Capítulo 7: Un invasor roto.

214 29 2
                                    


-Escuche que se va sola a casa-

No necesito que vengan por mí, no como a ustedes que con solo ver una lagartija se asustan bola de miedosos.

-Su padre nunca ha venido, ni siquiera su madre-

Puedo resolver mis problemas, si me dicen algo les respondo, no soy cobarde para llorar solo porque me dicen enana u otras cosas.

-Se siente superior a todos-

Soy superior a todos ustedes, mejor con todos en este lugar, no perderé el tiempo tratando de encajar cuando nací para destacar.

-Hija...-

.

Abrí mis ojos, miré por la ventana y aún seguía lloviendo, aunque ahora se podía divisar un poco mejor la luz del sol, fui a la cocina y abrí un sobre de café y lo vertí en mi taza, miraba el patio trasero, mi piscina clamaba limpieza.

-Ahora que lo pienso, el mocoso no ha comido desde que llego aquí...nada importante- Dije para servirme mi cereal.

Pasaron unos minutos mientras miraba la televisión, entre los canales las noticias tenían una nota que capto mi atención.

-El empresario Ozai ha llegado para suministrar ayuda a los afectados, según nos informa nuestro compañero piensa tomar posesión de las tierras y ubicar en otro lugar a los afectados, sin duda alguna un gran hombre-

-Cabrán...- Dije sonriendo, al parecer mis sospechas fueron certeras, mi padre era un hombre que si quería algo lo obtenía de una u otra forma, aunque no sabia bien porque deseaba tener esas tierras.

Luego de que las noticias fueran a los comerciales me levante para ir a ver al mocoso, al abrir la puerta este cayo dando espasmos cortos, supongo que el cuerpo de un niño no aguanta 3 días y medio sin comer y sin dormir.

-Despierta- Coloque mis manos alrededor de su cuello y le aprete con fuerza suficiente como para que su cerebro de maní mandara señales de que se estaba muriendo.

-¿Puedes hablar?-

El niño asintió lentamente, respiraba con dificultad y lo dejé caer, no tenía fuerzas para estar de pie, entonces comprendí que había logrado mi cometido.

-MIRA, LA LLUVIA SE A DETENIDO, ¿QUÉ NO PIENSAS IRTE?- Dije con una sonrisa y gritando de manera exagerada.

El mocoso miro levemente la puerta y me dirigí a ella para abrirla, luego su mirada fue directa a mí, al parecer el inútil mocoso de mierda había sido derrotado, sin embargo, mi diversión apenas empezaba.

Otra pastilla y el enano no dormiría otro día más, sin embargo, este empezaba a tener los efectos de las drogas, arcadas y vómitos, lo deje encerrado en el baño.

A pesar de todo el tiempo que pasaba no había dejado de gritar o se golpear la puerta, en poco tiempo este perdería la fuerza que le quedaba y volvería a su estado de muñeco de trapo, para mi tercer acto tome los audífonos que ensucio y los corte, al fin al cabo eran cables que al ser conectados proveen una leve descarga mínima que no afecta nada, al menos no tanto si no le agregas algo de corriente extra.

-Te va a doler...-

Me sentía como alguien diferente cuando les pegue los cables a los lados de la cabeza, tenía un pequeño botón con el cual iba dándole choques eléctricos, las búsquedas en internet son de ayuda, la criatura estaba dando espasmos, busque como dejar programado el tiempo para que los choques se dieran de manera automática.

-Como te iba diciendo, ¿Quieres irte ya?-

El cuerpo humano puedo pasar unos días sin comer, el inútil había tomado agua, aunque sea de la llave. La criatura sufría por la falta de sueño y de comida, vomitaba, se golpeaba, en pocas palabras se estaba volviendo loco.

-Eres una mierda, imagina que puedo hacer esto con un poco mas de detalles, pero siento que no vales el esfuerzo-

Tome al enano y lo arrastre a mi patio trasero, lo deje en el suelo mientras este se agitaba violentamente, al parecer estaba teniendo un ataque o convulsión, sea como sea no me importaba pues deseaba limpiar los alrededores de mi piscina.

-¿Por qué haces esto?-

Mientras limpiaba el piso escuche la voz de mi madre en mi cabeza, suspire y continúe mi trabajo mientras observaba al enano estar quieto en el suelo.

-Ah-

-Levántate pedazo de mierda-

Le patee y este trato de levantarse, era tan asqueroso solo verlo, sin embargo, este se puso de pie, sus ojos estaban rojos, su cuerpo temblaba y su mirada estaba tan vacía que parecía un zombi.

-Eh-

-Entonces...¿Qué es lo que eres?- Me acerque a su oído y el dio un leve salto al escuchar la pregunta.

-M...da-

Damas y caballeros, el niño ha sido roto internamente y esta preparado para mi siguiente paso...

Porque es míoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora