba conociendolo solo lo vio así aquella vez que unos tontos lo habían arrojado en pleno sol. Parecía que sentía la misma sensación de su piel siendo quemada, pero sin heridas visibles.
El lobito rápidamente se acercó al vampirito y lo abrazó con fuerza, cubriéndolo con su cuerpecito, él era su caballero, no podía dejarlo solo ahora que estaba tan mal. Jungkook parecía llorar cada vez más, la opresión en su corazoncito cada vez dolía más.
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Garritas y colmillitos •ᴷᵒᵒᵏᵛ•
FanfictionLos vampiros y lobos jamás se han llevado bien desde que ambas especies nacieron y eran enemigos por naturaleza. Siglos de guerra para determinar quién era la especie dominante, una pelea estupida a decir verdad pero necesaria para ellos. Todo este...