вokυ no нιro ▪ᴏɴᴇ-sʜᴏᴛs▪

《𝐅𝐫𝐢𝐞𝐧𝐝𝐬》

Nota; LA SECCIÓN ESTRELLA DEL LIBROKCNWOXJE

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Como siempre, la maldita alarma de entre semana comenzó a taladrar las orejas de __________________. Ella, somnolienta y enfadada con la vida, la apagó de un golpe.

No obstante, la alarma a los cinco minutos volvió a hacer acto de presencia, más ruidosa, más insistente. La apagó de nuevo y finalmente, a regañadientes, se levantó. Cogió su uniforme y fue directa al baño. Levantó la taza del váter mientras se rascaba la barriga, y cuando fue a bajarse la ropa interior, se notó un tanto..., extraña.

Tocó su entrepierna.

Algo molestaba.

No, más bien, algo colgaba.

Frunció el ceño. Seguía teniendo la vista borrosa y la mente en el limbo por el sueño que llevaba encima. Pero, cuando se bajó la ropa interior, e hizo salir una extremidad nueva, chilló.

Abrió los ojos de par en par y se tapó la boca lo antes posible. Debido al susto se tropezó y su espalda chocó contra la pared de atrás. Quedó observando aquello. Lo tocó, confirmó que era real.

Y sí, sí era real.

—NO PUEDE SER, TENGO PENE.—se sobresaltó, se miró al espejo y se quitó toda la ropa.

No sólo tenía miembro nuevo, sino que; pectorales, hombros anchos, pelo corto y alocado, bíceps voluminosos... Se había transformado en alguien del sexo opuesto. Ahora era un chico.

Sólo pensó en una cosa.

Hacer pis.

Tras unos minutos en su habitación, después de haber realizado el deseo de todas las chicas al mear de pie, fue directa al cuarto de Momo, la habitación más cercana a la suya.

—Momo, prepárate.—abrió la puerta de la chica y entró—. Abre las piernas que te voy a dar hasta mañan...—quedó petrificada. Sin aliento, fuera de sí—. ¿Sabes qué? Olvídalo.

Momo también era un hombre.

—¡¿Qué ha pasado?!, ¡¿tú también?!—lloriqueó la pobre chica, asustada de aquella nueva transformación, mirándose al espejo una y otra vez.

De repente, se escuchó un portazo nuevo en la habitación. Ambas chicas/os se giraron hacia la entrada. Mina había entrado, bueno, Mina...

—¡¿Por qué mierdas tengo una tercera pierna?!—exclamó ella, bajándose los pantalones y mostrando aquello.

Las cosas como son, por ahora, Ashido era quien iba ganando la batalla de sables.

Escucharon otros gritos, provenientes incluso del tercer piso. Las tres se miraron, y salieron corriendo mientras se subían los pantalones por el camino. En cuestión de segundos, todos los alumnos de la clase 1A se encontraban en la sala principal de su edificio. Reunidos, mirándose entre ellos, agitados y casi histéricos de su nueva imagen.

Todos habían cambiado de sexo, todos eran lo que no solían ser. Los chicos tenían pechos, curvas, cabello radiante, rasgos finos..., las chicas todo lo contrario; mandíbula marcada, manos grandes, espalda como un armario, voz de ultratumba...