⭐PRÓLOGO⭐

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"Nos veremos, cuando la vida decida volver a cruzar nuestros Veleros"

—Así que aún amas admirarlas.— Es la voz tentadora de Tobías quién me hace retomar el sentido de mi alrededor. 

—Tienen una magia especial—suelto con livianía—No te he visto llegar—Agrego mientras giro mi dorso y vista vista hacía él.

—Lamento haberte tomado por sorpresa, espero no incomodarte.—Noto su peculiar nerviosismo—No pude evitar acercarme, luces igual de radiante que ellas.—Dice al compararme con las estrellas.

 —Agradezco tus elogios, pero... no es su belleza lo que cautiva mi alma.

—¿Entonces...qué es?

—Son una metafora en mi vida, y parte de una realidad qué he de sobrellevar—Esta vez mi mirada se pierde sobre el firmamento que se posa sobre mi.

—Stella, déjame estar en esa realidad —Confiesa con sed de una buena aceptación de mi parte, y sí, lo admito, mi corazón es vulnerable a él.

—Siempre, has sido parte mi realidad—Me acerco a él mientras que nuestras miradas son un colapso cosmico— ¿Sabes por qué vengo aquí?

—Por qué amas la tranquilidad que te transmite.

—Cierto, pero solo aquí soy capaz de revivir, mis emociones ahogadas, aquí se escribió este estallído cosmico qué aflige nuestras almas.

—¿Y aún así eres tán fría para herirme de esta forma?—Sus ojos tienen necesidad de encontrar respuestas, pero está quebrantado.

—No construyo sueños sobre el aire, pero creó que estoy cayendo una y otra vez, en una historia que me recuerda; que los veleros, siempre,  viajan junto a las estrellas. —Doy un último paso hacía él, quedando nuestros rostros frente a frente, con la misma sensación con la que mi corazón lo conoció.

El viento nos abraza, con la fuerza con la que nacen las estrellas, mientras qué la Luna, entristece y se deja esconder por las nubes qué buscan conocer nuevas letras qué se tatuen eternamente en nuestras almas.

...

Confieso que la primera vez que me hablaron de los Veleros, me parecieron lo más simple del mundo, no los consideraba relevantes para impactar la atención de alguien, pues al final del día solo son botes con velas.

Siempre me enfocaba en su exterior, nunca miraba más allá de su apariencia, a mi vista eran insignificantes, solo un simple objeto flotante con utilidad,  pero sin relevancia.

Mis ojos solo tenían cabida para dejarse cautivar e hipnotizar, por el bello e inmenso cielo nocturno que se iba tornando oscuro, conforme el sol se ocultaba e iba cayendo la noche, aquella que traía consigo,  el gran espectáculo nocturno, que aquellos cuerpos celestes me ofrecían, reflejando aquella combinación entre el reflejo del cielo sobre el mar.

Pero todo cambió cuando la vida me sucumbió.

Estos mese solo me he cuestionado mis pensamientos sobre lo que soy, lo que fui y lo que pude ser, innumerables veces llegué a la conclusión de que quizá en aquel momento un velero era irrelevante ya que mi admiración total se posaba en las estrellas.

En mi defensa personal, puedo tirarle la culpa a mi Bisabuela quién era una amante de la Astronomía, y confieso que en algún momento loco de la vida, soñé con ser una estrella,  ser titilante y tener ese honor que ellas tienen; el de brillar desde que nacen.

Sí, ese era mi deleite, admirar desde el techo de mi casa el  admirable cielo nocturno, divagar, crear, y soñar con historias que se dibujaban en mi mente, con versiones distintas de mi propio yo.

Veleros y Estrellas. ⭐ #PGP2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora