"La vida te puede cambiar, en un instante, o en una eternidad, y siempré será un nuevo despertar con el cuál deberás aprender a lidiar"
Stella.
Es el leve sonido de la radio que reproduce long live de Taylor Swift el que me recibe al despertar, la habitación tiene una mezcla de aroma, efecto de las peonias que están en el jarron de la mesa de noche y las medicinas que probablemente me han estado dando.
Nora está recostada en el Sofá, su rostro luce cansado, y no me lo puede negar, sus ojeras la delatan.
Trato de alcanzar mi movil pero en el intento he dejado caer un pequeño libro que ha creado ruido suficiente para despertar a Nora, se levanta casi como un relampago.
—Yo lo recojo—Dice de inmediato al estar en pie y se aproxima a mí.
—Deberías ir a dormir, tu rostro me dice que te has quedado casi una eternidad en vela— Mi voz esta vez era un poco cansada pero firme.
—Podrías dejar los mandatos para luego señorita, avisaré que has despertado a enfermería para que te revisen—dice mientras que oprime el botón verde que precisamente tiene la función de alertar el cuerpo de enfermeras a cargo.
—Siento que he dormido casi una eternidad —digo aún con algo de pesadez, y me vuelvo a recostar cerrando levemente mis ojos—¿Está mi mamá aquí?
—Tu madre ha salido esta mañana por un pendiente del trabajo, problemas con algunos inversionistas, y bueno, no es muy lejana tu teoría de lo mucho que has estado dormida.—ella suelta un leve suspiro profundo.
—Fue el asma nuevamente ¿verdad?—O al menos eso es lo que mi mente me hacía pensar.
—Algo así—Su respuesta me deja inquieta, pues íncluso siento que hay algo que no cuadra con mis preguntas que me están bombardeando justo ahora.— Es raro que mamá tenga detalles con inversionistas, no se le pasa casi nada.
—De hecho ella le ha hecho record en estos últimos días al pulpo, pero ha mantenido algo de ausencia en la empresa, te hemos cuidado pero ella más. Tu padre también, pero esta mañana salió de emergencia, al parecer tenía algo que arreglar con el señor Benjamín.
—¿Benjamín? ¿Quién es él?—cuestiono esta vez algo sorprendida, pues a pesar de sentir que antes pude haber oído aquel nombre, no lograba encontrar recuerdo alguno de él.
—Don Benjamín, el Presidente, el que es el abuelo de Adán, amigo de Tobías, que por cierto es quién más preocupado ha estado.
Que tipo de acertijo me estaba jugando Nora, quiénes eran todos ellos, por qué aquella lista se me hacía tan complicada y resonante pero ausente en mis recuerdos.
—¿Tobías? ¿Es un nuevo inversionista o familiar lejano? ¿Sobrino de mi padre o algo así?—esta vez me acomodo un poco en la camilla para poder entablar una mejor conversación con Nora, aunque en mi cabeza aquel nombre por alguna extraña razón ha tenido algún impacto, pero no logro saber tampoco, de quién pueda tratarse.
La expresión de Nora, me alerta en pensar que algo está mal, más no lo comprendo. Es el médico especialista quién llama mi atención al entrar de repente a la habitación junto a dos médicos más y una enfermera.
—Buenos días Stella, nos alegra verte mejor—Aquello proviene de Marcus uno de los Médicos más jóvenes de los tres, se acerca a mí y comienza a revisarme.
—Gracias, creo que también estoy bien.—digo con timidez.
Un médico de nombre Jaziel es quién está apuntando algo en su cuadernillo, mientras que el médico especialista me observa y la enfermera mide mis signos vitales.
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Veleros y Estrellas. ⭐ #PGP2023
Novela JuvenilPor años he escuchado una antigua leyenda que dice que cuando nacemos, una nueva estrella aparece en el cielo, pero nadie me habló de aquellas estrellas oscuras a punto de fenecer, supongo que tampoco ellos se habían detenido a pensar en ellas, sin...