POV Aang.
-¿Quieres irte?- Pregunto algo dudosa y con cierta inquietud en la espera de mi respuesta.
-¿Quieres que me vaya?- Pregunte mirándole.
Atrás de mi la puerta hacia el exterior, aun si quería irme el clima no me iba a dejar llegar lejos, mire el suelo sin saber que hacer exactamente.
-No hay nada que el mundo te pueda ofrecer...- Comento ella, le mire un momento y contemple un poco el exterior.
-¿Por qué lo dices?- Pregunte.
-Porque afuera no tienes nada...- Era cierto, no había nada ni nadie que pudiera ayudarme ahí, no conocía a nadie más, todos estaban muertos y estaba solo.
-...-
-Aquí a mi lado podrás volver a empezar, no te prometo nada...pero al menos ambos podremos apaciguar la soledad- Se acerco a mi y me dio un abrazo.
-¿Estar aquí por los meses que faltan?- Pregunte.
-Al menos no estarás solo- Dijo ella, sentí una cierta calidez al estar rodeado de sus brazos.
-Prometes no hacerme más daño- Dije correspondiéndole.
-Lo haré lo menos posible- Aquello era mejor que todas las demás opciones.
-...-
-Es mi mejor oferta, Aang- Me sonrió, suspiré y le devolví la sonrisa.
-Supongo que no queda otra-
.
Pasaron unos días y hasta algunos meses donde todo lo que paso luego de eso fue solo mejorando, ambos pudimos ver mas halla de nuestras diferencias, vivimos bajo un mismo techo y aproveche para darle educación.
La mente de un niño era una esponja y vaya que le hice absorber mucho conocimiento, aunque hubo momentos donde tuve que darle una lección más estricta pero lo mejor es que pudimos progresar como personas, poco a poco las cosas fueron mejorando a un grado bastante decente.
Para los 2 meses restantes nuestras rutinas eran bastante lineales, comida, clases, ejercicio, diversión, películas, poco a poco el olvido su vida pasada, marco un punto e inicio para el y sobre todo para mí.
Sin embargo, pude notar un crecimiento exponencial en el, 4 meses fueron suficiente para dejarle en un tipo de estado que solo podía describir como...amigable.
.
POV Aang.
-¡Azula!- Alguien tocaba la puerta, camine de la sala hasta la puerta, Azula estaba en la cocina preparando el almuerzo.
-Hola- Salude a una mujer alta quien me miro con desprecio nada más notarme.
-...-
-Me llamo Aang- Salude nuevamente.
-¿Dónde está Azula?- Pregunto ella secamente.
-Cocinando, ¿Quién eres?- Pregunte ahora yo con un tono algo serio.
-Mai, ¿Qué haces tú aquí?- Pregunto ella, se inclino un poco y al parecer me estaba examinando.
-Vivo aquí- Dije algo confundido, no se si era amiga de madre, aunque ella no decía mucho de su círculo social.
-¿Mai?- Azula llego al poco tiempo.
-¿Qué haces con un niñato?- Dijo esta algo asombrada, madre sonrió levemente.
-Larga historia, ¿Ya pasaron 6 meses?- Pregunto madre intrigada.
-No, pensé en visitarte antes de que acabé el tiempo- Agrego esta.
-Pasa-
.
POV Azula
-¿Por qué tienes un niño?- Susurro esta.
-Te explicare luego- Comente sin muchas ganas de dar explicaciones sobre mi hijo.
-¿Por qué tiene heridas?- Pregunto por algunas cicatrices y algunas vendas que tenia en sus brazos y piernas, aunque era verdad que fueron pasadas eran muy notorias.
-Educación necesaria- Respondí con una sonrisa, me sentí algo apenada por aquellas acciones.
-Claro...-
-¿Cómo has estado?- Pregunto Mai.
-Mi encierro ha sido muy interesante, como sabrás me la paso de perlas aquí conmigo misma- Le serví un poco de té.
-Me imagino, ¿Zuko administra la empresa?- Menciono antes de darle un sorbo a su té, sonreí levemente, sabia que ella estaba por decirme algo importante, un dato que sabia desde hace mucho tiempo.
-Hace lo que debe hacer, todo lo demás se lo deje a Ty Lee- Explique un poco, aunque Zuko era bueno en el trabajo, no le confiaría mucho de la empresa.
-Entonces supongo que todo está en orden- Dio otro sorbo a su té.
-¿A qué has venido?- Pregunte por el motivo de su visita.
-Visitar a Zuko ¿Esta mal?- Alzo su ceja.
-No, ¿Qué no se supone que te casaras con el?- Sonreí, no quería esperar a que me dijera que se casara con mi hermano y deseaba mi opinión por no decir mi consentimiento.
-Detesto que sepas de noticias como esa tan pronto, pero en efecto nos casaremos pronto- Dijo ella manteniendo la postura.
-Supongo que debo estar alegre por ustedes- Dije con una sonrisa falsa, ella no parecía importarle, pero era solo una pantalla para tratar de no estar algo decepcionada.
-No te vayas a caer de la emoción- Comento ella.
-Bueno, creo que ya lo conociste, se llama Aang- Dije cuando Aang llego a la cocina, Mai le miro detenidamente.
-¿Dónde lo encontraste?- Como siempre ella era muy intuitiva.
-Llego a mi casa una noche lluviosa, al principio pretendía dejarlo afuera, pero algunas cosas pasaron y al final...- Hice una seña al pequeño, se subió a donde estaba y le acaricié la cabeza. Mai solo se quedó observándome como extrañada, se que mi personalidad distaba mucho para ser cariñosa con un niño, pero creo que este se lo había ganado.
-¿Te quedaste con un mocoso por casi 5 meses?- Aunque dicho de esa manera sonaba que el tiempo había pasado, no podía creer que ya estábamos cerca de salir.
-Es buen niño, aunque tuve que educarlo a mi manera- Sonreí, ella solo le dio un sorbo a su té.
-¿Educación?- Dijo esta alzando su ceja, Aang rio levemente.
-Si, aunque ahora nos llevamos mejor- Dijo este.
-Como sea, nos vemos entonces en algunos días, solo una pregunta...- Antes de que Mai dijera algo le interrumpí.
-No-
-Bueno, nos vemos entonces- Sin nada mas que decir tomo sus cosas y se retiró, la posible pregunta que podría haber hecho era sobre el origen de Aang, lo cual no pensaba decir...menos ahora que el no preguntaba sobre eso y mucho menos lo pensaba.
.
-¿Es hoy?- Pasaron los días restantes para salir de mi casa, arreglé a Aang lo mejor que pude y ante su pregunta asentí con mi cabeza.
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Porque es mío
FanficOdio a todo el mundo...Empecemos por ahí, tengo gustos bastantes exigentes en casi todo, sin el "casi", sea como sea no tengo interés particular en algo, soy joven y la vida está en la palma de mi mano, soy rica, tengo compañeras de mí mismo nivel...