-¿Azula?- Mi hermano estaba herido, rápidamente me acerque a este, le ayude a salir del vehículo y me asegure de que el chofer estuviera muerto, cuando fui hacia Zuko este tenía algo dentro de su traje.
-¿Qué traes ahí?-
-Nada...- Dijo el débilmente.
-Esto es...¿Un micrófono?- Mire el pequeño aparato, le mire con enojo.
-No...- Le tome de su traje, está por darle un golpe pero el verlo ahí herido ya era suficiente.
-¡ERES UN TRAIDOR!- Grite, él se arrastró, aun no llegaba nadie a ver qué había pasado, seguramente los noticieros ya habían empezado con sus premisas.
-Azula...-
-¡MALDITO IDIOTA, ¿SABES LO QUE ACABAS DE HACER? LO HAS ARRUINADO TODO, HARE QUE PAGUES POR TU INSOLENCIA!- Pose mi pie sobre su pierna, el empezó a gritar, su dolor me calmaba y por un momento no me importo que alguien le escuchara, para mí el simple hecho de oír sus quejidos y lamentos me eran suficiente.
-No, Por...favor- Sus suplicas no me convencieron, seguí lastimándole hasta que después de tantos gritos él se desmayó, recobré la compostura y me senté sobre el suelo.
.
POV Azula.
Caminaba hacia la que sería mi nueva celda, se suponía que con ese choque toda la atención se desviaría pero no sucedió como debía haber pasado.
Se suponía que las mafias eliminarías los archivos, pero en el juicios esos documentos aparecieron, mi padre fue detenido antes de que pudiera escapar, todos nuestros empleados hablaron...en pocas palabras. Habíamos perdido.
-¿Sorprendida?- Comento mi padre, aun no nos habían separado, pronto el iría a una prisión diferente a la mía.
-Un poco- Comente, éramos los únicos en las celdas.
-Iroh planeo todo, los archivos de cada inútil que algún día descubrimos fueron los que reunieron todo a lo largo de los años, nuestros sobornos, nuestras empresas fantasmas, lavado de dinero, TODO- Expreso este, eso explicaría por que Zuko me estaba grabando.
-Saldré de aquí- Dije seriamente.
-¿Cómo?- No tenia respuesta para esa pregunta, pero si había un motivo para ello, afuera de estos barrotes, afuera de esta maldita celda. Es en el exterior donde esta el motivo por el cual debía salir a toda costa de esta prisión, misma donde no me iba pudrir los años que un idiota juez haya dictado.
-No lo sé, pero saldré de aquí...!CUESTE LO QUE ME CUESTE!-
.
POV Katara.
-¿Qué paso con el?- Pregunte al ver al pequeño en una camilla.
-Fue encontrado no muy lejos del accidente- Comento Iroh, ambos estábamos aquí por dos pacientes con heridas.
-Yo le cuidare- Comente.
-¿Segura?- Dudo Iroh.
-Estará confundido- Le comenté, seguramente el pequeño infante estaría con dudas y asustado, preocupado por sus verdaderos padres.
-Lo sé, pero no creo que eso sea lo que el necesita- Comento Iroh.
-¿A qué se refiere?- Pregunte intrigada.
-Necesita atención de un psicólogo, todo lo que ha pasado durante este tiempo, pobre niño- Ambos sentimos lastima por él, por otro lado Zuko estaba siendo operado había recibido quemaduras en niveles peligrosos y delicados.
-El tiene respuestas, el sabe cosas y estoy segura de que no dudara en decirlas- Le exprese a Iroh.
-Hablaras con él, a su debido tiempo- Asentí a su última palabra.
-Entiendo-
.
Espere por 3 semanas, Aang no presento ningún cambio de actitud, desde que piso el consultorio no dijo ni una sola palabra, comía, hacia algunas actividades pero no decía nada relacionado con Azula, misma que aun estaba en la cárcel.
Zuko salió del hospital, con una gran herida en el rostro una quemadura que cicatrizo en su ojo, con el tiempo él podría abrirlo y posiblemente podría ver.
Ambos decidieron tomar su tiempo y se fueron a un lugar, esperando poder olvidar todas las cosas que pasaron, los medios limpiaron su nombre y seguramente volverían a los negocios, esta vez con una imagen nueva y fresca.
-Hola- Me presente ante Aang, el era la ultima pieza que faltaba.
-...- El no dijo nada.
-Me llamo Katara- Me presente.
-...-
-Me han dicho que no has hablado en estos días, con nadie realmente- El no miraba más que el suelo.
-¿Podrías decirme algo? Al menos algo de Azula- El se sobresalto un poco, aquello me hizo entender que el sabia de ella.
-¿Dónde está?- Pregunto este.
-Sabía que podías hablar- Dije con alegría, este era un avance para mí, con su ayuda podría al fin dejar a Azula en prisión para toda la vida.
-Dime donde esta Azula- Exigió este.
-Dime lo que sabes...- El rápidamente agacho la cabeza.
-...-
-¿Volvemos al silencio?- Me recargue sobre mi silla nuevamente.
-No debo decir nada- Murmuro este.
-¿Por qué?-
-...-
-Te dijo algo ¿Verdad?- Su silencio me lo confirmo, el sabia cosas y de alguna u otra forma el las diría, solo era cuestión de pensarlo bien.
.
Aang no dijo nada en los días siguientes, sin importar lo que hiciera el guardo silencio, mencione algunas cosas de Azula pero el a pesar de sus reacciones no mencionaba nada más, no confiaba en mí y eso empezó a generarme desesperación, no había tiempo que perder y debía entregar resultados para hacer que la condena de Azula subiera a más años.
-Por cada cosa que digas de Azula, hare que la veas pronto- Chantaje o soborno, no se si funcionara con un niño como él.
-Dirán de todo, solo confió en ella- Murmuraba para sí mismo.
-Quiero ayúdate, no se que te dijeron pero Azula no es la persona que tu piensas, ella te hizo daño, he visto las fotos de tus heridas y si ella en verdad te quisiera nunca te hubiera lastimado- Le exprese mi apoyo, el me miro sabia que estaba indeciso pero pronto hablaría, solo era cuestión de tiempo.
-...-
-Dime por favor, ¿Qué recuerdas?- Con evidentes lagrimas él estaba a punto de hablar.
-Yo...-
-¡AZULA SE HA ESCAPADO!- Alguien interrumpió, expresando aquella noticias la cual no era buena.
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Porque es mío
FanficOdio a todo el mundo...Empecemos por ahí, tengo gustos bastantes exigentes en casi todo, sin el "casi", sea como sea no tengo interés particular en algo, soy joven y la vida está en la palma de mi mano, soy rica, tengo compañeras de mí mismo nivel...