Anexo 1/3

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"Jamás pensé escribir una carta, al menos no con el siguiente contenido, si quieren saber mas de todo esto pueden consultar dentro de la computadora.

Me llamo Aang, desde que tengo memoria fui salvado por Azula de un incendio que acabo con una colonia, según ella eso era algo que iba a pasar pronto debido a los problemas que tenia ese lugar, en sus propias palabras ella observaba que me maltrataban por aquellos que se hacían llamar mis padres. Cuando paso aquello ella me cuido con lujo de detalle hasta que trataron de culparla de aquel incidente, pasaron varios días hasta que volví con ella y nos mudamos de ciudad, ella menciono algo acerca de encargarse de aquellos que nos harían daño y así lo hizo.

Años después fui educado y formado por ella en misma, mas que una madre la veo como la mujer que esta siempre a mi lado, confieso que tengo sentimientos encontrados, mas que nada porque la diferencia en edad es algo grande...sin embargo Yo la amo"

-Demonios esto es como leer una novela de algún fanático- Dijo mi subordinado al leer la carta dejada en el escritorio del cuarto del desaparecido.

-Menciono una computadora- Dije mientras seguía pensando y analizando el lugar.

-Así es-

-Búsquenla- Ordene.

-Jefa Toph, encontré una laptop- Otro de mis subordinados llego con un portátil en sus manos.

-¿Pueden hacerla funcionar?- Pregunte mientras observaba a mi equipo dejar el portátil en el escritorio.

-Si, quizás en unas 4 horas...- Dijo este.

-Hazlo en una, ¿Dónde está Lin?- Pregunte por mi segunda al mando.

-Afuera-

.

-¿Ha dicho algo?- Pregunte a mi mano derecha, quien también era mi hija.

-No-

-Lo imaginaba, pero pronto hablara- Dije mientras miraba hacia abajo.

-¿Lo hare?- Azula, mujer acusada de diversos delitos, se encontraba esposada y tirada en el suelo.

-Eso espero- Mencione agachándome.

-Espera demasiado, ¿Qué acaso no me conoce?- Dijo ella con una sonrisa arrogante, persona de alto nivel, ego, actitud fuerte y personalidad imponente.

-Conozco la gente como tú, manipuladora, mentirosa, los veo todo el tiempo- Mencione con tranquilidad.

-Supongo que no le quita el ojo de encima a esas personas- Dijo ella haciendo referencia a que tenia un ojo vendado, un incidente que casi me deja ciega pero para mi suerte solo quede tuerta.

-Diga lo que quiera, no puede ocultar a ese joven- Mencione mostrándole la foto que mi equipo había tomado.

-No lo hago, se donde puede estar, que puede hacer y seguramente como lo hará- Siempre con una actitud arrogante ella era tajante en sus palabras.

-Señorita Azula, no importa cuanto dinero o poder cree que tenga, cuando la ley dice algo la hago valer y para su mala suerte Yo soy la LEY- Dije tomándole del pelo, si creen que es abuso de autoridad me traen sin cuidado todos ustedes.

-No importa quien sea usted, no importa su estúpida ley, solo me importa una cosa- Dijo ella para luego escupirme.

-Se muy bien que le importa, solo a usted, el niño solo es algo pasajero, seguramente ya estaba cansada de ese joven, personas como usted son dependientes de alguien, siento pena por el jovencito- Le solté y me levanté.

-¿Qué haremos ahora?- Pregunto mi hija.

-Buscar a ese joven, encontremos a Aang-

Porque es míoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora