"De un trágico, destino, nuestros cielos, unieros sus deseos"
Desde nuestro nacimiento hasta el día en que fenecemos, nacemos con una estrella interior, que nos acompañará por el recorrido de esta realidad: Llamada Vida.
Y en esa misma travesía muchas veces tratarán de apagarnos, pero a pesar de eso, nuestra estrella interior siempre buscará encontrar nubes frías y desoladas donde pueda alimentarse, y logre encontrar nuevas fuerzas, que la hagan ardiente y en aquellos pequeños fragmentos, se encienda su alma para resurgír, en el nacimiento una nueva estrella.
Sin embargo, encontrar la indicada puede ser tedioso, y es entonces, cuando me cuestiono; ¿Si mi corazón será útil para crear nuevas estrellas o se consumirá antes?.
¿Cuántas veces no pasamos alado de las personas indicadas y solemos ignorarlas?o ¿Cuántas veces no hemos estado a la orilla del mar esperando una caracola mágica que conceda nuestro deseo? ¿Cuántas veces no miraste el cielo y vistes esas enormes nubes como grandes algodones de azúcar que sirvieron para endulzar un poco la amargura de tu alma? Probablemente lo hayamos hecho infinidades de veces.
Lo curioso de estos sucesos es qué puede que la oportunidad siempre haya estado allí, justo frente a nuestras narices pero lo hemos dejado pasar o simplemente nos hemos negado a perseguir nuestro renacimiento.
Noche Fría en Oxford
Después de que la lluvia finalizó, caminé hasta el mirador de la ciudad, y me senté en un viejo banco de piedras que estaba en aquel lugar.
Esa misma noche, me dejé envolver por el suave aire, no habpian más lágrimas, solo un agobiado corazón, y cuando menos lo esperé esas nubes oscuras, se esparcieron, como algodones de azúcar.
Sin embargo mi atención se dirigió de inmediato ante la presencia de un joven quién a lo lejos parecía un pescador, aunque no traía consigo pescados, pero tampoco podía ser un marinero ya que no era un barco enorme, y los turistas simplemente no tomarían un velero.
En realidad no me debería importar pero todo dio un cambio cuando Hanna apareció en escena, con un rebozo en su cabeza.
¿Pero que estaría ella haciendo aquí, y en esas circunstancias? mi cerebro hizo una pequeña recopilación y entonces, recordé ese rostro blanco lleno de lunares.
él debía ser el chico con el que salía mi amiga, pero para ser sincera mis altas expectativas decayeron al ver su conducta.
Ellos estaban lejos de mí, pero aún así lo que hablaban, se podía oír.
― ¿A qué has venido? ―dijo molesto.
―Me has dejado en ese café haciendo el ridículo, organizaste una gran escena romántica para humillarme, wow, genial te ganaste un trofeo más, a tu lista de premios por ser tan arrogante, despiadado y egoísta―contestó Hanna furiosa y con un nudo en la garganta, solo era cuestión de segundos para que soltara su llanto ahogado.
―Te equivocas Hanna, la única que hizo una escena romántica en su cabeza fuiste tú, te lo dije, no me gustan las chicas, no te humillé, siempre fui claro contigo―dijo Tobías frunciendo el ceño, parecía realmente enojado.
―Dime, ¿eres homosexual? ¿es por eso? Claro debe ser eso, pero no importa, yo realmente quiero quedarme a tu lado, yo te quiero, ¿acaso soy fea, es mi cuerpo tal vez has visto solo mi peor lado de mi? Déjame quererte por favor―dijo Hanna mientras sus lágrimas escurrían por su mejilla, la escena realmente era humillante.
―Basta Hanna!! ―dijo exaltado― No soy homosexual, pero no quiero a ninguna mujer, yo...
―¿Tú qué? ¿Cuál es la verdad que ocultas?
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Veleros y Estrellas. ⭐ #PGP2023
Teen FictionPor años he escuchado una antigua leyenda que dice que cuando nacemos, una nueva estrella aparece en el cielo, pero nadie me habló de aquellas estrellas oscuras a punto de fenecer, supongo que tampoco ellos se habían detenido a pensar en ellas, sin...